Por una Barcelona no “llorona” y con proyectos estratégicos

En un escenario montado en un lateral de la estación de Francia, con poco público en la sala pero con 8.500 inscritos de 111 países de todo el mundo siguiendo los actos de la Barcelona New Economy Week (BNEW). La reunión, uno de los primeros eventos con público desde el estallido de la pandemia, ha arrancado este martes con el propósito de impulsar la recuperación económica y posicionar a la capital catalana como uno de los centros de la nueva economía. Serán cuatro jornadas en tres escenarios distintos: la estación de Francia, la Casa Seat y Movistar Centre. Unas sesiones más virtuales que presenciales en lo que será el nuevo formato de buena parte de los congresos y reuniones.

En el BNEW, organizado por el Consorcio de la Zona Franca, han coincidido cinco alcaldes de Barcelona: la actual alcaldesa, Ada Colau, que ha inaugurado las jornadas, y cuatro exalcaldes, Narcís Serra, Joan Clos, Jordi Hereu y Xavier Trias, que han protagonizado el primero de los debates, moderado por el delegado del consorcio de la Zona Franca, Pere Navarro.

¿Qué recetas tiene la ciudad para la crisis que ha supuesto la pandemia? Más o menos ese era el planteamiento de salida. De entrada, los cuatro exalcaldes estuvieron de acuerdo en algunas cosas. Por ejemplo, Barcelona es una ciudad resiliente por naturaleza, porque está acostumbrada a salir adelante por sí misma sin contar con las ventajas de ser capital de Estado y también convinieron en que en este momento hace falta un amplio consenso político para fijar los objetivos con una mirada puesta en el medio y largo plazo. A partir de ahí, cada uno de ellos puso el acento en lo que consideran más importante para reactivar la economía y una sociedad empobrecida por el impacto del coronavirus.

Hereu -que acaba de ser nombrado presidente de Hispasat- ha recordado una idea del que también fue alcalde, Pasqual Maragall: "Él decía que una ciudad llorona no va a ninguna parte. Yo estoy de acuerdo y ahora hay que hacer propuestas de fondo, como se hicieron en las décadas de los 80 y los 90. Hay que atraer el interés de Europa siendo una capital de la economía digital y lo medioambiental, de la movilidad sostenible. Estas son las propuestas que hay que generar”.

Unas apuestas que trascienden de la propia capital: “No se puede pensar en los términos de la actual área metropolitana, ya no es real. La Barcelona metropolitana tiene que incluir tanto el Vallès Occidental como el Oriental si lo que queremos es buscar una estrategia territorial”, en opinión de Clos que ha añadido que ahora es buen momento para alcanzar pactos: “En tiempos de crisis, los consensos son más fáciles”. Y ha puesto ejemplos: “Igual es el mejor momento para desencallar el corredor del Mediterráneo y desbloquear la línea 9 del metro”. “Y la red de Cercanías”, añadía Xavier Trias que convenía en el potencial de la ciudad en todo lo relacionado con las nuevas tecnologías: “También nos tenemos que poner de acuerdo en el futuro de la sanidad y en cómo se afronta el problema de la vivienda". Y ha afirmado, en una crítica implícita al gobierno de Colau, que tampoco "es el momento de romper el pacto por la movilidad al que habíamos llegado”.

Invertir en enseñanza e investigación debería ser la estrategia de futuro de Barcelona, en opinión de Serra, que ha subrayado que para afianzar cualquier estrategia de ciudad sería necesario “resolver la división catalana porque así estaríamos mucho mejor”. A la situación política catalana también ha aludido Hereu: “No hay que pelearse en debates esencialistas. Hay que estar por otras cosas”. El guante lo ha recogido Trias: “Yo no soy un esencialista. Yo hablo de la no dependencia de Barcelona”.