Barcelona impulsa un pacto de reconstrucción post covid-19 con todos los partidos y 50 entidades
Representantes del tercer sector piden medidas urgentes para afrontar las urgencias sociales
Todas las formaciones políticas del Ayuntamiento de Barcelona, además de un amplio espectro de entidades de todo tipo de la ciudad, se sumaron ayer a un amplio acuerdo que pretende impulsar la recuperación social y económica de la capital catalana de los efectos de la pandemia del coronavirus. Se trata de una suerte de resurgimiento, bautizado como Pacte per Barcelona, que ayer dio su primer paso al constituirse en el Consistorio.
Aunque por vía telemática, la constitución del Pacte de Barcelona aunó ayer a partidos y entidades del tejido económico y social, educativo, cultural, deportivo y científico en un encuentro presidido por la alcaldesa Ada Colau. “La vida cambiará y la normalidad no será la de antes, pero eso también puede ser una oportunidad. Todos sabemos que los próximos meses serán difíciles, pero hay esperanza de salir más unidos y fuertes”, afirmó la edil, que agradeció el espíritu positivo de todos los participantes.
La oposición no rechaza la iniciativa del Gobierno de los comunes y socialistas, pero el apoyo se produce con bastantes matices. ERC teme que se trate solo de una operación de imagen y por eso pide que se marque un ritmo de trabajo ambicioso y real. Para el PP, en cambio, el problema principal es que el ritmo de las sesiones y calendario para llegar a acuerdos es lento cuando la situación es de emergencia. Una crítica que también formulan desde Junts per Catalunya, que temen que sea una iniciativa más estética que otra cosa, y que lo que cuenta es tomar medidas. “Seguimos siendo el gobierno de la ciudad y se seguirán tomando decisiones día a día con independencia del pacto, son dos cosas diferentes”, apuntó Jaume Collboni, primer teniente de alcalde. Barcelona pel Canvi respaldó la iniciativa a la que sumaría a más actores.
En la gran mesa de reuniones telemática estaban las universidades, las patronales Foment del Treball y Pimec, los sindicatos mayoritarios CC OO y UGT, Fira de Barcelona, el Consejo de Gremios de Comercio, Servicios y Turismo de Catalunya, Barcelona Global, el Colegio de Arquitectos, la Mesa de Entidades del Tercer Sector, el Pacto por la Movilidad, la Federación de Asociaciones de Vecinos (FAVB), el Centro Tecnológico de Catalunya o las escuelas de negocios ESADE o IESE, entre los 50 participantes. Todos hablaron —con un tiempo ajustado— para dar una pincelada de sus puntos de vista y propuestas de medidas a tomar.
Desde la Taula del Tercer Sector, por ejemplo, se incidió en la necesidad de un plan de emergencia en dos ámbitos: vivienda y trabajo. Los dos problemas más graves junto con el más básico, la alimentación. Porque en Barcelona se ha multiplicado por tres la demanda de alimentos que vehiculan todas las entidades sociales. Para la patronal de la pequeña y mediana empresa, en cambio, lo vital es aplicar medidas que ayuden a dos sectores muy tocados por el cierre forzoso, como lo es el del comercio y la restauración. Además de anular la aplicación de tasas y facilitar el acceso a los créditos.
El Pacte per Barcelona dibuja cuatro objetivos básicos que serán los grupos de trabajo en los que se integran las entidades que forman parte del mismo: economía, modelo urbano, social y cultural-internacional y deportivo. Serán ellos los que formulen las diferentes propuestas. La segunda reunión se producirá en mayo con la activación de esos grupos de trabajo, en junio una tercera y en julio, la última, en la que se firmarán los acuerdos. La vigencia del Pacte per Barcelona será de un año y medio, el tiempo que, calculan, se tardará en que la ciudad se rehaga del impacto de la pandemia del coronavirus. Un pacto muy amplio que abarque e involucre a toda la ciudad desde todos sus ámbitos para impulsar la recuperación social y económica de los efectos del covid-19 que ha dejado sin trabajo a miles de personas (300.000 en marzo) y con un 21% de la población en riesgo de pobreza. Una suerte de resurgimiento, bautizado como Pacte per Barcelona, que este martes dio su primer paso al constituirse en el Ayuntamiento con el apoyo de todos los partidos políticos y 50 entidades de la ciudad.
Estrategia de futuro
Uno de los objetivos del pacto, a medio plazo, es recuperar el dinamismo de la ciudad y definir los planes estratégicos del futuro. Entre ellos, destaca la construcción de un modelo de ciudad que refuerce la salud y el cuidado de las personas, reforzar la transformación digital de la economía y la transición energética como motores de generación de riqueza, consolidar la reputación internacional de Barcelona, avanzar en criterios de equidad para no dejar a nadie atrás y velar por una ciudad que sea más habitable. La alcaldesa resumía que esta crisis ha venido a subrayar problemas que ya existían: la precariedad laboral de las mujeres, la necesidad de cambiar el modelo asistencial de las residencias y la urgencia de hacer la movilidad de las ciudades más sostenible.
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