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Los médicos de atención primaria de Cataluña convocan una huelga entre el 13 y el 16 de octubre

El Instituto Catalán de la Salud tilda de desafortunado el paro en plena pandemia y advierte de que las demandas, que son mejoras retributivas y organizativas para atraer facultativos, son “inasumibles”.

Protesta de facultativos en el edificio del Departamento de Salud de la Generalitat el año pasado.
Protesta de facultativos en el edificio del Departamento de Salud de la Generalitat el año pasado.Massimiliano Minocri
Jessica Mouzo

Tambores de huelga en la atención primaria. Otra vez. Apenas dos años después del gran paro de la atención primaria catalana, el sindicato Metges de Catalunya (MC) ha vuelto a convocar una huelga de médicos de familia del Instituto Catalán de la Salud (ICS) para los días 13, 14, 15 y 16 de octubre. Los facultativos aseguran que, desde aquella huelga, poco o nada ha mejorado en las consultas. Sigue la precariedad laboral y la presión asistencial, endurecida ahora con la carga de trabajo extraordinaria provocada por la pandemia, el incremento de tareas —detección y control de casos positivos y contactos, seguimiento en residencias— y las labores burocráticas. Sin embargo, si bien el primer paro contó con el favor de la profesión y de la calle, que empatizó con las demandas de los sanitarios, la nueva huelga convocada por el sindicato médico coincide en pleno auge de la segunda ola de pandemia de covid-19, con las consultas a reventar y retrasos acumulados a causa del parón que ocasionó la crisis sanitaria en los primeros meses. Algunas asociaciones médicas ya han avanzado que no secundarán el paro.

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“Es la huelga de la desesperación”, ha dicho el portavoz del sector ICS de Metges de Catalunya, Javier O’Farrill al anunciar las movilizaciones. “Hemos llegado aquí porque ha existido dejadez y maltrato hacia los facultativos de atención primaria. No queremos ser cómplices del desmantelamiento de la atención primaria”, ha lamentado el médico. El sindicato asegura que el sector está “colapsado” y la atención a los pacientes no es de calidad. “Es una atención primaria de beneficencia”, ha apostillado Elena Bartolozzi, secretaria del Sector Primaria ICS de Metges de Catalunya

El sindicato ha lanzado la pelota al ICS, la gran empresa pública que gestiona ocho grandes hospitales y el 80% de la atención primaria. En su mano, ha dicho O’Farrill, parar esta huelga. El sindicato exige reajustar los tiempos de visita a las necesidades actuales —se había pactado entonces una consulta telefónica de 6 minutos por pacientes— y rehacer los estudios de cargas de trabajo que se llevaron a cabo tras la huelga de 2018 para medir la presión asistencial en cada uno de los centros de atención primaria.

Además, MC reclama recuperar los facultativos perdidos durante la última década —unos 800—. "Las condiciones laborales y retributivas son insostenibles. Se van al extranjero porque las retribuciones son mejores, el tiempo por visita, la calidad asistencial, la dignidad”, ha valorado Bartolozzi. En concreto, “incrementar las retribuciones fijas para recuperar la pérdida salarial mantenida desde 2010”, recoge el documento de la huelga, o mejorar el acceso al complemento por carrera profesional que, según el sindicato, solo recibe el 30% de los facultativos que cumplen los criterios establecidos para percibir este plus. Según un estudio del Centro de Estudios del Sindicato Médico de Granada, los médicos catalanes tienen uno de los sueldos más bajos de España: un facultativo tipo 1 —joven, con plaza de sustituto y guardias en atención continuada, sin dedicación exclusiva y con un trienio reconocido— tiene un sueldo base anual de 38.382 euros en Cataluña, mientras que en el País Vasco es de 51.857 euros.

De la anterior huelga, que tuvo un seguimiento del 60%, la atención primaria logró una inyección de 100 millones de euros y la incorporación de unos 250 profesionales para reducir la sobrecarga asistencial, entre otras medidas. El sindicato denuncia que el ICS aún no se han cumplido todos los puntos del acuerdo y, en cualquier caso, con la llegada de la pandemia, la atención primaria ha pasado de la sobrecarga al “colapso”. “Estamos desesperados porque queremos hacer lo que nos toca y no lo podemos hacer”, ha insistido Bartolozzi.

