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La estructura que dirige la vida de los catalanes

El plan de protección civil Procicat, con 180 reuniones de su mesa técnica, sustenta las decisiones políticas para contener la pandemia en Cataluña

Rebeca Carranco
Ciudadanos con mascarilla y manteniendo la distancia en La Rambla de Barcelona este mes de enero.
Ciudadanos con mascarilla y manteniendo la distancia en La Rambla de Barcelona este mes de enero.Albert Garcia (EL PAÍS)

El 11 de septiembre, el 12 de octubre, el 25 de diciembre, el 1 de enero, el 6 de… “No hemos fallado nunca”, dicen Sergio Delgado e Imma Soler, subdirectores de Protección Civil en Cataluña. Los dos son piezas clave del plan específico Procicat que se activó el 11 de marzo para hacer frente a la pandemia de la covid. “En febrero ya estábamos levantando la mano”, puntualiza Delgado. A sus espaldas suman ya 180 reuniones de un comité técnico que eleva informes, en ocasiones propuestas concretas, a los consejeros de Salud e Interior, Alba Vergés y Miquel Sàmper, que toman las decisiones políticas. Pero, ¿quién es el Procicat? ¿Quiénes son las personas que desde hace un año restringen nuestras vidas?

“La gente tiende a pensar que el Procicat es una cosa, una persona, una mesa, pero son muchas mesas, y a veces se ha simplificado con el uso del término Procicat”, admite el secretario general de Salud, Marc Ramentol. Tanto Salud como Interior afirman que las decisiones parten de informes técnicos y se toman en el ámbito político. “Esto no es una tecnocracia. Los técnicos tenemos la responsabilidad de hacer una técnica y trasladarla. Las autoridades tienen otras informaciones, deben perfilarlo, matizarlo y modificarlo si así lo consideran”, explica Delgado. “A nivel más político, los dos consejeros examinan sobre todo el daño”, indica Ramentol.

El plan se basa en un comité técnico, con una treintena de organismos públicos representados. Se reúnen cada lunes, miércoles y viernes, a las diez de la mañana por Teams, la aplicación telemática que usa la Generalitat. “Al principio nos veíamos en el palacio de Pedralbes, donde cabíamos 40 personas manteniendo las distancias”, explica Soler. Ahora los encuentros son completamente virtuales. “Protección Civil es quien pone orden, convoca, da turno de palabra”, detallan fuentes que asisten al comité técnico. De media, indican, cada encuentro dura una hora. Cuando se ponen sobre la mesa nuevas medidas drásticas, el debate se alarga.

“La dinámica ya está muy rodada”, asegura Delgado. En las reuniones diarias se presentan los temas específicos a tratar –en estas reuniones participan técnicos de Salud Pública, del Sistema de Emergencias Médicas, de Protección Civil, de los Mossos d’Esquadra, de Prevención, Extinción de incendios y Salvamento, de Coordinación Interdepartamental, del teléfono de asistencia 112, de Cruz Roja, de los municipios o de la Delegación del Gobierno. “Quien considere que tiene algo que aportar pide la palabra, pide opinión al resto y se desarrolla el tema”, indica Delgado.

Esos debates se elevan a modo de informes al comité de dirección, que es como se llama a la bicefalia del Procicat que encarnan Vergés y Sàmper: los políticos. “El Govern”, señala uno de los participantes a las reuniones.

“En el comité no se suelen tomar decisiones concretas, solo propuestas”, indican fuentes del comité técnico. Otras, sí es un debate al detalle, como en el caso de los planes sectoriales de desescalada. “Se implica a los sectores vinculados, y se va de lo macro al detalle”, asegura Delgado. De manera paralela al comité técnico se abren espacios de debate sectoriales, y también hay anexos, como la mesa de distribución, que fue esencial en los momentos más duros del confinamiento total para garantizar el abastecimiento. “Había mucha preocupación, pero tanto las empresas como los servicios aplicaron sus planes de contingencia”, recuerda Soler.

