Alícia Romero, consejera catalana de Economía: “Confrontar Cataluña con el resto de España no aporta soluciones”

Alícia Romero (Caldes d’Estrac, Barcelona, 48 años) cierra una semana intensa. Ha atado con el Gobierno central una quita de 17.104 millones de euros de la deuda catalana y ha cerrado la participación de la Agencia Tributaria de Cataluña (ATC) en el impuesto de matriculaciones y la creación de un consorcio para las inversiones del Estado. Le queda por delante la gestión del mayor reto del Govern de Salvador Illa: la financiación singular para Cataluña. La consejera de Economía, de la máxima confianza del president, pone empeño en difundir la idea que los avances que logre Cataluña no son a costa de nadie y le reprocha al PP que insista en disparar contra la diana catalana solo para arañar votos.

Pregunta. Cataluña ha abanderado el discurso sobre las bondades de la condonación de la deuda para las arcas de todas las comunidades, pero no ha evitado el choque entre autonomías.

Respuesta. Hemos visto un PP que hace de la política su peor juego. El Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) lo creó un ministro del PP, Cristóbal Montoro, que en su momento ya habló de que haría falta una revisión posterior y condonar deuda. Pero estábamos en plena crisis y el Gobierno del PP dio una respuesta muy diferente a la que se dio durante el covid-19. En el caso de Cataluña, un informe de la Sindicatura de Cuentas señala que entre el 27% y el 39% de la deuda se debe a la infrafinanciación. Si esto lo extrapolamos a todas las comunidades, es una cifra muy importante. Por tanto, que el Gobierno se haya planteado una reducción de la deuda es positivo. Es un reconocimiento a que las comunidades han estado infrafinanciadas. Lo hace después de un acuerdo con ERC, pero es una propuesta justa para todas las comunidades. Me cuesta creer que allí donde manda el PP, como Andalucía, Murcia o Valencia, no pidan la condonación. Costaría mucho explicárselo a los ciudadanos.

P. ¿Esta tensión entre comunidades es un aperitivo para cuando se ponga sobre la mesa la financiación singular de Cataluña?

R. Lo ocurrido con el FLA puede trasladarse a la negociación para el nuevo modelo de financiación porque el PP está jugando con Cataluña, como siempre. Pero nadie puede poner en cuestión que el modelo se tiene que reformar y desde el Govern nos gustaría que todos formásemos parte de la solución. Los gobernantes estamos para tratar de resolver los problemas y confrontando a Cataluña con el resto de España no se aportan soluciones, al contrario.

P. Al PP le parece una “cesión” y a Junts le parece poca cosa.

R. Carles Puigdemont dijo que la quita no basta, pero también que estaba bien la condonación de parte de la deuda. Son 17.104 millones de euros y esto nos pone en una situación mejor. Le permite a Cataluña salir a los mercados a buscar otras vías de financiación y ahorrar 1.550 millones en intereses. Ahora toca afrontar a fondo el debate sobre la financiación autonómica, porque el modelo actual no es ni justo, ni equitativo, ni transparente.

P. A Cataluña aún le quedará una deuda unos 70.000 millones de euros, más de lo que se debía al principio de la crisis financiera. ¿La Generalitat podrá ir a los mercados a buscar financiación?

R. Este año será difícil, pero en 2026 creemos que sí sería posible. En los últimos meses, las compañías de rating nos han ido situando en una mejor situación y la condonación ayudará.

P. Cuando hablan de la financiación singular repiten el concepto de “solidaridad”. ¿De nuevo, es para aplacar la oposición que genera?

R. Cataluña es solidaria, lo ha sido siempre y lo seguirá siendo. En el acuerdo con ERC se habla del concepto de ordinalidad y del principio de solidaridad. Queremos el máximo de equidad. La desigualdad no es buena para la economía y queremos que España sea competitiva al máximo, y Cataluña va a contribuir a ello. Ahora bien, el sistema de financiación actual no es igual para todos y no es justo. Una persona de Extremadura recibe 1.000 euros más al año que una de Murcia. No me parece justo. Hay que rediseñar el sistema para que haya más igualdad entre los ciudadanos. Por eso creemos que el modelo debe tener un esquema de base y, luego, reflejar las peculiaridades de cada territorio.

