La perfección del arte inacabado
CaixaForum Palma acoge una exposición con 85 obras que quedaron si terminar o fueron concebidas inconclusas
En una mañana de julio de 1920 el pintor Joaquín Sorolla se encontraba inmerso en retratar a Mabel Rick, la esposa de su amigo el escritor Ramón Pérez de Ayala. Pintaba en el jardín de su casa junto al matrimonio cuando sufrió un ataque de hemiplejía. Las secuelas que le dejó le impidieron volver a sentarse frente al caballete hasta que la muerte le sorprendió tres años después. Retrato de la Señora Ayala fue su última obra, la que no pudo terminar y quedó inacabada porque la enfermedad y la muerte interrumpieron su concepción tal y como la había entendido el artista.
La poética de lo inconcluso a lo largo de la historia del arte es el hilo conductor de la exposición Non Finito. El arte de lo inacabado que CaixaForum Palma acaba de inaugurar (hasta el 15 de agosto). En ella pueden verse 85 obras procedentes de una cuarentena de museos y colecciones privadas. La muestra está producida por el Museo Nacional de Escultura y comisariada por su directora, María Bolaños, que ha logrado reunir en un mismo espacio piezas de autores de todas las épocas como El Greco, Alonso Berruguete, Antonio López, Francisco Salzillo, Eduardo Chillida y David Hockney. El British Museum, el Centro Pompidou o el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía han cedido las piezas que se pueden contemplar en Palma.
La exposición aborda lo inacabado, lo fragmentario desde diversas perspectivas, corrientes y autores. La obra sin terminar por la muerte del artista, la concebida para presentarse en piezas separadas, la incompleta por la erosión y el paso del tiempo o la que nunca termina porque es infinita. La comisaria de la muestra subraya la importancia del concepto de lo inacabado en la expresión artística, un tipo de arte que no puebla los museos y manuales llenos de obras perfectas, pero que ayuda a entender la forma de crear y la imaginación del autor. “Es como asomarse al cerebro del artista y verle trabajar” relata Bolaños, para quien estas piezas sin terminar “abren muchos interrogantes. Se le pide mucho más al visitante porque no te lo dan todo hecho”.
La exposición está dividida en seis espacios diferenciados que viajan por el arte desde la Antigüedad hasta las últimas vanguardias, con el concepto de lo inconcluso como puente entre todas ellas. Arranca con El encanto de los inicios donde se exhiben las obras cuando el artista se encuentra en el umbral de la creación, cuando todavía no se ha definido y se halla en un estado de expectativa y curiosidad. Compuesta por piezas que van desde secuencias de escultura del antiguo Egipto o de Yemen al inacabado Retrato de la Señora Ayala, presenta también la contraposición entre dos bocetos, uno de Pablo Gargallo y otro de Francisco Salzillo, de siglos, estilos y materiales diferentes, pero con una convergencia en el movimiento y el color de las figuras.
Bajo la temática Abreviaturas se interpreta lo inacabado “como un fin en sí mismo” y se exponen trabajos en los que, según Bolaños, el artista pretende crear piezas que parecen inacabadas. “Es la idea de una obra basada en pocas pinceladas, poca materia, en una impresión de expresividad muy directa que quita a la obra de un aire acabado y le da uno de frescura, improvisación y espontaneidad”. Es en esta parte donde se puede admirar el San Juan Evangelista de El Greco y la Caja Vacía de Jorge Oteiza. En la sección Babel. La imaginación del desastre se ensalza la obra incompleta en su estado más puro, la construcción nunca finalizada que según la comisaria, tuvo su momento álgido en el humanismo renacentista con ejemplos de bocetos de catedrales “uno de los edificios que más fracasos ha acumulado en la historia”, según Bolaños.
Uno de los principales atractivos de la exposición se encuentra en la parte dedicada a La Erosión y el paso del tiempo como parte de la obra artística. El Torso de Belvedere desenterrado sin brazos ni piernas por el paso de los siglos, generó un intenso debate entre los renacentistas. “Cuando descubrían un resto antiguo tendían a completarlo y cuando Miguel Ángel vio esta obra, concluyó que no había que tocarla porque todo lo que tenía que contar lo contaba tal y como estaba” cuenta Bolaños sobre el torso “más célebre” de la historia del arte que se puede admirar en la muestra.
En este apartado la exposición exhibe piezas “indecisas, caprichosas e incoherentes” con un amplio abanico de trabajos que van del manierismo del siglo XVI al surrealismo pasando por autores como Joan Miró y Dora Maar. La muestra concluye evocando lo infinito, la pieza inacabada por excelencia que toma forma a través de paisajes inmensos, de la eternidad religiosa o de lo abstracto. Cierra con una escultura de Max Bill en metal dorado. Se trata de una cinta de Moebius, una superficie en la que se vuelve al principio del recorrido después de haber terminado y en la que nunca se encuentra el fin.
También en Valladolid y Zaragoza
La organización de la exposición ha sido laboriosa, puesto que estaba prevista inicialmente para ser inaugurada en julio del año pasado. La pandemia obligó a suspenderla y a reiniciar la tramitación de los préstamos de las obras cambiando las fechas y las sedes, ya que inicialmente iba a arrancar en Valladolid. “Ha sido como hacer dos exposiciones diferentes. Estamos muy contentos porque de los 40 prestadores no ha fallado ni uno solo” explica María Bolaños. ‘Non Finito. El arte de lo inacabado’ se puede visitar en CaixaForum Palma hasta el 15 de agosto. Después, la exposición viajará al Museo Nacional de Escultura de Valladolid y en 2022 a CaixaForum Zaragoza.
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