Cataluña se conjura para elevar la cobertura vacunal de la gripe ante el riesgo de coinfección con la covid-19
El Departamento de Salud compra 1,5 millones de dosis e insta a inmunizarse a ancianos, enfermos crónicos, embarazadas y colectivos como los sanitarios, bomberos y docentes
La gripe y el coronavirus están a punto de volver a verse las caras. La pandemia de covid-19 llegó a España cuando empezaba a desaparecer la epidemia estacional de gripe, pero este invierno, ambos virus volverán a encontrarse. Todavía se desconoce cuál será el impacto del virus de la gripe, si las medidas de protección ayudarán a sortearlo o si, con dos potentes virus circulando en el entorno, uno de ellos (el coronavirus, probablemente) terminará por imponerse al otro. Lo que sí está claro, según la evidencia científica, es que una coinfección de gripe y covid-19 duplica el riesgo de muerte y empeora el pronóstico de los pacientes. Por ello, la Generalitat de Cataluña se ha conjurado para elevar la cobertura vacunal de la gripe y evitar, en lo máximo posible, unos contagios que, además de ser mucho más peligrosos por la amenaza añadida de la covid-19, también aumentarán la tensión del sistema sanitario. El Departamento de Salud ha comprado 1,5 millones de dosis y ha instado a ancianos, enfermos crónicos, embarazadas y colectivos muy expuestos, como sanitarios, bomberos o docentes, a inmunizarse cuanto antes.
“La vacunación de la gripe no lo es todo, pero es una herramienta preventiva importante. Si vacunamos contra la gripe, reduciremos hospitalizaciones y mortalidad. Hay evidencias que muestran que si dos virus coinciden, la probabilidad de morir por covid-19 se multiplica por dos”, ha advertido Carme Cabezas, subdirectora general de Promoción de la Salud del Departamento. Cabezas se refiere a un análisis del Public Health England (PHE) en el que se describen los riesgos de una coinfección por coronavirus y gripe. De hecho, los grupos de riesgo para una y otra dolencia son similares y la exposición a ambos virus circulantes puede ser muy desfavorable para estos colectivos.
El Departamento de Salud recomienda vacunarse a varios grupos de personas: por un lado, aquellos que pueden sufrir complicaciones, como las personas de más de 65 años, aquellos que padecen enfermedades crónicas (incluida la hipertensión), embarazadas o mujeres que acaban de dar a luz (hasta los seis meses), niños menores de dos años que han sido prematuros y personas inmunodeprimidas; también está indicado vacunarse a colectivos esenciales o que pueden transmitir el virus a personas de alto riesgo, como los sanitarios, los bomberos, los policías y, este año, por primera vez, los docentes.
El problema es que las tasas de vacunación en estos colectivos todavía no son óptimas y las autoridades sanitarias instan a subirlas. Así, por ejemplo, entre los ancianos la cobertura es del 52%; entre los enfermos crónicos de más de 14 años apenas llega al 17% y entre los menores de esa edad, no llevan a un tercio los que se vacunan; solo se inmunizan el 30% de los sanitarios y el 34,7% de las embarazadas. Con la amenaza de la covid-19 sobre la mesa, el plan de Salud es incentivar la vacunación de la gripe y llegar a coberturas del 75% en ancianos y sanitarios y del 60% en embarazadas y enfermos crónicos.
La vacuna de la gripe cambia cada año para adaptarse a la alta capacidad de mutación del virus circulante. En el mes de febrero, la Organización Mundial de la Salud decide contra qué cepas —las que se prevé que serán más predominantes— se fabricará la inmunización y se comienza a producir en masa. Aunque la de la gripe no es la vacuna más efectiva —fue de entre el 40% y el 60% la temporada pasada—, los expertos insisten en que evita complicaciones graves y consecuencias fatales en muchos casos. Según el Ministerio de Sanidad, se estima que el año pasado en España la vacunación evitó el 37% de muertos, el 40% de ingresos en cuidados intensivos y el 26% de las hospitalizaciones por gripe en mayores de 65 años.
Vacunas fuera del CAP
La subdirectora del Servicio Catalán de la Salud, Marta Chandre, ha apuntado que, además de proteger a los colectivos de riesgo, la vacunación ayuda a evitar más tensión en el sector sanitario. “Nos interesa más que nunca intentar estrategia que vaya en favor de destensionar el sistema sanitario. Además, como la clínica de la gripe y la covid-19 se parecen, el hecho de que estés vacunado facilita el diagnóstico diferencial a los clínicos”, ha explicado.
Para evitar aglomeraciones y presión asistencial en los centros de atención primaria (CAP), el Departamento de Salud ha habilitado espacios alternativos cerca de algunos CAP para vacunar de la gripe. Así, hay 635 locales, como centros cívicos, bibliotecas y otros espacios municipales, habilitados en toda Cataluña para realizar las inmunizaciones, que serán administradas por personal de enfermería de los centros de salud de referencia.
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