Sant Jordi durará tres días y será descentralizado
Barcelona contará con 275 paradas y una decena de espacios ‘acotados’ diseminados por la ciudad
Del miércoles 21 al viernes 23 de abril, con mesas de novedades todos esos días ante las librerías y, durante la diada propiamente dicha, paradas en grandes espacios delimitados (una decena en Barcelona); ahí se concentrarán mayormente las firmas de autores. Sólo podrán montar tenderete los sectores profesionales del libro y los floristas y el popular descuento del 10% se aplicará exclusivamente el día 23. La fiesta se alargará hasta las 20 ó las 21 horas, según fije cada municipio a partir de las restricciones sanitarias y siempre un par de horas antes del toque de queda vigente. Esas son las condiciones en que se desarrollará este año la Diada de Sant Jordi en Cataluña, tras el plan específico aprobado ya por la Generalitat a falta de menos de un mes para gran fiesta del libro y de la rosa. Será ya el segundo Sant Jordi en un 23 de abril (hubo una especie de edición de verano el 23 de julio) desde que se declaró la pandemia del coronavirus.
El paseo de La Copa, en La Devesa, en Girona; el Carrer Major, en Lleida, y la Rambla Nova, en Tarragona, serán las áreas amplias y al aire libre donde se ubicarán los espacios delimitados comunes para evitar las típicas aglomeraciones que genera Sant Jordi. Perímetro de seguridad, gel hidroalcohólico, aforo limitado y circuitos de entrada y salida conforman sus características. En el caso de Barcelona, la voluntad de descongestión ha hecho recomendable que se planifiquen 10 espacios de esas características diseminados por toda la ciudad. Así, el paseo de Gràcia (en un tramo ininterrumpido desde Aragó a Ronda de Sant Pere), el Palau Robert, los Jardinets (Diagonal-paseo de Gràcia), la plaza Reial, el paseo de Lluís Companys-Arc de Triomf y la Diagonal (entre los centros comerciales de l’Illa Diagonal y El Corte Inglés) son algunos de los escenarios previstos en el centro. Un espacio abierto entre las calles de Llacuna y Pallars, en el Poblenou; la plaza Orfila en Sant Andreu, la plaza de Sarrià en ese barrio y la de la Vila en Gràcia (en ese caso, vallada), son otras ubicaciones previstas. En total, el Gremi de Llibreters de Catalunya calcula que esos escenarios, que ya gozan mayormente de un perímetro natural, acogerán 180 paradas en Barcelona.
Sin ‘selfies’
Es en estas zonas donde el Gremi de Llibreters de Catalunya tiene previsto que se ubiquen las firmas de autores, ritual-fetiche de la jornada que contará con protocolo propio. Así, se concentrarán en los extremos de esos espacios acotados para que las colas que generen no entorpezcan el circuito interno, contarán con personal de control propio y habrá un máximo de dos autores por hora, que irán rotando. Este año no habrá posibilidad de hacerse selfies ni de tocar al autor. Los organizadores prevén que en las paradas ante las librerías (o ubicadas en un radio máximo de cien metros de la tienda) también pueda haber autores firmando, siempre que se organicen colas específicas, se observen medidas higiénicas, destinen personal específico a ello y no se obstaculice la movilidad de los transeúntes. Si bien se recomienda, no será obligatorio ni ahí ni en las zonas delimitadas la cita previa para las firmas al ser al aire libre. En la capital catalana habrá 95 paradas individuales de librerías, según las cifras con las que trabaja el Gremi de Llibreters. Sumadas a las de las zonas delimitadas serán 275 paradas (una treintena, para firmas) en toda Barcelona.
“Se trata de evitar aglomeraciones porque las librerías seguirán teniendo el aforo limitado entre el 30% y el 50% y con las paradas ante la tienda el 21 y el 22 de abril se facilitarán unas ventas que tradicionalmente tres días antes de Sant Jordi ya se triplican”, constata Marià Marín, secretario técnico de los libreros. También recuerda que el descuento del 10% en el precio del libro sólo se podrá aplicar el 23 de abril. “Quien quiera hacer promociones especiales esos días previos puede hacerlo aplicando el 5% que permite la ley”, delimita.
“Será un Sant Jordi más modesto que otros años, pero mucho mejor que el pasado y con todas las medidas de seguridad”, ratifica Patrici Tixis, presidente de la Camba del Llibre de Catalunya, que agrupa a toda la cadena del sector. Una jornada que se espera con optimismo tras un mes de marzo “un poco mejor” después de un enero “flojo en general”, en el que se acusó el cierre de las grandes librerías por las medidas sanitarias restrictivas en los comercios.
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