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Barcelona roza los 100.000 parados y se acerca al pico de la anterior crisis

El paro registrado aumentó un 36% el año pasado y se ceba en distritos como Ciutat Vella

La calle de Ferran, una de las más afectadas por el cierre de tiendas y restauración, en octubre pasado.
La calle de Ferran, una de las más afectadas por el cierre de tiendas y restauración, en octubre pasado.
Clara Blanchar

La pandemia ha impactado duramente en el mercado laboral de Barcelona. La ciudad contabilizó en enero un 36,3% más de paro registrado respecto a un año atrás: roza las 100.000 personas (concretamente 96.227). La cifra se acerca a toda velocidad a los 115.000 desempleados del pico de la anterior crisis, en 2013. Solo en enero, la subida fue de 77 parados al día. El desempleo ha registrado los mayores aumentos en los dos distritos más céntricos: ha crecido un 58% en el distrito de Ciutat Vella y un 40% en el Eixample. Los sectores más golpeados son los del comercio y la hostelería, suman el 30% del total.

Todo esto en una economía muy dependiente del turismo, donde más allá del paro, hay miles de personas en expedientes temporales de regulación de empleo (ERTE, no hay cifras oficiales de la ciudad). Una fórmula, coinciden todos los expertos consultados, que ha amortiguado el golpe. También vale la pena tener en cuenta que las cifras de esta información corresponden a los vecinos de Barcelona, aunque trabajen fuera. Igualmente, puede haber trabajadores de otras poblaciones que hayan perdido el empleo que tenían en la capital.

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Barcelona tenía en enero de 2020 70.602 parados registrados y la cifra saltó hasta 96.227 en enero de este año. La diferencia son 25.626 personas. Si se mira la afiliación a la seguridad social (la suma de autónomos y asalariados), cayó en casi 37.000 personas. Y la Encuesta de Población Activa (EPA) muestra que la tasa de paro del cuarto trimestre de 2020 se situaba en un 12,4%, cuatro puntos porcentuales más que un año antes. Los parados según la EPA, que también cuenta a quienes ya no buscan trabajo, eran 103.900 el cuarto trimestre (70.300 un año atrás). La ciudad, con todo, registra una tasa de paro inferior a la de Cataluña (13,8%) y la del conjunto de España (16,1%).

El Observatorio de la Fundación BCN Formación Profesional comenzó a elaborar un informe mensual de la situación del mercado laboral en la ciudad al comienzo de la crisis económica derivada de la sanitaria. Y ha continuado monitorizando el mercado laboral por encargo del Ayuntamiento de Barcelona.

El responsable del Observatorio, Ángel Tarriño, señala que no hay precedentes de un “impacto tan transversal del paro en la ciudad”. “Es un fenómeno que ha impactado a todo el mundo: a todas las edades, niveles de estudios, sectores y sexos. Nunca habíamos visto algo así, sobre todo en la primera ola, cuando se concentró una cantidad tan grande de parados en tan poco tiempo, de ahí que la afectación fuera tan transversal”, explica.

A medida que pasaron los meses, añade, los aumentos se estabilizaron en los sectores mejor formados y en las personas de más edad, que tienen más antigüedad, seguridad laboral y estabilidad. También porque es más caro despedirles. En cambio, “el impacto en los jóvenes es muy alto, pese a que ha habido picos de contratación cuando se han flexibilizado las restricciones para frenar el virus en verano o en Navidad”.

El cojín y la incógnita de los ERTE

A todo esto, cabe sumar los ERTE: “Han sido el gran cojín, si no fuera por esta figura, el paro registrado sería mucho más alto. La incógnita es saber si los expedientes temporales de regulación acabarán siendo puestos de trabajo en pausa o destruidos”, advierte Tarriño.

Con diez informes mensuales a las espaldas, Tarriño también observa que “Barcelona ha resultado más afectada en intensidad de paro que el resto del Área Metropolitana de Barcelona”. “El hecho diferencial es la hostelería, el turismo y el pequeño comercio”, concluye. Los indicadores del Observatorio de la fundación también apuntan a un descenso de empresas del 9% (7.200 empresas menos, sobre todo micro empresas). En cambio, del cuarto trimestre de 2019 al tercero de 2020 los autónomos han caído un 1,4% (1.727 personas). Esta cifra, reducida en comparación con otras magnitudes, puede explicarse porque los autónomos evitan a toda costa dejar de cotizar.

