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Salud tardó 10 días en intervenir en la residencia de Tremp pese a que detectó irregularidades

La Generalitat niega que reaccionara tarde y revela un expediente sancionador a la Fundació Fiella por gestión negligente en la contención del virus

Marc Rovira
Un sanitario dentro de la residencia de Tremp.
Un sanitario dentro de la residencia de Tremp.Javier Martín

El brote masivo de coronavirus detectado en la residencia de gente mayor de Tremp (Pallars Jussà) sigue bajo sospecha. Horas después de que trascendiera la apertura, por parte de la Fiscalía, de una investigación para aclarar si hubo una gestión negligente que favoreciera el contagio de casi la totalidad de los residentes y la muerte de 42 ancianos, la Generalitat ha revelado que también mueve pieza tras descubrir lagunas de higiene y carencia de medidas anticontagio en el centro: falta de personal, incorrecto uso de los equipos de protección individual (EPI), higiene insuficiente e irregularidades en el aislamiento de los internos que habían dado positivo. Todo ello facilitó la propagación del virus hasta abocar a la residencia al colapso.

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Este jueves, en rueda de prensa, la gerente de la región sanitaria de Lleida y Pirineo, Divina Farreny, ha acusado directamente de mala gestión a la Fundació Fiella, empresa propietaria del geriátrico de Tremp. Sin embargo, Farreny ha eludido pronunciarse sobre si el departamento de Salud reaccionó tarde para atajar el descontrol que se vivía dentro del centro. El primer positivo se conoció el 19 de noviembre. Afectaba a un trabajador de la residencia. Al día siguiente se procedió a un cribado que descubrió que el contagio alcanzaba a 51 internos y a otros seis empleados. La Generalitat no intervino hasta el día 28, cuando el brote ya había causado 10 muertes y afectaba a más de 100 ancianos y 30 trabajadores. Salud se escuda en que hizo “un seguimiento” de la residencia desde que conoció el primer positivo. Divina Farreny alega que cuando el virus se cuela en una residencia el protocolo de Salud es “dar un margen” a la dirección del centro “para saber si se pueden aplicar las medidas de contención con el personal que hay”. Cuando se constata que los cortafuegos no funcionan, se procede “a una intervención más intensa”. En el caso de Tremp eso sucedió cuando el virus ya se había cobrado diez vidas. En menos de dos semanas el número de muertes ha ascendido hasta las 42. Hay cuatro internos que están graves.

Desde que Salud relevó de las tareas de dirección a la Fundació Fiella, entidad vinculada a la Iglesia Católica, la gestión del Sant Hospital de Tremp es competencia de Gestió de Serveis Sanitaris (GGS), una empresa pública adscrita al Servicio Catalán de Salud y que es responsable del Hospital Comarcal del Pallars. Eduard Sanjurjo, director asistencial del centro sanitario, defiende que tan pronto como GSS intervino la residencia se activaron tres equipos médicos que pasan visita diaria “para trabajar como si fuera un hospital”. Añade que se ha “garantizado la asistencia correcta y completa de los enfermos”. ¿Qué pasaba en el centro antes de la intervención? “Yo no puedo responder a esa pregunta”, admite el doctor Sanjurjo.

La gerente de la región sanitaria de Lleida y Pirineo trató de dar respuestas que expliquen la incontinencia del virus en el Sant Hospital, un centro que logró escapar de la primera ola sin ningún contagio. Según Farreny, los técnicos de Salud se toparon de frente con una “situación clínica muy complicada” y con una “emergencia sanitaria”. Asegura que el 20 de noviembre, en una inspección a la residencia, ya se detectaron irregularidades con el manejo de los EPI por parte del personal, disfunciones en el aislamiento de los enfermos y porosidad en los circuitos que deben preservar las zonas limpias de los focos de contagio. Los técnicos de Salud supuestamente alertaron de la conveniencia de utilizar recipientes de un solo uso para servir las comidas y recomendaron que hacía falta “una limpieza a fondo”. El día 23 se hizo otra inspección y “no se observaron mejoras”, según admite Divina Farreny. En los días posteriores hubo más visitas de los técnicos de Salud al Sant Hospital y la situación, lejos de mejorar, empeoró. El departamento de Salud no ordenó la intervención hasta el día 28. Dos días más tarde, el departamento de Trabajo y Asuntos Sociales abrió un expediente sancionador contra la Fundació Fiella.

Actualmente, solo hay un interno libre de coronavirus en la residencia. Hay 78 abuelos contagiados y otros 13, igualmente infectados, que están hospitalizados.

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El drama de los familiares

Varias familias que tenían a sus mayores internos en la residencia de Tremp se han quejado de la poca información recibida desde el centro en relación con la evolución del virus y el estado de salud de sus parientes. Al intervenir el geriátrico, la Generalitat activó un canal para posibilitar que aquellos abuelos que presentaban un pronóstico más grave pudieran recibir la visita de sus allegados, para ser acompañados en los momentos previos a su muerte. Otra de las quejas de algunos familiares guardaba relación con la sospecha de que Salud hubiera traslado al geriátrico de Tremp a usuarios de otras residencias. El departamento de Salud ha negado tajantemente este extremo.

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