Andalucía acota los requisitos para pasar de curso y titular en Secundaria
Para graduarse en ESO el alumno deberá aprobar el 60% de las asignaturas troncales y el 65% de la carga horaria, de acuerdo con las instrucciones enviadas a los centros educativos
La Consejería andaluza de Educación ha establecido unas instrucciones orientativas para determinar cuándo un alumno de Secundaria puede pasar de curso u obtener el título si le quedan más de dos asignaturas. Con estas instrucciones la administración pretende establecer un “marco común de evaluación conforme a criterios de plena objetividad” y ofrecer mayor seguridad a los profesores que deben aplicar los mecanismos de evaluación de la nueva ley de educación, la LOMLOE, a un sistema curricular basado en la LOMCE, la norma vigente todavía en este curso. Las medidas adoptadas por la Junta tienden, como en el resto de comunidades gobernadas por el PP, a ser más restrictivas dentro de los márgenes que la ley permite.
De acuerdo con los parámetros fijados por la Junta de Andalucía, para titular en ESO el alumno tendrá que haber superado todas las materias o, al menos el 60% de las materias troncales y el 65% de la carga horaria de las materias en las que esté matriculad. Para pasar de curso en este ciclo con un suspenso en tres o más materias, los profesores tendrán en cuenta que esas asignaturas no sean más de dos troncales y que el resto de las no superadas no supongan el 50% de la carga horaria de todas en las que esté inscrito. Si no hay consenso entre el equipo docente sobre la promoción o la titulación en el caso de estudiantes con suspensos, la decisión se tomará por mayoría cualificada de dos tercios.
El departamento que dirige Javier Imbroda, de Ciudadanos, no ha ocultado su oposición a la nueva ley de educación, y aunque no va a recurrirla, como sí han anunciado otros Gobiernos autónomos como el gallego o el vasco, sí endurece los criterios para pasar de curso, en sintonía con la defensa de la cultura del esfuerzo que, sostienen, se subestima en la conocida como ley Celaá. Los criterios, de acuerdo con Educación tienen como finalidad “posibilitar que la dedicación, el esfuerzo y rendimiento del alumno sean valorados y reconocidos de manera objetiva”.
En este sentido, desde la Junta se quiere también relativizar la demonización de la repetición de curso. En Andalucía el 67% de los alumnos de la ESO obtiene el título con 16 años, es decir, sin repetir ningún curso previamente, un porcentaje que aumenta al 82% para el caso de los que tienen 17 años, esto es, habiendo repetido un año. El 14% de los que se gradúan en Secundaria son repetidores de un año y un 5% lo han hecho al menos dos. “Hay un alto porcentaje de repetidores que titulan”, advierten desde la Consejería de Educación.
Más allá de planteamientos de máximos, la Junta argumenta que con las instrucciones pretende ofrecer ciertas garantías a los claustros de profesores para evitar agravios comparativos dentro del mismo centro toda vez que las reglas de juego han cambiado con el curso empezado y deben cambiar la valoración, pasando de contar la nota de la asignatura a tener que valorar las competencias globales del alumno. “Los docentes nos han trasladado su miedo a las reclamaciones de familias que vean que un alumno pasa con cuatro y su hijo no”, indica fuentes cercanas a la Consejería de Educación.
Desde la Asociación de Directores de instituto Andalucía, su presidente, Miguel González, valora estas instrucciones. “Aunque los criterios siguen estando abiertos, algo se concreta”, sostiene. González advierte de que el resultado dependerá ahora de cómo los centros las adapten a sus proyectos educativos. “Hasta ahora se valoraba por nota y por materia, pero ahora es por competencias y hay competencias que se desarrollan en varias materias, no en una sola”, indica.
No toda la comunidad educativa está tan satisfecha. Aunque el consejero y la viceconsejera mantuvieron reuniones telemáticas con representantes de todos los sectores y desde la Consejería se asegura que se han tenido en cuenta sus propuestas a la hora de elaborar las instrucciones, los sindicatos consultados se han desmarcado de estos criterios por entender que en ningún momento se ha consensuado nada. “No mandamos aportaciones por escrito como si fuésemos una asociación o plataforma. Aportar no es negociar”, señala Sandra Fernández, responsable de Educación de UGT en Andalucía. Algunas asociaciones de padres también recelan de los criterios. Desde CODAPA, la Confederación andaluza de asociaciones de madres y padres del alumnado por la educación pública, se advierte contra la repetición y los suspensos que, sostienen “a veces se basan en decisiones arbitrarias” y “afectan a quienes presentan necesidades especiales y a colectivos vulnerables” y abogan por ampliar los equipos de orientación y profesionales del área sociosanitaria,
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