Andoni Ortuzar se retira de la carrera para liderar el PNV y deja vía libre a Aitor Esteban

El presidente del PNV, Andoni Ortuzar, acaba de anunciar este jueves que renuncia a la reelección y deja el camino libre para que Aitor Esteban, portavoz del partido en el Congreso, acabe sucediéndole en el cargo. En un mensaje publicado en sus redes sociales, Ortuzar asegura que ha decidido “no pasar a la segunda vuelta del proceso electoral interno para la presidencia del Euzkadi Buru Batzar”. Es una decisión “largamente meditada”, dice. Da las gracias a la militancia por los apoyos que ha recibido en la primera vuelta del proceso electoral interno, pero señala que finalmente ha optado por hacerse a un lado a la vista del respaldo que también ha recibido Esteban: “Vistos los resultados, y visto también el desarrollo de esta primera vuelta, creo, sin embargo, que debo reconsiderar mi posición y volver a mi primera convicción íntima, que era la de que debía dejar paso a la renovación”.

El PNV se encontraba sumido en la división interna, entre quienes han apoyado a Ortuzar para repetir como el líder del partido durante otros cuatro años más (lleva en el puesto tres mandatos, desde enero de 2013) y los que preferían un relevo en la dirección y han propuesto a Aitor Esteban, un dirigente de la misma familia política pero que ha logrado reunir votos de la militancia descontenta con la trayectoria del primero. Nada más conocerse esta noticia, el principal beneficiado ha dado un paso al frente. Esteban ha comunicado que optará a la presidencia.

Ortuzar ha terminado aceptando que en su partido hay una parte “significativa” que “promueve el cambio”. El presidente peneuvista no cita en ningún momento de su escrito de renuncia a su amigo y contrincante electoral Esteban, aunque de sus palabras se deduce que el diputado en Madrid ha logrado hacerle sombra en las elecciones para elegir al nuevo presidente del PNV.

Esteban ya ha hecho público su deseo de concurrir a la presidencia del PNV. Tras reiterar que se siente “abrumado y agradecido” por la confianza recibida de los suyos en las primeras votaciones, en un comunicado publicado en su cuenta de X anuncia que si resulta elegido presidente dará “todo lo mejor” para que el partido “afronte los retos que nos demandan un nuevo siglo y unas nuevas generaciones”.

En las votaciones desarrolladas, con escasa participación, durante la primera ronda electoral en los batzokis (sedes del partido), las bases se han decantado principalmente por Ortuzar y Esteban (el primero habría ganado en 110 asambleas y el segundo en 70, según los resultados extraoficiales publicados por el grupo Vocento) como aspirantes a la presidencia del PNV, lo que ha puesto de manifiesto que existía una fuerte división en la militancia (21.000 afiliados). Ambos, junto al parlamentario y ex diputado general de Gipuzkoa Markel Olano, tenían la posibilidad de seguir en la carrera electoral durante la segunda ronda entre el 10 y el 26 de febrero. La proclamación del presidente del EBB (Ejecutiva nacional) se celebrará en San Sebastián en una asamblea general entre los días 29 y 30 de marzo.

“Es momento de unidad”

Ortuzar ha dado un paso atrás a la vista del riesgo de romper el partido en dos. En su carta pública, pide a quienes le han propuesto para continuar dirigiendo el partido que entiendan su decisión de renunciar y no pasar a la segunda vuelta: “Debo pensar ante todo en el partido y su futuro. Ha surgido otra candidatura con la suficiente ambición para asumir la presidencia del EBB”, expone en alusión a la rivalidad abierta con Esteban.

“Por muy bien y civilizadamente que queramos hacer un proceso de segunda vuelta con dos candidaturas enfrentadas, el riesgo de división en el seno del partido sería alto y una irresponsabilidad. Es momento de unidad, y es lo que creo que debo promover yo ahora”, escribe Ortuzar. Precisamente, unas pocas horas antes de que se hiciera pública su carta, el lehendakari, Imanol Pradales, había afirmado a los periodistas a las puertas del Parlamento que confiaba “absolutamente” en que el PNV “va a salir reforzado y unido”. Pradales entraba de lleno en la pugna entre Ortuzar y Esteban, a quienes lanzaba el siguiente mensaje: “Euskadi necesita un PNV fuerte y unido que dé respuesta a los desafíos que tiene el país”. Esteban ha calcado estas palabras en su nota pública: “Somos un partido fuerte y unido”.

La paz llega al PNV con la retirada de Ortuzar, aunque es una incógnita si el duelo electoral que ha mantenido con Esteban dejará secuelas en un partido que debe preparar concienzudamente las elecciones municipales vascas en 2027 si no quiere que EH Bildu siga comiéndole terreno en los ayuntamientos.

Ortuzar se despide exhortando a la militancia del PNV a participar “con más ahínco” en las votaciones de la segunda vuelta: “A la nueva presidencia y a los nuevos burukides (miembros de la ejecutiva nacional) les deseo mucho acierto y suerte para que su gestión sea exitosa y puedan mantener al partido en las altas cotas de representación institucional que ahora tenemos, o incluso superarlas. Siempre tendrán toda mi ayuda y apoyo en esa misión”.

Todas las miradas están puestas ahora en la voz del PNV en Madrid. Esteban parte con todas las papeletas para alzarse con la victoria. Agradece la labor que ha realizado estos años Ortuzar, a quien cita como “un amigo” con el que ha compartido “muchas jornadas de trabajo conjunto, de decepciones y de alegrías”. Ambos tienen 62 años y pertenecen a la misma generación de dirigentes peneuvistas, junto al exlehendakari Iñigo Urkullu, que asumieron la responsabilidad de asumir las riendas de un partido que venía de una división total en las elecciones internas que disputaron en 2003 Josu Jon Imaz y Joseba Egibar, en las que ganó el actual consejero delegado de Repsol.