En el Ayuntamiento de Barcelona, la comisionada de Promoción del Empleo y Políticas Contra la Precariedad, Raquel Gil, califica el escenario de “muy complicado” y destaca también el efecto amortiguador de los ERTE. También pone el foco en el “margen que tienen las personas que todavía no han consumido el paro”. Por contra, le preocupan las personas sí han agotado las prestaciones. La tasa de cobertura, el porcentaje de perceptores de subsidios, era hace un año del 53,5% y este año solo es del 37,3%. Esto significa que seis de cada diez parados han agotado el subsidio de desempleo. “La ciudad ha reforzado las ayudas de servicios sociales para intentar hacer frente a la situación”, señala la comisionada. En mayo pasado también se facilitó una ayuda de 300 euros a casi 17.000 autónomos, con un coste de cinco millones de euros.

Gil explica que desde el consistorio se aprovecha el margen que dan los ERTE para mejorar la formación de los afectados. También han aumentado los parados que se acercan a los servicios de formación, “para mejorar sus condiciones cuando se reactive la economía”. Como ejemplo, cuenta que hay formaciones en línea de Barcelona Activa a las que se han apuntado 200 personas, cuando lo habitual antes de esta crisis eran 10 o 20. También destaca que el aumento de mujeres usuarias de los servicios de formación ha aumentado entre siete y ocho puntos.

Sobre el enorme impacto del aumento del paro en Ciutat Vella,con un incremento interanual del 58%, Gil apunta como causa a los sectores del turismo, la hostelería y el comercio, pero también al ámbito de los cuidados y limpieza. Muy por encima de la media de aumento del paro del 36,3% también figuran los distritos del Eixample (40,1%) y Sants - Montjuïc (39,9%). En el otro extremo de la ciudad, destacan Sant Andreu, Sant Martí y Nou Barris, con incrementos inferiores, de entre el 30% y el 32%. En la Fundació BCN Formació Professional, Ángel Tarriño trabaja con la hipótesis de que “la población de la zona que toca al Besòs no tiene tanto vínculo con el comercio y la restauración, sino con los dos Vallès y zonas industriales que han resistido mejor”.

El geógrafo experto en turismo y coordinador del centro de investigación Alba Sud Ernest Cañada pone el foco en “la precariedad” del empleo vinculado al sector y en los trabajadores que no han podido acogerse a prestaciones o ERTE. “Es un sector que ha externalizado muchas tareas para reducir costes, que contrataba a tiempo parcial o donde había contratos fijos-discontinuos. El sector turístico ha apostado por la precariedad incluso cuando las cifras eran muy buenas, y cuando han llegado malos tiempos muchos empleados han quedado fuera de los mecanismos de protección”.

Desde la federación de Servicios del sindicato CC OO, que engloba el turismo y el comercio, Paco Galván señala como especialmente complicada la situación del barrio del Raval. Y cita el caso de la comunidad Filipina donde han aflorado empleados de la restauración “sin contrato, sin convenio, o contratados por muy pocas horas”. Galvan insiste además en que más allá de los trabajadores del comercio, restaurantes u hoteles, “el sector del turismo tiene una gran transversalidad y afecta también al transporte, la alimentación y bebidas, el ocio, montadores de ferias, azafatas… y pasó del todo a la nada de un día para otro”. ”Hace tiempo que diferentes movimientos sociales avisábamos del peligro de la excesiva especialización turística de la ciudad, sin ninguna respuesta ni antes ni ahora”, recuerda desde la Federación de Asociaciones Vecinales de Barcelona, su vicepresidente y economista, Albert Recio.

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Sobre la firma

Clara Blanchar
Centrada en la información sobre Barcelona, la política municipal, la ciudad y sus conflictos son su materia prima. Especializada en temas de urbanismo, movilidad, movimientos sociales y vivienda, ha trabajado en las secciones de economía, política y deportes. Es licenciada por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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