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El Govern sopesa cerrar las escuelas si no basta con el toque de queda

La cifra de contagiados toca techo desde el inicio de la pandemia y la Generalitat se propone aplicar a partir de este domingo diversas medidas

Reunión del Govern de Cataluña.
Reunión del Govern de Cataluña.David Zorrakino (Europa Press)
Barcelona -

La aplicación del toque de queda en Cataluña parece inminente en cuanto el Consejo de Ministros apruebe este domingo el estado de alarma, pero todo indica que la Generalitat no se quedará solo en eso. La consejera de la Presidencia, Meritxell Budó, ha asegurado hoy que la prohibición de la movilidad nocturna es una medida más de las que se están estudiando y que no se descarta que acabe acordando también un confinamiento domiciliario y el cierre de las escuelas. La evolución de la pandemia, que este sábado volvió a registrar cifras de récord, servirá para modular la respuesta del Govern.

Cataluña registró este sábado 6.073 nuevos contagios en 24 horas, la cifra más alta desde el inicio de la pandemia y los casos confirmados acumulados de coronavirus son ya 225.901, de los que 198.368 lo son con una prueba PCR. El riesgo de rebrote se disparó hasta 713,37 puntos, mientras que el viernes era de 635,71, y la cifra de fallecidos se sitúa en 13.773. Con estos números preocupantes encima de la mesa, el Govern ha anunciado su deseo de aplicar cuanto antes el toque de queda nocturno para intentar contener el virus, pero baraja también otras restricciones más severas si no se contiene la pandemia.

Tres consejeros del Govern han coincidido en sendas entrevistas en destacar la “gravedad” de la situación epidemiológica que se vive en Cataluña y en su voluntad de actuar en cuanto sea posible, pues en esta ocasión la gestión de la pandemia dependerá únicamente de la Generalitat y no del Ministerio de Sanidad, como ocurrió cuando se declaró el primer estado de alarma que entró en vigor el 15 de marzo. El paso necesario e imprescindible para que el Govern actúe es que el Gobierno atienda las peticiones de Cataluña y otras comunidades autónomas y autorice el estado de alarma, algo que sucederá este domingo en una reunión extraordinaria del Consejo de Ministros. A partir de ahí se reunirá el Procicat para debatir y aprobar las medidas necesarias para contener la epidemia en las comarcas catalanas

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Si el toque de queda aparecía como una posibilidad este viernes, ahora se da ya por seguro. La consejera de Salud, Alba Vergés, y el titular de Interior, Miquel Sàmper, explicaron este sábado, en Catalunya Ràdio, que esta medida entrará en vigor en cuanto exista el paraguas legal. Aunque todavía está pendiente de concreción, los consejeros explicaron que podría iniciarse a las 22:00 o las 23:00 horas, mientras que está claro que acabará a las 6:00 horas.

La consejera de la Presidencia y portavoz del Govern concretó un poco más en RAC 1 y aseguró que las 23.00 horas le parecía la hora más razonable de inicio “para garantizar que hayan acabado los espectáculos y que la gente pueda llegar a casa”. En todo caso, el Govern considera que será una medida complementaria a otras que se adopten en el futuro o a las que ya se aplican, como el cierre de bares y restaurantes, en vigor hasta el próximo día 30 y cuya reapertura se empezará a valorar a partir del próximo lunes, según evolucione la pandemia.

“Nuestra voluntad es, tan pronto como sea posible, levantar estas restricciones y que estos sectores que han quedado cerrados (...) puedan recuperar lo más pronto posible su actividad”, apuntó Budó, e insistió en que el toque de queda sería un “confinamiento nocturno” pensando en “el ámbito del ocio”.

La consejera fue más allá a la hora de concretar el alcance de las medidas de la Generalitat. “El confinamiento domiciliario está presente en los debates del Govern, es una posibilidad que se pone encima de la mesa, según avancen los datos epidemiológicos”. En ese sentido precisó que si se produce un confinamiento total “con mucha probabilidad también se habrán de cerrar escuelas”. Los centros escolares cerraron a mediados del pasado mes de marzo y no reabrieron hasta el inicio de este curso escolar, seis meses después.

Pese al aumento imparable de los contagios y hospitalizaciones, la consejera Vergés aseguró que los hospitales catalanes “no están en situación de colapso” por el coronavirus, pero que se tendrán que reorganizar. En este sentido explicó que se está pidiendo a los centros sanitarios afrontar el crecimiento de la pandemia sin dejar de hacer actividad ordinaria. “Esta es la principal diferencia con el mes de marzo”, dijo la titular de Salud. “El Covid estará, y tenemos que asumir todo este crecimiento, pero no podemos abandonar toda la actividad de las demás patologías que hay”, por lo que el Departamento quiere prepararse con más espacios y más profesionales.

Los pacientes ingresados actualmente afectados de coronavirus son 1.743, lo que supone un aumento de 45 respecto al último recuento. Un total de 325 pacientes se encuentran en la unidad de cuidados intensivos (UCI), 29 más que en el balance anterior. La cifra está muy lejos de los más de 1.500 ingresados en esas dependencias que se alcanzaron hace unos meses en el pico de la pandemia.

El consejero de Interior, Miquel Sàmper, aseguró que cuando se decrete el toque de queda previsto por el Govern “habrá mucha presencia policial” en las calles y descartó la posibilidad de que se produzcan detenciones por el incumplimiento de esta medida. Sí dijo que “habrá multas, sanciones económicas” que irán desde los 300 a los 6.000 euros, y que será importante la coordinación entre las policías locales y los Mossos d’Esquadra. También explicó que habrá motivos excepcionales por los que se podrá salir durante la noche: “laborales, las urgencias médicas y los cuidados a gente mayor”.

Por su parte, la consejera de Salud, Alba Vergés, señaló que el estado de alarma permitirá al Govern llevar a cabo medidas ya puestas en marcha en marzo, como la contratación de estudiantes de último curso de medicina y enfermería para reforzar el trabajo de los centros de salud.

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