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Todo lo que ha dicho sobre la amnistía el magistrado del Constitucional que pretende no abstenerse

José María Macías no ha solicitado inhibirse sobre la ley pese a criticarla en varias ocasiones. El tribunal Constitucional admitirá en el pleno de este martes la abstención de Juan Carlos Campo

El magistrado José María Macías Castaño, en la toma posesión como nuevo miembro del Tribunal Constitucional ante presidente del Alto Tribunal, Cándido Conde-Pumpido, el viernes 6 de septiembre.
El magistrado José María Macías Castaño, en la toma posesión como nuevo miembro del Tribunal Constitucional ante presidente del Alto Tribunal, Cándido Conde-Pumpido, el viernes 6 de septiembre.J.J. Guillén (EFE)
El País

El Tribunal Constitucional admitirá en el pleno de este martes la abstención en los debates sobre la ley de amnistía del magistrado Juan Carlos Campo, que fue ministro de Justicia de Pedro Sánchez entre 2020 y 2021. Existe un acuerdo tácito entre los jueces conservadores y progresistas del alto tribunal para aceptar la inhibición de Campo, que argumenta que había participado en la redacción de los indultos a los condenados por el procès. Sin embargo, el también magistrado conservador del alto tribunal José María Macías, de 60 años, que ha formado parte del Consejo General del Poder Judicial como vocal desde 2015, se ha caracterizado por su fuerte oposición a los proyectos de ley de los gobiernos de coalición liderados por el PSOE, sobre todo desde la moción de censura que derribó a Mariano Rajoy (PP) en 2018. Pero Macías, que también ha criticado la ley de amnistía, no ha solicitado la inhibición en la votación que decidirá finalmente si la normativa es aprobada por el Tribunal Constitucional.

La radicalidad de la postura Macías, que fue propuesto por el PP, se refleja en sus múltiples declaraciones y en el papel de liderazgo que asumió en diversas iniciativas del CGPJ, siempre críticas hacia las propuestas o los candidatos gubernamentales para todo tipo de cargos del ámbito jurídico como, por ejemplo, la Fiscalía General del Estado. Estas son algunas de las frases de Macías recogidas en los últimos meses:

“Alguien me decía: ‘Dices lo mismo que dice el PP. Efectivamente, la diferencia es que yo lo dije antes y no voy a cambiarlo porque alguien haya tenido la inteligencia de repetirlo”. Esta frase de Macías contra el Gobierno de Sánchez se produjo durante una entrevista con el comunicador Federico Jiménez Losantos en EsRadio el pasado año. En esta conversación, Macías reconocía que era crítico con Sánchez “desde el mismo día de la toma de posesión”.

La esperanza de que el Gobierno de coalición fuera desalojado del poder. En un artículo publicado en La Razón ocho días después de las elecciones generales. Macías compartía su esperanza de que el Gobierno de coalición fuera desalojado del poder y siete días después del paso por las urnas, al no sumar PP y Vox una mayoría suficiente para que hubiese ese cambio político que anhelaba, recordaba en el mismo diario que “tener expectativas puede ser doloroso” para recitar, a continuación, el estribillo del PP contra los acuerdos de investidura, citando a Frankenstein: “El personaje de la novela de Mary Shelley era un ser de apariencia espantosa y alma podrida, rencoroso y vengativo”.

La ley de amnistía es “anticonstitucional”. La noche del acuerdo de la amnistía en Bruselas, el magistrado acudió de nuevo a Esradio para una entrevista en la que se reafirmó en sus críticas a la ley de amnistía, que a su juicio, es “anticonstiticional” y de “irremediables consecuencias”, al tiempo que añadía que, ahora que formará parte del tribunal, debe ser “exquisitamente prudente”.

Por afirmaciones menos rotundas, magistrados del Constitucional fueron recusados o se inhibieron de participar en sentencias concretas. Sin embargo, el propio tribunal cambió su doctrina sobre las recusaciones en diciembre de 2021 para evitar que los magistrados del sector conservador Enrique Arnaldo y Concepción Espejel tuvieran que apartarse de las sentencias entonces pendientes sobre el procés. Al rechazar las recusaciones de ambos, el tribunal sentó una nueva doctrina, consistente en que nadie “puede ser descalificado como juez en razón de sus ideas”. Y añadió que a partir de entonces “la afinidad ideológica no constituye por sí sola causa de recusación”, porque “no es en ningún caso factor que mengüe la imparcialidad para juzgar”.

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