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Moreno nombra a un médico de la privada como ‘número dos’ de Sanidad para reestructurar el servicio público de salud

Nicolás Navarro compaginaba su cargo de jefe de Urgencias del Hospital HLA Inmaculada, de Asisa, con la tenencia de alcaldía de Motril y la vicepresidencia de la Diputación de Granada

Un día después de hacer pasar a su partido a la ofensiva en materia sanitaria, lanzando la consigna de que es “un bulo” que el PP haya privatizado la sanidad andaluza y que, por el contrario, su Gobierno es el que “mas ha invertido en servicios públicos”, el presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, ha nombrado como viceconsejero de Sanidad a Nicolás Navarro Díaz, jefe del servicio de Urgencias y médico de Urgencias del Hospital Universitario HLA Inmaculada de Granada, un centro médico privado del grupo Asisa. Como número dos de la Consejería de Sanidad será el encargado de poner los mimbres para la transformación del sistema de salud público andaluz cuya estructura y organización están obsoletas y necesitan de un nuevo modelo, según las conclusiones a las que ha llegado el barón popular tras la crisis de los cribados.

El hecho de que un médico que trabaja en un hospital privado -puesto que combina con el de teniente de alcalde de Motril (59.867 habitantes) y la vicepresidencia de la Diputación de Granada, según su currículo- sea quien vaya a gestionar la sanidad pública andaluza ha levantado la suspicacia de los sindicatos y la oposición. “Toda una declaración de intenciones, después de negar lo que es evidente, la privatización de la sanidad, Moreno Bonilla nombra como viceconsejero de Sanidad a alguien que ejerce en la privada”, ha puntualizado la vicepresidenta primera del Gobierno y candidata del PSOE de Andalucía a la Junta, María Jesús Montero en su cuenta de X.

Desde el Gobierno andaluz, sin embargo, se soslaya esta circunstancia. “Es médico del SAS, en excedencia forzosa al pasar a ocupar un cargo público, pero con el objetivo de no perder su vinculación sanitaria ha estado compaginando esas tareas con la actividad privada”, ha explicado la portavoz del Ejecutivo autónomo, Carolina España, tras el Consejo de Gobierno en el que sea aprobado el nombramiento de Navarro. “Se trata de que en este equipo estén los mejores”, ha incidido España.

El nuevo viceconsejero de Salud cumplirá 46 años el próximo mes de febrero y su lema en Instagram es: “Esfuérzate. Con el esfuerzo conseguirás todo lo que te propongas”. Además de su lema, el esfuerzo es un requisito que con seguridad se aplica a sí mismo porque, hasta el nombramiento de este lunes, compatibiliza tres trabajos que requieren, sin duda, mucho esfuerzo. En el ámbito de la política local, ha sido hasta este lunes -cuando ha renunciado a sus cargos públicos-, primer teniente alcalde del Ayuntamiento de Motril, con responsabilidad en Economía y Hacienda, Desarrollo del litoral, Proyectos Estratégicos y Nuevas Tecnologías. Este cargo supone que, en ausencia de la alcaldesa popular, él asume la máxima responsabilidad. A la vez, en la Diputación Provincial granadina, Navarro ha ejercido hasta ahora como vicepresidente primero, portavoz y diputado delegado de Presidencia y Proyectos Estratégicos. Finalmente, su perfil oficial añade que “en la actualidad” es Jefe de Urgencias y Médico de Urgencias en Hospital Universitario HLA Inmaculada de Granada. Dos cargos políticos de gran relevancia y máxima confianza como número dos y un cargo profesional de gran responsabilidad y, en principio, intensa dedicación tanto en la faceta de médico como en la de responsable de organización del servicio. Antes de entrar en la medicina privada, Navarro trabajó como médico especialista de Urgencias en el Hospital Universitario de Poniente en El Ejido (Almería), puesto del que, como ha recalcado la portavoz de la Junta, se encuentra en excedencia.

El asunto que levanta más dudas es, como explica María Ángeles Prieto, diputada del PSOE en el Parlamento de Andalucía y su portavoz de Salud, que “las decisiones sanitarias de la consejería en los próximos meses las tome alguien que llega como directivo de la sanidad privada”. Para Prieto, eso supone “la confirmación del modelo de Moreno Bonilla, que seguirá con el modelo de privatización de la sanidad pública. Al día siguiente de que los andaluces llenaran las calles pidiendo reforzar la sanidad pública y frenar la privatización, la respuesta del presidente andaluz es colocar al frente de la sanidad a este hombre. O no se enteran de nada o esto es prepotencia absoluta”.

