Patronales y defensores del coche privado se organizan contra la política de movilidad de Colau
El Ayuntamiento de Barcelona acepta revisar el corte de tráfico de Via Laietana
Anunciaron que estaban organizándose antes del verano y este miércoles se han presentado en un acto celebrado telemáticamente. Son la Plataforma Pro Movilidad Libre y agrupan a 54 asociaciones profesionales, patronales y entidades contrarias a la política de movilidad del gobierno de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. La Plataforma agrupa desde la gran patronal Fomento del Trabajo, hasta asociaciones de motoristas, de gasolineras, comerciantes, una veintena de gremios (comerciales, talleres, garajes, instaladores, hoteleros, libreros o el de aceitunas y conservas), pasando por patronales del motor, del metal o Cecot. Y piden al consistorio que reconsidere sus medidas y se siente a dialogar.
La nueva entidad, que recuerda que los sectores económicos están tocados por la crisis del coronavirus, defiende “la libertad de elección del usuario a escoger entre una oferta amplia de soluciones de movilidad y permitir una competencia abierta y complementaria que vaya más allá de soluciones que son de gestión y titularidad pública”, según en el manifiesto que han presentado. En el texto reivindican que el transporte “es un vector dinamizador de crecimiento de los negocios vinculados al comercio, los servicios, la restauración y el turismo, la educación, el ocio y los espectáculos” y que su “ordenación es clave”.
Los firmantes aseguran compartir los criterios de “salud, sostenibilidad, eficiencia o movilidad inteligente” impulsados por el Ayuntamiento y el Área Metropolitana pero cuestionan que “se orienten a fomentar el transporte público y reducir los vehículos a motor”, afirma el manifiesto leído por Joan Blancafort, del Gremio del Motor y portavoz de la flamante entidad.
Durante el acto han intervenido una veintena de representantes de gremios y asociaciones que han criticado la "falta de diálogo e imposición” de las políticas de movilidad por parte de Colau y han criticado de arriba a abajo las actuaciones realizadas: la Zona de Bajas Emisiones, el encarecimiento del precio de la zona azul de aparcamiento, los nuevos carriles bici y pacificaciones o los cortes de tráfico puntuales como el de Via Laietana. Colectivos como el de los motoristas han asegurado que se sienten “criminalizados” y los comerciales se han referido a nuevos carriles bici donde “en tres o cuatro horas no pasa nadie”.
En el acto ha participado la concejal de Movilidad, Rosa Alarcón, que ha confirmado que este martes se reunieron los comerciantes del centro agrupados en Barcelona Oberta con la alcaldesa y el teniente de alcalde Jaume Collboni y que el consistorio ha aceptado revisar el corte de Via Laietana. Alarcón ha aguantado una lluvia de críticas y alertas sobre perjuicios de las políticas de movilidad (sin datos por parte de los miembros de la Plataforma) y ha respondido con contundencia. “Podríamos haber actuado con más consenso, pero niego la mayor: la movilidad libre, nos regimos por normas y no podemos hacer lo que nos da la gana y menos en la ciudad. No hablaría de movilidad libre sino de derecho a la movilidad universal”, ha afirmado y ha negado “que no haya diálogo”.
Entre las voces que han intervenido, la del presidente del Consejo de Gremios de Comercio y Turismo, Joan Guillén, que ha subrayado que “en pocos casos ha habido tanto consenso” y ha pedido al Ayuntamiento “que repiense las actuaciones emprendidas”. David Garrofé, de Cecot, ha criticado que “no se haya analizado el impacto económico de una medida que no garantiza la competitividad de las empresas". Especialmente vehemente ha sido la directora de Barcelona Oberta, Núria Paricio. “Necesitamos un 57% de gente de fuera para vivir y el comercio está en la UCI”, ha afirmado y ha reivindicado diálogo.
Las pacificaciones con urbanismo táctico (pintura y mobiliario) también han sido objeto de duras críticas. Luis Fernández, de StopColau, ha asegurado que “la ciudad da vergüenza, se están cargando todos los chaflanes del Eixample", ha alertado antes de asegurar que "la ciudad es un chiquipark de calles pintadas, sin transporte eficiente y seguro”. La vicepresidenta de la patronal del sector metalúrgico Aebal, Rosa Filol, ha asegurado que “la ignorancia es muy atrevida y esto de los colores pintados en Barcelona no lo entiende nadie, cuando el código de circulación es internacional”.
Desde el Gremio del Motor, Jaume Roura ha recordado que las ventas de coche se han desplomado hasta un 95% durante la pandemia, que el sector genera mucha ocupación y que hay empresas que todavía “no han podido levantar la persiana”. “Queremos una movilidad ordenada que no sea veto de nada”, ha pedido. También ha intervenido Daniel Pajares, en nombre de los 300.000 motoristas de Barcelona, que ha asegurado que “no hay mejor reforma horaria para facilitar la conciliación que la movilidad en moto”, que permite ahorrar entre media y una hora y media en trayectos.
Por parte del Gremio de Talleres, Celso Besolí ha reclamado “datos objetivos que apoyen los cambios realizados”. “Estamos consiguiendo una ciudad hostil con la base del tejido de la ciudad”. “No podemos ver impasibles como se atenta contra los derechos de los barceloneses, pedimos a los partidos que se posicionen para restablecer el orden anterior”, ha dicho el representante de las Gasolineras, Abert Campabadal.
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