Las consultas en los ambulatorios catalanes crecen un 36% en octubre por la pandemia

La presión asistencial persiste sobre la atención primaria de Cataluña. Pese a que la curva epidémica va de bajada y los contagios se han atenuado, los centros de salud hacen encaje de bolillos para combinar la atención a personas con covid-19 y a enfermos de otras patoloías. No llegan a todo y, de hecho, según los datos del Servicio Catalán de la Salud (CatSalut), las visitas no covid se han reducido un 12% respecto al año pasado. La pandemia manda y la respuesta a la covid-19 agota los recursos disponibles: de hecho, precisamente por el auge de la segunda ola, en octubre las consultas en los ambulatorios catalanes han crecido un 36% respecto al mismo período del año anterior. El Departamento de Salud prevé crear módulos prefabricados anexos a unos 60 centros de atención primaria (CAP) para hacer pruebas diagnósticas de la infección por coronavirus y mantener bien diferenciados los circuitos covid y no covid.

El mes pasado, los centros de atención primaria hicieron 6.654.360 visitas presenciales o virtuales, por covid u otras patologías. Este montante de actividad es un 36% más que la realizada en el mismo período del año anterior y la pandemia está detrás de este decalaje: la atención primaria tuvo que asumir en octubre de este año casi dos millones de consultas por covid-19 que en 2019 no tuvo. “Con el impacto de la pandemia, la actividad global este año aumenta un 6,8% respecto a 2019”, ha señalado el director del CatSalut, Adrià Comella.

La pandemia ha dado un vuelco a la actividad en la atención primaria. De hecho, en los peores días de la primera ola (en abril), las visitas tradicionales —por patologías no covid— llegaron a caer casi a la mitad con respecto al año anterior, pasando de cuatro millones a poco más de dos. Sin embargo, Comella ha explicado este miércoles que en los últimos cinco meses del año se ha intentado recuperar la actividad habitual y “se ha hecho un 96% de la actividad de 2019”. Cada mes (excepto agosto, que baja la actividad), los CAP catalanes realizan entre cuatro y cinco millones de visitas.

Para sortear las dificultades y el riesgo de contagio que suponía la visita presencial, la atención primaria ha recurrido a la actividad no presencial a través de videollamadas, consultas telefónicas o atenciones virtuales. Así, si bien a principios de año el 80% de la actividad era presencial y el resto telemática, durante la primera ola la proporción se invirtió y solo el 25% de las consultas eran presenciales. En octubre, esta tendencia se ha equilibrado, tanto en covid como en no covid: 2,8 millones de visitas, el 43%, se realizaron cara a cara.

“Hablando con los equipos de atención primaria concluimos que, seguramente, cuando el 80% era presencial y el 20% telemático, no se estaba haciendo bien”, ha explicado Comella. Se refiere a muchos actos burocráticos o administrativos, como una comunicación rutinaria de unos resultados clínicos, que se estaban haciendo de forma presencial innecesariamente. “La idea es ir hacia una mezcla donde la presencialidad sea el 50% o el 60%”, ha apuntado el director del CatSalut. De hecho, y precisamente pensando en reforzar la vía asistencial telemática, el plan de refuerzo de la atención primaria impulsado por el Departamento de Salud contempla incorporar 8.000 webcams a los centros de salud, desplegar una plataforma de SMS e instalar 3.000 ordenadores portátiles y 500 teléfonos móviles, entre otras medidas.

Comella ha explicado además que, para afrontar el aumento de demanda y de tareas asumidas por la atención primaria, Salud ha incorporado 3.258 profesionales desde marzo. La mayoría (más de 2.000) son administrativos, los gestores covid y gestores de escuela, para vigilar la pandemia. De medicina, enfermería y otras disciplinas, como psicólogos, nutricionistas u odontólogos, han sido unos 750 profesionales, según el CatSalut. Precisamente, médicos y enfermeras mantienen sus quejas sobre la falta de sanitarios de estas disciplinas para aliviar la elevada carga de trabajo que asume la atención primaria y lamentan que todos los planes y partidas destinados a fortalecer la atención primaria no refuerzan lo suficiente los recursos humanos de estas especialidades. Comella ha admitido “la dificultad” para incorporar este tipo de profesionales y preparan un plan para atraer médicos y enfermeras que se han ido de Cataluña por las malas condiciones laborales.

Módulos prefabricados

Otro de los planes del CatSalut para afrontar el azote de olas epidémicas venideras es la creación de modulos prefabricados, como barracones, anexos o próximos a los centros de atención primaria. Por ahora, el CatSalut prevé construirlos en unos 60 CAP, pero no descartan que pueda ampliarse esta medida hasta en un centenar de ambulatorios. De forma provisional, Salud ya había recurrido a espacios externos a los CAP, como centros cívicos o locales municipales, para ordenar mejor los circuitos asistenciales, por ejemplo, con la vacuna de la gripe.

“Vemos que la gestión de la epidemia puede ser cada vez más cuidadosa y los Ayuntamientos nos dicen que algunos espacios no los pueden tener cedidos durante mucho más tiempo. Por eso tomamos esta decisión más estructural, para poder vivir un par de años fuera de los centros de salud. Lo ideal es que estos módulos estén al lado del centro de salud o muy cerca”, ha indicado Comella. Los propios centros de salud gestionarán estos espacios y decidirán su uso. “Ayudarán a recuperar actividad ordinaria y permitirá separar mejor el circuito respiratorio del no respiratorio”, ha insistido el director del CatSalut.

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