España apuesta por pasar la página de los acuerdos pesquero y agrícola anulados por la justicia europea

España quiere pasar con rapidez la página de los acuerdos pesquero y agrícola europeos con Marruecos anulados el pasado día 4 por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), que reconoció el derecho de pueblo del Sáhara Occidental, bajo control marroquí desde hace casi medio siglo, al aprovechamiento de sus recursos naturales. “Tenemos la voluntad de mirar hacia adelante, hacia el futuro”, ha proclamado este viernes en Rabat el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas.

Exembajador en Marruecos y ex representante permanente de España ante la UE, Planas ha sido el primer miembro del Gobierno en viajar a la capital marroquí tras una sentencia europea que fue celebrada por el Frente Polisario, que defiende la independencia de la antigua colonia española. “Se equivoca quien pretenda poner freno a las relaciones estrechas con Marruecos” mediante el fallo de los jueces de Luxemburgo, advirtió el ministro tras reunirse con su homólogo marroquí, Ahmed Buari, en el marco de una reunión euromediterránea de ministros de Agricultura.

Empresas mixtas

“Lo importante es la voluntad de encontrar soluciones de futuro, sobre una base constructiva y mutuamente decidida”, enfatizó Planas, quien dijo estar analizando “de forma optimista” las consecuencias de la sentencia del TJUE. Fuentes conocedoras del sector pesquero español que opera en aguas bajo control marroquí han señalado que después de que expirara, en julio de 2023, el protocolo por el que se regía el acuerdo pesquero de la UE con Marruecos, se han creado algunas sociedades mixtas, con al menos un 51% de capital marroquí con empresas españolas del sector. “Creemos que hay posibilidades para desarrollar la cooperación”, se limitó a responder el ministro español al ser preguntado sobre eventuales fórmulas para superar las cortapisas planteadas por la sentencia europea. Las relaciones hispano-marroquíes “están basadas en la confianza mutua y en la búsqueda de soluciones concretas a cada cuestión que se plantee”, recalcó el ministro.

El varapalo de la justicia europea a Marruecos también afectó a las instituciones de la Unión, que habían expresado su rechazo a las sentencias dictadas en 2021 por el Tribunal General de la UE, y supuso un espaldarazo al Frente Polisario. El alto tribunal de Luxemburgo europeo avaló así la sentencia de primera instancia europea que anuló los acuerdos suscritos entre Marruecos y la UE. Entonces se determinó que implicaban comerciar con productos del Sáhara Occidental, lo que suponía desplegar sus efectos sobre un territorio que la comunidad internacional no reconoce como parte de Marruecos. Además, remarcó que para esos acuerdos no se obtuvo el consentimiento del pueblo saharaui, como tercer implicado. El TJUE estableció que los acuerdos con Marruecos se celebraron “vulnerando el principio de autodeterminación”, ya que el pueblo del Sáhara no prestó su consentimiento, lo que era condición de validez en el “territorio no autónomo [pendiente de descolonización, según la ONU]”.

Planas destacó la “confianza sobre los planos político, diplomático, de seguridad, migratorio y económico” con Marruecos, del que España es primer socio comercial. Ante la nueva legislatura europea y la inmediata entrada en funciones de la Comisión Europea surgida de las elecciones del pasado 9 de junio, el ministro ha defendido en Rabat “afrontar los nuevos retos con grandes soluciones y trabajar en común en materia de seguridad, comercio, inmigración”. “El Consejo Europeo del día 17 fue muy claro en sus conclusiones”, remachó. “El Consejo Europeo y los ministros de Exteriores son quienes deciden la política externa europea, y la asociación con Marruecos tiene carácter estratégico y se va a seguir profundizando en el futuro”, concluyó.