La Fiscalía investiga si hubo mala gestión en el brote en la residencia de Tremp

La Fiscalía de Lleida ha abierto una investigación para aclarar cómo se ha propagado de manera descontrolada el brote de coronavirus en la residencia Sant Hospital de Tremp. En las últimas horas se han contado dos muertes más en el centro, lo que eleva el número de fallecidos hasta los 42, casi un tercio de todos los residentes. La Fiscalía se centra en averiguar si ha habido algún incumplimiento de los protocolos anticovid que facilitase el contagio masivo, que actualmente afecta a unos 90 internos y de unos cuarenta trabajadores. El ministerio fiscal ha reclamado al Departamento de Salud que reporte toda la información para conocer qué medidas de contención e higiene se desplegaron y cuál fue el grado de cumplimiento. A partir de ahí, señalan fuentes de Fiscalía, “se verá si hay alguna responsabilidad penal”.

El coronavirus se coló en el geriátrico el pasado 19 de noviembre y su propagación creció sin freno durante los días posteriores. La Generalitat decidió ordenar la intervención del centro el día 28, cuando el brote ya afectaba a 120 abuelos y 30 trabajadores. Más de la mitad de la plantilla de la residencia ha enfermado y ha sido necesario movilizar a personal de refuerzo para poder seguir asistiendo a los residentes. Actualmente, solo uno de estos es negativo por coronavirus. Debido a su delicado estado de salud, se ha descartado trasladarlo a otra residencia donde haya menos carga contagiosa, una medida que sí se tomó con una decena de residentes que en principio habían dado negativo y que fueron derivados a los geriátricos de La Pobla de Segur y Guissona.

En el Sant Hospital de Tremp quedan 92 internos con coronavirus y hay unos 40 trabajadores también infectados. Se trata del principal geriátrico de Pallars, propiedad de la Fundació Fiella, una entidad vinculada a la Iglesia Católica que explota la residencia en régimen de concierto. Aquellos usuarios que no ocupan plaza concertada pagan entre 1.400 y 1.500 euros al mes, según han relatado las familias. Durante la crisis sanitaria, familiares de los residentes se han quejado de la escasa información recibida del centro sobre el estado de salud de los abuelos internos. Una opacidad informativa de la que también se hizo eco la alcaldesa de Tremp, Maria Pilar Cases (ERC) al denunciar públicamente que, pese a la gravedad de la situación que se vivía en la residencia, el Consistorio no fue informado del contagio masivo.

Tras ordenar la intervención del Sant Hospital, la Generalitat apartó temporalmente del centro a los directivos de la Fundació Fiella y dejó la gestión en manos de Gestió de Serveis Sanitaris (GGS), una empresa pública adscrita al Servicio Catalán de Salud. Es la misma empresa que gestiona el Hospital Comarcal del Pallars, situado junto al geriátrico.

El Ayuntamiento de Tremp ha hecho pública su preocupación por si el brote incubado en el geriátrico se propaga por las calles del municipio, de 5.800 habitantes. El Departamento de Salud anunció este miércoles que intensifica los cribados poblacionales en la región sanitaria del Alt Pirineu y Aran. Se realizarán pruebas en Tremp y municipios vecinos, como Organyà, Coll de Nargó o Isona. También se han programado cribados en Esterri d’Àneu, Rialp, Puigcerdà y Vielha. La acción va dirigida a la población asintomática de más de 16 años, “con el fin de frenar la expansión del virus y romper las posibles cadenas de transmisión comunitaria”, ha señalado Salud.