No es la primera vez que en la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía aparecen mezcladas la empresa privada y un cargo público. En abril 2024, tres meses después de dimitir como viceconsejero de Salud, Miguel Ángel Guzmán fue fichado por la aseguradora privada Asisa como director médico, aunque finalmente, la Junta dictaminó que existía incompatibilidad y que no podría incorporarse a su nuevo puesto hasta pasado el verano. Guzmán se incorporó a la administración autonómica en 2019 como gerente del SAS, después de haber sido director médico del Hospital Vithas Parque San Antonio de Málaga, y en 2022 pasó a ser viceconsejero de Salud, a las órdenes de Catalina García.

Durante el desempeño de ambos cargos, la consejería amplió la contratación exprés autorizada durante la pandemia casi un año más de que la normativa que la autorizaba decayera. Entre 2020 y 2022 se firmaron 21.668 contratos de emergencia por valor de 1.600 millones de euros. 43,67 millones fueron a parar a 11 centros propiedad del Grupo HLA, en el que Asisa decidió agrupar en 2016 a los hospitales que gestiona, que llevaban la firma de Guzmán como gerente del SAS. En este tiempo también se realizaron renovaciones extemporáneas de un concierto con una de sus clínicas por valor de 5,2 millones de euros.

“El sistema no está colapsado”

Como vicesecretario de Salud del PP en Granada, Navarro firmó hace unas semanas un artículo de opinión en el diario Ideal en el que recordaba, siguiendo la consigna de su partido de minimizar el alcance de la crisis de los cribados, que el problema afectaba solo a “pruebas consideradas dudosas y que precisaban un seguimiento y/o pruebas complementarias para completar el diagnóstico. Luego continuaba respaldando las soluciones del presidente popular andaluz, quien, según él, tras la crisis de los cribados ha puesto el sistema sanitario a funcionar “llamando una a una a todas las afectadas, realizando pruebas complementarias los siete días de la semana, mañana y tarde, 12 millones de euros adicionales al plan de cribado y más número de profesionales … y poniendo al servicio de las afectadas la administración autonómica”. Para Navarro, “ni el sistema ha colapsado, ni el sistema sanitario público está abandonado, ni se privatizará”.

En otro ámbito distinto del sanitario, y hace exactamente un año, Navarro Díaz publicó en su muro de Facebook –ya eliminado– un comentario en el que consideraba un “publirreportaje” hacia quienes no vivieron la guerra una emisión del programa Informa Semanal, de TVE1, sobre La Desbandá. Navarro explicó que para que la “la memoria histórica sea realmente reparadora”, el programa debía emitir otra pieza sobre quién incendió el cerro de la Virgen de la Cabeza de Motril o “quién asesinó a los mártires Agustinos y Capuchinos”.

En Motril, el secretario general del PSOE local y portavoz municipal, Paco Sánchez Cantalejo, lo define como alguien que “siempre ha sido político a tiempo parcial. Ha tenido y tiene grandes responsabilidades en el Ayuntamiento de Motril y en la diputación pero siempre ha estado a tiempo parcial para poder recibir sueldos de la medicina privada que ha ejercido. No ha tenido nunca la compatibilidad que se le debe de exigir al servidor público. Y es a esta persona a la que ponen a defender la sanidad pública, a quien compagina su actividad pública con sus puestos de dirección en la sanidad privada”.

Los sindicatos apenas tienen referencias sobre su trabajo como profesional de la medicina. “Que haya o sea jefe de servicio de urgencias de un hospital privado solo significa que tiene experiencia como jefe de servicio, pero no que sepa de gestión y administración sanitarias”, señala Victorino Girela, responsable del área de Salud de Csif Andalucía. El dirigente sindical sí pide al nuevo número dos de la Sanidad andaluza “diálogo, escucha activa y capacidad de decisión basada en la convicción política del valor de una sanidad pública fuerte y solvente”. La interlocución con los representantes de los trabajadores, sin embargo, no parece ser su fuerte, a tenor de lo que señalan fuentes de CC OO que dicen que el Ayuntamiento de Motril “es de los más antisindicales”.

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