Torra, Puigdemont y Mas critican desde Perpiñán la “represión” del Estado

Los expresidentes de la Generalitat Artur Mas, Carles Puigdemont y Quim Torra, han realizado esta mañana una conferencia de prensa conjunta en Perpiñán, en el sur de Francia, en la que han denunciado la “represión” que consideran haber sufrido los tres por parte del Estado español y han vertido duras críticas contra el Rey, la justicia español y el Gobierno.

“No hemos venido a quejarnos ni a exhibir nuestras heridas, que las tenemos y que procuramos llevar con la máxima dignidad posible, sino que hemos venido a explicarnos”, ha dicho Artur Mas. “Los tres fuimos elegidos legalmente y democráticamente. Los tres hemos cumplido los mandatos de los ciudadanos recibidos en las urnas y el Parlament y los tres hemos sufrido o sufriremos persecución judicial o económica”, ha añadido el expresidente, al tiempo que ha proclamado que ese hecho es “una anormalidad” en la Unión Europa y que “es estúpido contestar a la política con la vía judicial”.

Artur Mas fue condenado a dos años de inhabilitación por desobedecer al Tribunal Constitucional y celebrar la consulta sobre la independencia del 9 de noviembre de 2014. Su sucesor, Carles Puigdemont, se encuentra en Bélgica huido de la justicia española pero ejerce como eurodiputado. Quim Torra fue condenado la semana pasada a un año y medio de inhabilitación por desobediencia en el caso de las pancartas de apoyo a los dirigentes independentistas encarcelados o huidos.

“Nuestra represión es una anomalía, total, absoluta, gigantesca y no se puede construir una buena Europa con una España como esta”, ha insistido Mas, quien considera que la mediación internacional estará cada vez más cerca si el independentismo aumenta su apoyo en las próximas elecciones autonómicas.

Carles Puigdemont, por su parte, ha negado que la comparecencia conjunta de los tres expresidentes tuviera como objetivo contraprogramar la visita de Felipe VI a Barcelona durante esta mañana, sino más bien al contrario. “Ya la teníamos acordada hace tiempo, pero no lo dijimos por cuestiones de seguridad”, ha añadido. “No creo que nos hayan contraprogramado ellos a nosotros”, ha añadido con ironía. La visita del Rey y de Pedro Sánchez se hizo pública la mañana del pasado día 5, mientras que la de los expresidentes se anunció la tarde del día 7.

El expresidente huido en Bélgica de la justicia española ha recordado que él hablaba desde Perpiñán mientras estaba en Barcelona “el rey de los españoles, representante de una monarquía restaurada por Franco”. Puigdemont ha añadido que era “el mismo rey que ha intentado perjudicar a los catalanes, que ha alentado la fuga de empresas de Cataluña y que alentó la represión” en 2017. “Es un récord que encaja con la tradición de los borbones que en los seis años de Felipe VI, hayan sido inhabilitados o destituidos los tres expresidentes Generalitat”. En su opinión, “algo huele a podrido y debería responder el Estado o la Unión Europea”.

Por su parte, Quim Torra ha asegurado que “el Estado ha instruido una causa general contra el independentismo que ha afectado a derechos fundamentales como la libertad de expresión” y que siendo presidente, “con las manos atadas a la espalda” había afrontado “una de las mayores catástrofes de los últimos años”, en referencia a la pandemia. “No es posible para un independentista esperar justicia en España, la única esperanza es Europa”, ha añadido Torra, quien ha mostrado muy pocas esperanzas en la mesa de diálogo con el Gobierno. “El diálogo que promete España acaba siempre con sentencia de cese, inhabilitación o exilio”, ha añadido.

Después de acabar sus intervenciones y antes de someterse a las preguntas de los periodistas, los tres expresidentes han leído un manifiesto en inglés, francés y catalán en el que denuncian “el conflicto político con el Estado español por querer ejercer el derecho de autodeterminación”. Mas, Puigdemont y Mas reiteran que su proyecto democrático es “la república catalana”, que son “representantes de una mayoría política y parlamentaria” y que se le ha aplicado “una justicia de parte y malintencionada”. El manifiesto denuncia que en Cataluña “hay presos políticos y exiliados, sometidos a la arbitrariedad del Estado” y que eso “no es justicia, es represión política”. En su opinión, los procesos judiciales contra ellos tres “es una clara señal del conflicto”, por lo que era necesario “diálogo y mediación”.