Nissan plantea aplazar el cierre a junio y los sindicatos dicen que no negociarán si no se retira el ERE

Nissan ha cedido parcialmente en sus pretensiones públicas iniciales y ha abierto la puerta a mantener abiertas sus tres plantas de Barcelona medio año más, hasta el 30 de junio de 2021. Mantiene intacta una posición, la de mantener la negociación sin retirar el expediente de regulación de empleo (ERE) sobre 2.525 trabajadores, tal y como le reclama el comité de empresa. E, igualmente, iniciar parte de los despidos a partir de enero próximo, ateniéndose a la carga de trabajo que de la fábrica de la Zona Franca, que hasta su actual paralización trabajaba al 25% de su capacidad.

En los nuevos planes de la multinacional japonesa está volver a producir los cuatro modelos que se ensamblan en Cataluña, su furgoneta eléctrica y la ranchera que produce para Nissan, Renault y Mercedes a partir de septiembre y hasta el cierre definitivo. El responsable de la liquidación del negocio de fabricación de Nissan en Cataluña, Frank Torres, ha explicado que el objetivo de prolongar el calendario se basa en las demandas de las administraciones y los sindicatos, que buscan estirar al máximo el calendario para buscar una alternativa industrial a las tres plantas y, con ello, salvar a la actual plantilla y al parque de proveedores. La crisis de Nissan ha dejado en el aire entre 15.000 y 25.000 empleos.

Torres ha explicado que su oferta se basa sobre cuatro puntos: extender la fecha del cierre, no incluir despidos hasta el 31 de diciembre de este año, alcanzar un acuerdo económico sobre las indemnizaciones por despido --que ha evitado aclarar-- y reiniciar la producción. En paralelo se crearán dos grupos de trabajo con sindicatos y administraciones. Uno para asegurar el futuro del centro técnico de Nissan en Barcelona y otro para tratar de buscar alternativas de carga para los proveedores de la compañía automovilística presentes en España.

Nissan ha recibido el interés de algunas empresas para instalarse en las actuales plantas de la compañía, pero ha considerado que ninguna de ellas es “robusta” ni “firme”. “Intereses hay”, ha admitido, pero también ha dicho que para que acaben de fructificar antes se tendría que asegurar la “paz social”.

Hay un gran obstáculo en la negociación y no es otro que el temor que tienen los sindicatos de negociar con un ERE sobre la mesa, que consideran que les deja en inferioridad de condiciones para negociar. Nissan quiere cerrar la negociación este mes, aunque Torres ha señalado hoy su disposición a prolongar las negociaciones un mes más. Pero el ERE no lo negociará y, en esas condiciones, los representantes de los trabajadores ven difícil poder reanudar la producción.

El pasado 28 de mayo, Nissan anunció su decisión de cerrar en diciembre las instalaciones que tiene en Barcelona -Zona Franca (fábrica de furgonetas), Montcada i Reixac (ejes) y Sant Andreu de la Barca (suspensiones y bastidores)-, así como otros centros de trabajo en la región.