El ensayo de renta ciudadana en Barcelona reduce el riesgo de pobreza severa
El Ayuntamiento presenta la evaluación del programa B-Mincome, realizado con mil familias
Tener un ingreso fijo reduce el riesgo de pobreza severa y mejora el bienestar de quien lo recibe. Lo ha demostrado el ensayo de una renta ciudadana que realizó el Ayuntamiento de Barcelona entre 2017 y 2019 en un programa de innovación urbana financiado en parte con fondos europeos, 14 millones en total. En Barcelona el programa se llamó B-Mincome y se realizó con mil familias de barrios del eje Besòs, la zona que concentra más pobreza de la ciudad.
Los trabajadores sociales que han seguido a las familias llevaban años explicándolo: que tener un ingreso seguro tranquiliza a las familias, que ya no tienen que pensar cómo comprarán comida o pagarán el piso. Y que con el mínimo pueden ocuparse de cuestiones imposibles de abordar cuando vives en apuros: la salud o la educación de los hijos. Ayer lo ratificó la Núria Beltran, trabajadora del centro de servicios sociales del Besòs. Acabó su intervención asegurando que los perceptores tuvieron una mejor situación en la pandemia: “Les cogió más fuertes”. También señaló cómo la ayuda empoderó a mujeres que antes dependían económicamente de sus maridos.
Los resultados expuestos por las entidades de evaluación Ivalua e Igop permiten también cuantificar algunos aspectos. Por ejemplo, el riesgo de pobreza severa cayó en 11 puntos porcentuales (entre las familias que participaron en el ensayo y otras de su mismo perfil sin la renta). La “inseguridad alimentaria” cayó 13 puntos porcentuales y la probabilidad de no poder pagar la vivienda, 16,8. Pueden parecer cifras menores, pero que Federico Todeschini, del Insitituto de Evaluación de Políticas Públicas - Ivalua las valoró como muy positivas.
Entre el millar de familias se hicieron varios grupos y condiciones para recibir la renta: sin ningún condicionante; con la condición de entrar en planes de empleo, de formación o de participación comunitaria. El director de Innovación y Planificación del área de Derechos Sociales Luis Torrens, manifestó que conclusiones avalan “la renta como derecho social facilitador de itinerarios de salida de la pobreza” y enumeró varios beneficios: amplía la libertad de acción, permite abandonar la perspectiva paternalista de la atención social o mejora la capacidad de tomar decisiones. Ismael Blanco, del Igop señaló también “las mejoras significativas en el bienestar subjetivo, en cuestiones como tener la tranquilidad de pagar lo básico, tener más tiempo y autonomía personal para decidir”.
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