España financiará la compra de armamento estadounidense para Ucrania a través de la OTAN
El Gobierno español se une al programa promovido por la Alianza Atlántica tras la negativa de Trump a donar material militar a Kiev

España financiará la compra de armamento estadounidense para donarlo a Ucrania. Tras algunas dudas, el Gobierno español ha decidido sumarse al programa PURL (Lista de Requerimientos Prioritarios de Ucrania, por sus siglas en inglés) coordinado por la OTAN para atender las demandas de Kiev, según fuentes gubernamentales. El jefe del Gobierno, Pedro Sánchez, abordó el pasado martes este asunto en una conversación telefónica con el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski; mientras que la ministra española de Defensa, Margarita Robles, habló con su homólogo ucranio, Denís Shmihal. Ambos, según las fuentes consultadas, transmitieron a sus interlocutores españoles la imperiosa necesidad de que sus demandas de armamento sean atendidas con urgencia para hacer frente a la campaña de bombardeos rusos que está devastando la infraestructura energética del país ante el inminente invierno.
El programa PURL se puso en marcha en agosto pasado, tras la negativa del presidente estadounidense, Donald Trump, a seguir suministrando gratuitamente armas a Ucrania, como hacía su antecesor, Joe Biden. Ante la imposibilidad de que Kiev pueda pagar la factura, varios países de la OTAN decidieron voluntariamente financiar las compras. Durante el mes de agosto se prepararon cuatro paquetes de armamento estadounidense (incluidos misiles antiaéreos Patriot y cohetes de largo alcance Himars), por valor de unos 2.000 millones de dólares, que fueron financiados por Alemania, Países Bajos, Canadá, Dinamarca, Noruega y Suecia.
El pasado día 15, durante la reunión celebrada en Bruselas por los ministros de Defensa de la OTAN, anunciaron su decisión de unirse al programa Estonia, Letonia, Lituania, Bélgica, Luxemburgo, Finlandia e Islandia, aunque la lista completa de donantes no ha trascendido. “Sabemos lo que Ucrania necesita para mantenerse firme en la lucha y algunas de esas cosas solo las puede proporcionar Estados Unidos”, afirmó el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, para justificar el programa. La ministra Robles dejó la puerta abierta a una futura incorporación española. “España va a ser siempre parte de la solución de los problemas y, si es necesario entrar en esa iniciativa para ayudar a Ucrania, la prioridad es Ucrania”, dijo.
En aplicación del acuerdo firmado en mayo de 2024 en Madrid por los presidentes Sánchez y Zelenski, España ya suministra equipos militares a Ucrania por valor de 1.000 millones al año, pero se trata de material de producción nacional, mientras que ahora se trata de pagarle a Washington el armamento que demanda Kiev. Eso explica los reparos de algunos países, como Francia. Sin embargo, explican fuentes militares, “no podemos darle a los ucranianos lo que a nosotros nos viene bien, sino lo que ellos necesitan”. El martes, tras hablar con Zelenski, Sánchez escribió en la red social X: “Continuaremos entregando ayuda coordinados con Ucrania para asegurar que es lo que necesita en cada momento”. El presidente español, que se sumó esta semana a la declaración de apoyo a Ucrania promovida por ocho mandatarios europeos, coincidirá este jueves con Zelenski en la cumbre europea que se celebra en Bruselas y estará muy centrada en el apoyo a Kiev.
En un contexto de presupuestos muy ajustados en la mayoría de los Estados miembros, la UE busca la forma de seguir dando apoyo económico y militar a Ucrania, que se enfrenta a serias dificultades económicas. Europa está ahora, además, sola en su sostén a Kiev tras la retirada del respaldo económico de Estados Unidos. Ucrania necesita munición y armamento de medio y largo alcance; sobre todo sistemas avanzados tecnológicamente para combatir al invasor ruso. Hasta ahora las armas suministradas por Washington han sido esenciales. Tanto, que la retirada de EE UU como principal contribuyente militar de Ucrania es la principal causa de que la asistencia armamentística al país invadido haya caído un 43% respecto al primer semestre de 2025, según el Instituto de Kiel.
Estados Unidos ha dejado de donar materia militar, pero quiere que los países europeos se lo compren para donarlo a Ucrania. Y estos, siguiendo la estrategia de blindar a su vecino del flanco este, se están apresurando a pagar la factura. Los aliados de Zelenski se reunirán el viernes en Londres en otra cumbre de la llamada Coalición de Voluntarios —en la que Pedro Sánchez tiene previsto participar telemáticamente— que trata no solo de lograr que la ayuda siga fluyendo (aunque sea con herramientas como el programa PURL) sino también de ofrecer garantías de seguridad a Kiev tras un hipotético acuerdo de paz.
Las fuentes consultadas aseguran que aún no se ha fijado el importe de la factura que tendrá que abonar España. Las autoridades ucranias han pedido que el presupuesto total del programa alcance los 3.500 millones de dólares a finales de octubre. El Mando Supremo de la OTAN para Europa, que dirige un general estadounidense, se encarga de preparar los paquetes de ayuda antes de tramitarlos a Washington. Hasta octubre se habían encargado cuatro paquetes de armamento y España contribuirá a financiar alguno de los que están en preparación. A juzgar por lo aportado por otros países, la contribución española podría situarse en torno a los 200 millones de euros, según los expertos.
La compra de equipo militar estadounidense por parte de España podría contribuir, como efecto colateral, a suavizar las tensiones entre Madrid y Washington. En las últimas semanas, Trump ha amenazado cuatro veces, la última este miércoles, con castigar a España por no asumir el objetivo de elevar el gasto militar al 5% del PIB en la próxima década, que el inquilino de la Casa Blanca impuso a los aliados en la cumbre de la OTAN en La Haya (Países Bajos) de junio pasado. Trump ha ido bajando el tono de la amenaza —primero habló de echar a España de la OTAN, luego de imponerle aranceles y más tarde de darle una “reprimenda”— y en dos de ocasiones no habló espontáneamente sino a preguntas de la prensa española. Aunque el Gobierno español insiste en que las relaciones bilaterales entre los dos países no se han visto afectadas, la falta de sintonía política con la cúpula del poder en Washington es palmaria.
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