El PP agranda la distancia con el PSOE tras el acuerdo de la financiación singular para Cataluña
Los socialistas interrumpen la remontada que iniciaron en mayo y pierden siete décimas, las mismas que gana el partido de Feijóo en pleno debate por el contenido del pacto del PSC con ERC. Vox resiste mientras Sumar no compensa la caída de Podemos y solo conserva la mitad de sus votantes el 23-J
El PP se vuelve a escapar del PSOE en el arranque del nuevo curso político y amplía la distancia con los socialistas a 3,5 puntos, con una estimación de voto del 34% en unas elecciones generales, según el último barómetro del Instituto 40dB. para EL PAÍS y la Cadena SER. La polémica que rodea a la financiación singular para Cataluña ha frenado en seco la remontada del Partido Socialista en los tres últimos sondeos mensuales. El PSOE había conseguido en julio recortar a dos puntos porcentuales la diferencia de hasta 5,5 puntos que el PP le llegó a sacar en abril. Ahora los socialistas pierden siete décimas, las mismas que gana la formación de Alberto Núñez Feijóo. Aun así mantienen un respaldo del 30,5% que les consolida como el referente de la socialdemocracia europea. La encuesta (2.000 entrevistas online) se realizó entre el 19 y 23 de agosto: a mitad de esa semana María Jesús Montero, vicepresidenta primera del Ejecutivo y vicesecretaria general del PSOE, rompió el silencio del Gobierno y negó que el pacto entre el PSC y ERC para investir a Salvador Illa fuese un concierto económico. Puede consultar todos los datos internos de la encuesta en ELPAÍS.com.
Se Acabó la Fiesta, la marca política del agitador ultra Alvise Pérez (4,7%), es la siguiente opción política que más crece en la encuesta, con tres décimas, una más que Vox (10,6%), que obtiene un ligero rédito tras la ruptura a mediados de julio de los gobiernos autonómicos con el PP y con el debate sobre la presión migratoria al rojo vivo. Sumar (6,1%) también obtiene un mínimo respiro de dos décimas respecto a la última encuesta, pero sigue sin remontar el vuelo un año después de aglutinar a todo el espacio a la izquierda del PSOE en las generales del 23-J, en las que empató con Vox con el 12,3% de los votos. El portazo de Podemos a Sumar no parece darle frutos a los de Ione Belarra, que se dejan tres décimas (2,7%). Su mejor pronóstico en solitario fue del 3,4% en junio.
La distancia entre bloques se ensancha de nuevo a favor de la derecha y la ultraderecha, descontando a Alvise Pérez. En la últimas generales el PP y Vox superaron en 1,5 puntos porcentuales a la izquierda, una ventaja que llegó a ser de siete puntos en mayo. La mejora del PSOE contribuyó a estrechar ese margen y lo redujo a 3,6 puntos en el trabajo de 40dB. en julio. Un mes después, se agranda a 5,3 puntos con una estimación de voto para los partidos de Alberto Núñez Feijóo y Santiago Abascal del 44,6% frente al 39,3% que obtendrían los socialistas con Sumar y Podemos. Una brecha que se agiganta a 10 puntos (49,3%) si se incluye dentro del bloque de la derecha tradicional a Se Acabó la Fiesta, una de las nuevas fuerzas de la extrema derecha que obtuvieron representación en el Parlamento Europeo en las elecciones de junio pasado. En cuanto a los socios del bloque de la investidura, a expensas de que se mantenga tras los congresos de los independentistas catalanes en otoño, el apoyo a Junts es del 1,8% y a ERC del 1,3%, con el PNV en el 1,1%, el BNG en el 0,9%, EH Bildu en el 0,7% y Coalición Canaria en el 0,3%. Todos los partidos nacionalistas y soberanistas suman un 6,1% en intención de voto, lo que supone casi un punto menos de lo que obtuvieron el 23-J.
