Iconos del sueño americano
CaixaForum expone en Barcelona seis décadas de obras gráficas de artistas estadounidenses, desde el pop a la actualidad, desde Andy Warhol hasta Las Guerrilla Girls
En los años sesenta se vivieron los momentos de mayor tensión dentro de la llamada Guerra Fría que enfrentó a Estados Unidos y la Unión Soviética y sus aliados que estuvo a punto desencadenar una tercera guerra mundial. En esos mismos años, conflictos como la Guerra del Vietnam, la Primavera de Praga, el mayo del 68 llevó a que la ciudadanía fuera cada vez más crítica con las acciones de sus gobernantes y se vivieron asesinatos políticos impactantes como los del presidente John F. Kennedy y los líderes Martin Luther King y Malcolm X.
Pero esa década, a nivel artístico, está llena de obras vitalistas y coloristas que reflejan el llamado American dream (Sueño americano) y el American way of life (Modo de vida americano) repletas de enormes coches descapotables, consumismo y poder adquisitivo, representado por la expansión del electrodoméstico y el auge de gasolineras, símbolo del petróleo, que, por entonces, era sinónimo de modernidad y desarrollismo. El arte y, en especial el grabado, se hizo eco de estos cambios sociales y supo aprovechar el desarrollo tecnológico y vivió un boom.
Buen ejemplo de esto son los 216 grabados que pueden verse en CaixaForum Barcelona en la exposición El sueño americano. Del pop a la actualidad (hasta el 13 de junio) con los que se narra la revolución plástica del grabado en el arte estadounidense durante los últimos sesenta años, desde el pop, la abstracción, el minimalismo, el fotorrealismo y la figuración, hasta la actualidad. Firmados por 63 artistas como Andy Warhol, Roy Lichtenstein, Robert Rauschenberg, Willem de Kooning, Jasper Johns, Ed Ruscha, Richard Estes, Kiki Smith, Robert Longo y Guerrilla Girls; muchos de ellos son auténticos iconos de un país y de toda una época, como los repetidos retratos que hizo Warhol a Marilyn Monroe (a partir de una foto suya del cartel de la película Niágara) y a Jackie Kennedy, Mao Tse Tung y el presidente Richard Nixon; la serie de las banderas de 1973 de Jasper Johns y las obras punteadas de Roy Lichtenstein, influenciadas por el cómic.
Los grabados provienen, casi todos, del British Museum que posee más de dos millones de piezas, desde el siglo XVI a la actualidad. La exposición, comisariada por Catherine Daunt, conservadora del museo londinense es, en realidad, un paseo por la historia del arte contemporáneo a partir de estas obras que acabaron popularizando lo artístico hasta ahora en manos de unos privilegiados.
Desde los sesenta y ayudados por el pop (que no hacía diferencias entre lo culto y comercial) las clases medias pudieron comprar una de estas obras seriadas, que llevaron al grabado de una posición marginal a ser el centro de atención de las bellas artes.
En la muestra, cronológica, se pueden ver muchas de las obras que se han reproducido hasta la saciedad. Pero también otras menos conocidas como las de Ed Ruscha que reflejó como ningún otro la atmósfera de California en series como Twentysix Gasoline Stations (1966). Creaciones como los dos grabados de gran formato de Robert Rauschenberg: Booster (1967), que representa su propio esqueleto y Sky Garden (1969), que refleja el lanzamiento del Saturno V, todo un récord al ser la litografía más grande estampada a mano hasta entonces.
También la serie de Willem de Kooning a partir de Minnie Mouse (1971), creado por Disney y los trabajos de Richard Estes, el más emblemático de los hiperrealistas, con escenas y paisajes estáticos y sin gente, que parecen irreales. Casi al final del recorrido pueden verse las obras de General Idea en su campaña contra el sida, de 1990, o el famoso cartel de Las Guerrilla Girls ¿Deben ir desnudas las mujeres para entrar en el Metropolitan Museum?, de 1989, que proviene del Victoria & Albert Museum, otro de los centros que prestan obras, junto a la Tate Modern de Londres, el Whitney Museum, la Helen Frankenthaler Foundation y el taller del artista Ed Ruscha. La colección del British Museum es la primera vez que sale de su país para exponerse, explicó Elisa Durán, directora general adjunta de la Fundación la Caixa, durante la presentación, que también contó que en su paso por Madrid la han visto 68.000 personas.
En la exposición puede verse también a Warhol en un video realizando una de sus serigrafías o a Johns en pleno proceso de creación de una de sus litografías sobre sus casi omnipresentes banderas: “una imagen que todos miramos, pero nadie ve”, aseguraba. A partir de sus trabajos no podremos dejar de verlas, intentando saber cuántas capas de tintas ha dado para convertir este símbolo de un país en un icono pop.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.