Asociaciones memorialistas y Adelante Andalucía piden la suspensión de una misa en honor a “los caídos de Falange” en Sevilla
Los denunciantes piden al Gobierno, la Junta y la Fiscalía que cancele el acto por vulnerar las leyes de memoria democrática


En el centro de Sevilla y en las redes sociales de Falange de Sevilla unos carteles invitan a una misa en homenaje a los caídos de la Falange de la capital andaluza, este viernes a las 20.00 horas en la iglesia de Santa María la Real, en el centro de Sevilla. Han tenido que ser las asociaciones memorialistas las que han llamado la atención sobre la celebración de un acto que supone una exaltación del franquismo prohibido tanto en la ley de memoria democrática estatal, como en la autonómica. “No entendemos cómo una muestra de impunidad así se puede desarrollar todavía en la Sevilla del siglo XXI. Nos parece un acto de ofensa y de afrenta a las víctimas, pero nos parece también un acto de ausencia de las autoridades que tienen la obligación de suspender un acto de apología del franquismo ¿dónde está el Ayuntamiento, la Delegación del Gobierno? Alguien debería suspender este tipo de apología”, indica Paqui Maqueda, presidenta de la asociación Nuestra Memoria, de las primeras en alertar sobre esta convocatoria.
La Federación Andaluza de Memoria Democrática (FAMD), que aglutina al mayor número de asociaciones memorialistas de la comunidad, ha comunicado este acto tanto a la Delegación del Gobierno como a la Fiscalía de Derechos Humanos y Memoria Democrática. “Pedimos que estudien la posibilidad de no autorizarlo y que se impidan antes o después actos de exaltación que pongan en peligro la convivencia ciudadana”, explica sobre el contenido del escrito Pepe Barragán, miembro de la FAMD. Consideran que el motivo de la misa vulnera la ley de memoria democrática, la misma que junto a la norma andaluza ha invocado Adelante Andalucía en el escrito que la formación ha remitido a la Subdelegación del Gobierno y a la Junta de Andalucía para que prohíba la celebración del culto. “No podemos permitir que siga habiendo este tipo de exaltaciones de la violencia, de exaltaciones del fascismo y del golpe de Estado del 36”, ha sostenido el portavoz parlamentario de la coalición andalucista, José Ignacio García.
Fuentes oficiales conocedoras de la situación advierten de que una misa en sí misma no incumple la ley de memoria democrática, pero que sí podría hacerlo la homilía y los actos de exaltación que pudieran acompañar el culto. Desde el Ayuntamiento de Sevilla también señalan que el consistorio no tiene autoridad para suspender una misa, algo que le corresponde al Arzobispado, que no ha precisado a este diario si podría hacerlo. Fuentes de la Archidiócesis sí explican que son las parroquias las que gestionan las peticiones de misa en sufragio por un difunto y que no es habitual dar parte al Arzobispado.
Aunque los garantes de hacer cumplir la ley son el Gobierno, la Fiscalía y la Junta, Antonio Manuel Mateos, presidente de la FAMD, opina que la Iglesia católica “debería obedecerla y hacerla obedecer en los lugares que dependen de ella”. Sin embargo, también recuerda que eso no sucedió a la hora de la exhumación de los restos del teniente general golpista Gonzalo Queipo de Llano y a su líder franquista, Antonio Bahamonde, de la basílica de la Macarena. Mateos llama la atención sobre lo que considera otra “anomalía democrática”. “Falange, como la Fundación Franco, es una organización legal”, se lamenta, aunque tiene muy claro que el objeto de la misa y el contenido de los carteles “es una convocatoria con terminología de exaltación franquista que choca con las leyes de memoria”.
“¿Alguien se imagina que un grupúsculo llamado Juventudes Hitlerianas se dedicara a hacer en Alemania un homenaje a Hitler? ¿Qué pasaría? Se prohibiría, ¿no? ¿O alguien se imagina que se organizara este fin de semana en Sevilla un homenaje a un terrorista? ¿Qué pasaría? Se prohibiría, ¿no?”, ha insistido el portavoz de Adelante Andalucía esta mañana para ilustrar su estupor ante la inacción de las administraciones. Para García la misa es una “provocación” que humilla “la memoria de las personas que fueron represaliadas, asesinadas, cientos de miles de andaluzas y andaluzas”.
Una ofensa en la que pone el énfasis Maqueda. “Los falangistas pudieron honrar a sus murtos, tuvieron su espacio de reconocimiento, pero nosotros estamos buscando todavía a nuestros desaparecidos en las cunetas”, zanja.
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