P. ¿Eso implica salir del régimen común?

R. Se tiene que cambiar el sistema de arriba a abajo. El modelo actual se pactó en 2006, han pasado muchos años, y queremos uno más claro. Es obvio que si Cataluña gestiona todos los impuestos tendremos unas singularidades que no tienen otros territorios. Tenemos la ambición de reforzar nuestro autogobierno y desplegarlo el máximo posible.

P. La reunión de esta semana hace pensar en una negociación muy difícil y los plazos fijados con ERC contemplan que Cataluña asuma ya el IRPF en 2026. ¿Lo ve posible?

R. El primer objetivo consiste en aterrizar el modelo pactado con ERC antes del 30 de junio de 2025. Esto supone acordarlo con ERC y que tenga un cierto visto bueno del Gobierno de España. No significa que sea el modelo para todas comunidades, pero sí un punto de partida. Queremos cumplir los acuerdos y lo haremos. El grupo de expertos sigue reuniéndose quincenalmente y de sus trabajos sacaremos ese esquema. El siguiente reto es la gestión del IRPF en 2026, que es el más complejo.

P. ¿Ambas cosas van por carriles distintos?

R. Una cosa es el modelo, que hay que pactarlo con el Gobierno y que requiere el acompañamiento de las comunidades y los partidos. El otro es la gestión tributaria, que se busca que bajo la ATC pivoten el IRPF, en 2026, y el resto de los impuestos de forma progresiva. En la comisión bilateral hemos firmado un relevante convenio con la Administración Estatal de la Agencia Tributaria (AEAT) para gestionar conjuntamente el impuesto de matriculaciones. Es un tributo pequeño, pero nos permitirá que personal de la ATC entre en la plataforma tecnológica de la AEAT. Vamos a gestionar un impuesto de forma conjunta y a generar confianza.

P. El Govern se fijó como prioridad sacar adelante unos Presupuestos y no lo ha conseguido. Habla de algo mucho más ambicioso, ¿entiende que haya quien dude de que puedan lograrlo?

R. Las propuestas ambiciosas necesitan su tiempo. Por ejemplo, queremos asumir la gestión del IRPF para saber al momento su impacto recaudatorio y evitar el sistema de anticipos. Son asuntos complejos, pero el Gobierno está decidido a sacarlo adelante.

P. Algunos barones del PSOE no comparten esa propuesta. En el gobierno hay varios líderes territoriales, entre ellos la ministra de Hacienda María Jesús Montero. ¿Eso puede complicar la negociación?

R. En todas las conversaciones ella ha sido muy receptiva y convencida de que este acuerdo hay que sacarlo adelante. La negociación no será fácil, pero confío en que será posible. Espero que todo el mundo tenga altura de miras y piense en sus ciudadanos, que esperan tener los suficientes recursos para gestionar con calidad los servicios públicos.

P. Hablan de más responsabilidad y autonomía fiscal, pero la competencia tributaria entre comunidades casi acabó con algún impuesto como el de Sucesiones. Y ahora Madrid anuncia más rebajas...

R. Se dice injustamente que Cataluña es insolidaria cuando Madrid baja los impuestos a los ricos y luego pone la mano para pedir recursos al Estado. Eso sí es ser insolidario e injusto. El nuevo modelo de financiación debe entrar en el dumping fiscal y fijar algún suelo para que nadie pueda eliminar impuestos.

P. ¿Y cree que Junts apoyará la financiación singular?

R. Me gustaría que Junts se incorpore al consenso. Nos haría más fuertes ir a negociar con 90 diputados. Le pido que sea parte de la solución y no se alinee con el PP en el no a todo.

P. ¿Qué postura mantienen respecto a la opa de BBVA a Banco Sabadell?

R. De respeto absoluto por el procedimiento y por la independencia de los reguladores. Ahora bien: sí que hemos expresado serias dudas, y razonables, sobre la operación porque creemos que puede ir en detrimento de la competencia bancaria y porque puede tener efectos sobre el crédito a las pequeñas y medianas empresas, que tienen mucho peso en el sector productivo.