El PSOE acusa el golpe por la financiación para Cataluña y baja 5,5 puntos en fidelidad de voto: ahora es del 76,8% de sus votantes, cuando en el barómetro de julio era del 82,3%. La principal vía de agua la tiene en los indecisos (6,1%) y quienes se plantean el voto nulo o en blanco (4,9%); el PP solo sería una opción para el 4,3% de su electorado. Los populares, en cambio, cuentan con un votante más fiel y retienen al 82,7% de sus votantes de julio de 2023. Su fuga principal sigue siendo Vox (6,2%), aunque hay otro 2,5% que prefiere a Se Acabó la Fiesta. Pero la transferencia de voto más llamativa se produce a la derecha de la derecha: el 11,3% de los votantes de Vox se inclinan ahora por Alvise Pérez. Sumar mejora 4,8 puntos a costa de Podemos y convence al 54,9% de los ciudadanos que les votaron el 23-J, mientras el 22,5% se decanta ahora por los morados. Un 4,7% se iría al PSOE (9,8 en julio) que, pese a la última marejada por su estrategia de distensión en Cataluña, suscita más simpatía (24,1%) que el PP (20,4%).
El PSOE es la primera opción en intención directa de voto tanto para las mujeres (24,7%) como para los hombres (21,4%). Entre los varones, el PP (20,8%) lidia con la competencia de Vox, la opción preferente para el 14,9% de estos. La formación de Santiago Abascal solo es la preferida para el 9% del electorado femenino.
La predilección por Vox disminuye con la edad, justo al revés de lo que le sucede al PP. El partido de Santiago Abascal está mejor posicionado entre los jóvenes de 18 a 24 años (17,3%) y la franja siguiente, hasta los 34 años (16,8%), solo por detrás del PSOE (21,8% y 23,6% respectivamente). El PP se impone entre los 35 y 44 años (19,9%), justo la franja donde el PSOE suscita menos apoyos (18,4%) y en la que Se Acabó la Fiesta logra más adeptos (8,3%), tres décimas más que en la hornada de primeros votantes. A partir de aquí, el bipartidismo se hace progresivamente más fuerte y hay un empate técnico entre PP y PSOE. La ventaja de cinco puntos de los socialistas entre los 45 y 54 años los populares la compensan entre quienes superan los 65 años (29,5% frente a un 25,2%), con ajustada victoria del PP en la franja intermedia.
En cuanto a la clase social, el PP se impone al PSOE entre la alta y media alta por más de seis puntos. Los socialistas le sacan en cambio cinco puntos entre las clases medias y más de seis entre las clases menos adineradas. El pulso entre los dos grandes partidos es muy parejo entre los trabajadores —con el PP siete décimas por delante (22,5%)— y pensionistas, con los socialistas 1,3 puntos en cabeza (26,7%). Los parados y estudiantes inclinan la balanza a favor del PSOE, aunque se ve superado por la suma de las derechas. Donde más tirón tiene Se Acabó la Fiesta (7,4%) es entre los estudiantes y Sumar entre los parados (7,2%).
El PSOE, que en el barómetro de julio volvió a ser primero en intención de voto en Andalucía, deja de serlo ahora. La conclusión es que se trata de otra consecuencia de la polémica por la financiación catalana. El PP, que gobierna con mayoría absoluta, atrae al 27,6% de votantes frente al 22,2% de los socialistas. La diferencia es algo menor en Madrid (29,3% por 25,1%) y en Castilla y León, también de cuatro puntos. Galicia (33,3%) es la comunidad donde el PP se despega con más holgura, dejando al PSOE en un escueto 19,5%. La debilidad del partido de Alberto Núñez Feijóo en Cataluña, donde no pasa del 9,4%, con 12 puntos menos que el PSC y por debajo incluso de Vox, y en País Vasco, con un irrisorio 4,6% -20,6% del PSE- permite a los socialistas contrarrestar en parte el poderío del PP en el resto de territorios. La fortaleza de Vox en la Comunidad Valenciana, donde consigue su mejor resultado (15,5%) a costa del PP, convierte al PSOE en primera fuerza (26,1%) pese a no gobernar.
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