Ribera garantiza el abastecimiento de agua dependiente del Guadalquivir para los próximos tres años

Realismo y concreción. Es lo que la vicepresidenta Tercera del Gobierno y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha reclamado a la Junta de Andalucía para ser más efectivos en la colaboración entre ambas administraciones en la lucha contra la sequía a corto plazo. La dirigente socialista ha puesto el ejemplo de Cataluña ,que en el camino hasta la declaración de emergencia que ha activado esta mañana, ha planteado al Ejecutivo necesidades concretas. “Hoy dispongo de proyectos concretos ya tramitados en Cataluña, pero en el caso de Carmen Crespo [la consejera andaluza de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo rural] fue la semana pasada cuando por primera vez he recibido una indicación concreta de con quien hablar para activar proyectos. El nivel de implicación en la gestión es importante a la hora de activar medidas concretas”, ha señalado la ministra durante un encuentro organizado por la Cadena Ser en Sevilla.

Ribera ha querido remarcar que son los municipios que dependen de las cuencas hidrográficas que no están gestionadas por el Gobierno central —tanto en Cataluña como en Andalucía― donde están apareciendo los problemas para abastecer a la población. “En las demarcaciones que gestiona el Estado puede haber problemas puntuales, pero los problemas graves se están produciendo en aquellos territorios donde la demarcación hidrográfica, donde la gestión del agua y del río es competencia de las comunidades autónomas”, ha señalado la ministra. En este sentido se ha referido a la cuenca del Guadalquivir, que abastece a 4,1 millones de andaluces, para asegurar que “van a seguir disponiendo de agua durante los próximos dos o tres años, gracias a las inversiones que hemos hecho en tres oleadas de emergencia en los últimos años”. “Pueden estar tranquilos respecto a la disponibilidad de agua”, ha enfatizado.

No obstante, la vicepresidenta ha asegurado que, pese a que el abastecimiento de los ciudadanos es competencia autonómica, el Gobierno “va a hacer un esfuerzo para acompañar a las comunidades en ese abastecimiento”. Ribera ha señalado que, en caso de Cataluña, han estado en contacto con la Generalitat para establecer un cauce de colaboración tanto en la puesta en marcha de medidas de emergencia como estructurales. “Ese mismo ejercicio hemos planteado a la Junta de Andalucía”, ha explicado Ribera, que ha lamentado que, en relación con este territorio, “sabemos poco” sobre cómo se está gestionando el agua y de los planes a corto plazo para garantizar el abastecimiento en los municipios que son de su demarcación.

Una de las propuestas sobre la que la ministra no sabía nada era la petición que este martes formalizó el presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, en Bruselas, de que se active para la comunidad el fondo europeo de solidaridad previsto para casos de catástrofes. Una ayuda que, en todo caso, deben proponer los Estados Miembros. El propio Moreno reconoció que le trasladaría la propuesta a Ribera la próxima semana con motivo de un congreso sobre hidrógeno verde que se celebra en Huelva. La ministra ha calificado esta propuesta de “sorprendente” y ha dudado de que “vaya a servir para resolver los problemas de agua que tiene Andalucía”.

Ribera ha explicado que ese fondo es incompatible con otras ayudas europeas de las que ya se esté disponiendo y ha recordado que en este momento están activos partidas de 1.400 millones en los fondos de cohesión, del plan de Recuperación e inversión directa del Guadalquivir. La vicepresidenta ha recordado que corresponde al Ministerio de Hacienda tramitar esa petición que, si se hace, “estudiará y acompañará”.

Realismo con las desaladoras y los barcos cisterna

En este punto Ribera ha hecho hincapié en la importancia de que, además de pedir, “los Gobiernos deben explicar a los ciudadanos de qué manera concreta se resuelven los problemas en su territorio”. La ministra ha advertido de que los planes de sequía que la Junta ha ido poniendo estos últimos años ―el cuarto se aprobó este mismo lunes― son “medidas estructurales que a lo menor hasta dentro de cuatro o cinco años no nos van a permitir sacar agua” y ha recalcado que lo esencial es abordar qué medidas de emergencia está tomando la Junta.

La vicepresidenta ha hecho alusión a dos desaladoras, en La Axarquía (Málaga) y en el Bajo Almanzora (Almería), para las que la Junta les ha pedido apoyo, pero ha recordado que, aunque se habló de ello en mayo, hasta la semana pasada no se les formalizó el proyecto concreto. Pero en este aspecto, la ministra también ha sido muy realista: “Esa agua desalada, incluso haciendo virguerías, es imposible que nos pueda dar agua en los próximos meses”.

También ha hecho alusión a la eventual llegada de barcos cisterna para abastecer a las provincias de Cádiz y Málaga si no llueve en primavera, otra medida de la que el Gobierno central no tiene una constancia oficial. “Creo que esa sí es una parte de la solución”, ha reconocido Ribera, pero ha reiterado la necesidad de que todo esto se trate en reuniones bilaterales en las que se aborde el volumen que se necesita, de dónde se trae…

Esa falta de interlocución —que cuando se subsanó en el caso de Doñana acabó concretándose en un plan― es la que se está tratando de subsanar con la celebración e reuniones semanales entre técnicos del ministerio y la Consejería de Agricultura que arrancaron esta semana con un encuentro entre el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, y la consejera Carmen Crespo. La comunicación entre la ministra y el presidente de la Junta se retomará también este viernes, cuando Ribera tiene previsto mantener una conversación telefónica con Moreno, toda vez que ella no estará la semana que viene en el congreso, como esperaba el dirigente popular.

Entonces quizás aborden también otra petición de la Junta al Gobierno central: poner en marcha un trasvase desde la presa de Alqueva en Portugal. Ribera ya ha vaticinado que esa es una propuesta que teme “que no prosperará” porque “formalmente ha sido rechazado” por el país vecino. La ministra ha reclamado a la Junta “la necesidad de trabajar con rigor”.

“Lo fundamental es identificar con el mapa en la mano dónde puede haber tomas de agua alternativas, dónde puede haber correcciones para que no haya fugas, dónde puede haber capacidad para recuperar una estación potabilizadora, dónde puede haber una oportunidad de traer agua, desde dónde y cómo”, ha puntualizado Ribera, que ha deslizado: “No ha que centrarse solo en los grandes mensajes, en los grandes titulares, es muy importante concentrarse en la buena gestión y ante una situación tan complicada como esta, en la que uno puede sentirse desbordado por el desafío que se tiene por delante se requiere reforzar equipos y reforzar el diálogo”. Y en ese punto la vicepresidenta ha ofrecido la disponibilidad del Gobierno.

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