Peticiones “inasumibles”

El ICS ha respondido con rotundidad a la convocatoria de huelga de Metges de Catalunya y ha advertido que, en plena pandemia y con el sobreesfuerzo económico que está haciendo el Govern para hacer frente a la crisis sanitaria, las demandas del sindicato son “inasumibles". En un comunicado, la empresa pública ha tildado la decisión de MC de ir a la huelga de inoportuna. “Es una decisión que ni comprendemos, ni compartimos, ni juzgamos oportuna desde ningún punto de vista”.

El ente público asegura que dio por cumplido el grueso del acuerdo de huelga hace más de un año, aunque la implementación terminaba a los dos años de la firma (es decir, este mes de noviembre). La pandemia, ha justificado, apareció cuando “más intensamente se estaban aplicando las reformas estructurales de la atención primaria” y es por ello que tildan de “desafortunada” la afirmación “del sindicato de que no se cumplen algunos flecos mínimos del acuerdo".

En cualquier caso, el ICS defiende que la plantilla se ha ido incrementando paulatinamente y señalan que, entre agosto de 2019 y el mismo mes del 2020, el personal de atención primaria equivalente a jornada completa creció un 4,58%, la mayoría sanitarios. Además, el ente público reivindica el plan de refuerzo de la atención primaria anunciado por el Servicio Catalán de la Salud (CatSalut), que implica una inversión de 127 millones anual hasta 2022, y la contratación de 3.811 profesionales, aunque solo 306 de estas incorporaciones serán facultativos. Esta inyección extraordinaria de recursos, además, no revierte los recortes en médicos que ha sufrido la atención primaria en los últimos 10 años.

A propósito de los salarios, el ICS insiste en que se están esforzando por mejorar las retribuciones y asegura que los sueldos medios de los médicos en 2014 eran de 54.062 euros, mientras que en 2019 eran de 68.905 euros.

Huelga descafeinada

Más allá de la disputa abierta entre el ICS y Metges de Catalunya, el sector de la atención primaria coincide en el diagnóstico sobre la situación: los centros de salud están saturados y urge una inyección de recursos para virar el timón. Sin embargo, no se vislumbra tanta unanimidad como en 2018 en favor de las movilizaciones. “Consideramos importante la reivindicación del 25% del presupuesto para la atención primaria, pero no estamos seguros de que sea el momento para hacer una huelga dadas las circunstancias”, señalan fuentes del Foro Catalán de Atención Primaria (Focap). Esta entidad, una de las más combativas en la defensa del sector, aboga, además, por “una movilización de todos los profesionales y no de un solo colectivo”. Por su parte, Rebelión Primaria, otra de las plataformas más reivindicativas en este sector, “no se adherirá a la huelga ni pedirá a la CGT que convoque a todos los profesionales, como hizo la otra vez", explican las mismas fuentes de la Focap.

“Los motivos de la huelga están, pero no sé si es el momento. Es contraproducente para los ciudadanos. Del mismo modo que creo que fue un acierto y una catarsis la huelga de 2018, no sé hasta qué punto la ciudadanía secundaría una huelga. Creo que llegará el momento de que tendremos que ajustar cuentas, pero no sé si es ahora ese momento”, valora Antoni Sisó, presidente de la Sociedad Catalana de Medicina de Familia y Comunitaria (Camfic). Sisó admite que los centros de salud está “hipersaturados” y advierte que en cuatro meses, “los CAP han asumido un incremento de actividad del 40%” y es preciso solucionar esta situación. El médico reclama una reforma “del modelo entero de atención primaria”: “La atención primaria se transforma en base a los facultativos y a la infraestructura. No necesitamos TAC, ni quirófanos, ni UCI. Necesitamos profesionales y adaptar las infraestructuras, atraer el talento que se fuga, poder autogestionar las agendas, desburocratizar el trabajo".

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Sobre la firma

Jessica Mouzo
Jessica Mouzo es redactora de sanidad en EL PAÍS. Es licenciada en Periodismo por la Universidade de Santiago de Compostela y Máster de Periodismo BCN-NY de la Universitat de Barcelona.

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