El Departamento de Salud es quien marca el criterio principal, coinciden todas las fuertes consultadas. “Ellos ponen unos datos sobre la mesa que condicionan todo lo demás”, aseguran fuentes del comité técnico. Existe un grupo de evaluación de riesgo que tiene la potestad de enviar directamente propuestas a los consejeros, sin pasar por la mesa técnica. Formado por epidemiólogos, personas de Salud Pública, del Servicio Catalán de Salud, de Protección Civil, de Cruz Roja, del Departamento de Bienestar, entre otros, se reúnen una vez a la semana para analizar la situación. “Pueden elevar, por ejemplo, si creen que hace falta tomar algún tipo de medida comunitaria”, explica Ramentol.

Momentos de desacuerdo

Pero no son foros-estanco. En el plan Procicat hay personas transversales que participan en casi todo los lugares de discusión. Una de ellas es el secretario de salud pública, Josep Maria Argimon. “A él le toca estar en espacios más políticos, directamente con los consejeros, y también a nivel técnico, donde se analizan los datos”, cuenta Ramentol, que asegura que las “decisiones finales son siempre el resultado lógico de una recomendación técnica”.

¿Pero qué pasa cuando no hay acuerdo? El consenso a nivel técnico es sencillo, coinciden los consultados. Se complica cuando llega al nivel político. “Algunas decisiones no eran exactamente lo que nos hubiese gustado”, admite Sergio Delgado, de Protección Civil. El problema es que “llueve sobre mojado”, razona Ramentol, que sostiene que en marzo fue más sencillo. “Allí no se buscó un equilibrio, se cerró todo y ya está”. Ahora, dice, su obligación es precisamente buscar ese equilibrio. “Cada vez es más complicado cerrar un sector porque los perjuicios que ocasionas son más grandes”, lamenta. “Sabemos que la factura económica y social a cada nueva ola epidémica es más grande”, añade.

Ahora que se acerca la toma de nuevas decisiones tras la prórroga de los 15 días de cierre municipal, se avecinan reuniones “muy intensas” de los diferentes órganos del Procicat. Además de las ordinarias, se puede convocar al comité técnico en cualquier momento. También celebrar reuniones paralelas con sectores afectados. Incluso sumarse otros consejeros al comité de dirección. “Los secretarios generales tenemos un trabajo muy intenso de coordinación de las mesas”, explica Ramentol. Tanto Interior como Salud definen el Procicat como un proceso “muy complejo y muy sólido”, que Protección Civil tenía listo dese 2010, con un plan que se elaboró con la gripe A. “No podemos sacar pecho en esta situación, pero la experiencia nos demuestra que no ha funcionado del todo mal”, concluye Ramentol.

Un exitoso ‘faqs’ de preguntas y respuestas

“En cuanto salía el BOE [Boletín Oficial del Estado], nos poníamos todos a leer, el fin de semana, horas y horas, para poder interpretarlo”, explica Imma Soler, subdirectora de Protección Civil en Cataluña. Se refiere a las preguntas y respuestas, pioneras en España, que se redactaban a las pocas horas de que se decretasen medidas restrictivas para explicar al ciudadano qué podía y qué no podía hacer, en un momento en el que todo era nuevo.

El trabajo de Protección Civil servía como guía en Cataluña, pero también en el resto de España. “Al difundir los mensajes en las redes, veíamos también el termómetro del momento, el miedo, el enfado, la percepción del ciudadano”, recuerda Delgado. Y asegura que eso ayudó también a ser más empáticos. “No debíamos centrarnos solo en el ‘no, eso no lo puedes hacer’. Debíamos hacer también el ‘esto puedes hacerlo de esta manera’”, explica. “Construir alternativas”, como la web que crearon para una Navidad segura, o para la gente mayor. Muy activos en las redes sociales, las cuentas oficiales han servido también para difundir bulos cuando se han filtrado supuestos documentos oficiales. “No se debería romper el flujo”, dice Delgado, sobre las filtraciones de medidas que aún no se han aprobado ni anunciado oficialmente. “Hemos de poder dar confianza al ciudadano en las instituciones, de que todo seguirá la estructura del plan”.


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Sobre la firma

Rebeca Carranco
Reportera especializada en temas de seguridad y sucesos. Ha trabajado en las redacciones de Madrid, Málaga y Girona, y actualmente desempeña su trabajo en Barcelona. Como colaboradora, ha contado con secciones en la SER, TV3 y en Catalunya Ràdio. Ha sido premiada por la Asociación de Dones Periodistes por su tratamiento de la violencia machista.

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