Laura Borràs señala a ERC como responsable de la tardanza para iniciar la ronda de contactos para la investidura

La primera votación del pleno para escoger al nuevo presidente de la Generalitat tiene que ser antes el viernes día 26 de marzo y todo parece indicar que, como sucedió con el pacto del Parlament, el acuerdo entre los independentistas llegará en el último momento. Esquerra, Junts y la CUP se acusan mutuamente de tacticismo con el calendario para la negociación, pero hay plazos legales que cumplir y el tiempo apremia. La presidenta de la Cámara catalana, Laura Borràs, ha asegurado este jueves que no ha comenzado la ronda de contactos para proponer un candidato a la espera de ERC. Los republicanos, efectivamente, no se han conformado como grupo parlamentario (aún no agotan plazo) y hasta que eso no suceda la líder del Parlament no puede mover ficha.

“Es preceptivo que, para poder empezar esta ronda, haya la constitución de los grupos, y esto no ha pasado aún en el Parlament”, ha asegurado Borràs tras una visita oficial a los líderes independentistas presos en la cárcel de Lledoners. Entre ellos está el secretario general de Junts, Jordi Sànchez. La exportavoz del partido en el Congreso tomó posesión del cargo el pasado viernes y el reglamento de la Cámara establece que, a partir de ese momento, tiene diez días hábiles para realizar la ronda con los grupos políticos y, si lo encuentra, proponer el nombre de un candidato o candidata para el debate de investidura.

Pero la normativa de la Cámara también establece que los diputados tienen “ocho días hábiles, tras el día después de la constitución del Parlament” para formar los grupos en que se organizan. Los republicanos se encuentran aún dentro del límite establecido para hacer las gestiones necesarias ante la Mesa y anunciarán “en breve” la oficialización. Sí llama la atención que los 33 diputados de las listas de ERC sean los únicos sin hacerlo.

“Si hay el apoyo para uno de los candidatos, el pleno será en el límite de lo que marca el reglamento”, ha añadido Borràs. El acuerdo entre ERC y Junts, con apoyo de la CUP, teóricamente pasa por hacer al líder republicano, Pere Aragonès, el presidente de la Generalitat. Sin embargo, el líder de Junts, Carles Puigdemont, ha llegado a poner en duda ese extremo y las negociaciones entre las partes continúan muy lentamente. A los republicanos les desespera que Junts opte por la estrategia de presionar con el tiempo, pero, al mismo tiempo, retienen la decisión de formar el grupo. La CUP, la semana pasada, se mostró muy crítica con sus eventuales socios. El diputado Carlos Riera acusó a Junts de actuar de forma “temeraria” al llevar las negociaciones de la Mesa al “límite”. Aceptan que el diálogo es más fluido con ERC, pero que no tiene las concreciones suficientes.

Borràs ha aprovechado para pedir que no se “normalice” la situación de los presos y ha abogado por que el Estado “mueva ficha” con la proposición de ley de amnistía presentada en el Congreso por los grupos independentistas. La presidenta del Parlament cree que sería una muestra clara del deseo de “resolución del conflicto político” catalán.