La financiación singular para Cataluña pone en guardia a las federaciones del PSOE
“Quien tiene más transferencias ha de tener más medios”, justifica la dirección del partido, que rechaza la opción de un concierto similar al vasco frente al recelo de Andalucía, Extremadura o Castilla-La Mancha
Los caminos de la gobernabilidad de España siguen pasando por Cataluña. La financiación “singular” que ERC exige para la comunidad a cambio de permitir la investidura de Salvador Illa (PSC) como president, se ha convertido en la última clave de bóveda de una legislatura incierta. La exigencia de los republicanos divide a los socialistas y ha puesto en guardia a varias de las federaciones más señeras del PSOE, como las de Andalucía, Extremadura o Castilla-La Mancha, que han recibido con recelo los planes de La Moncloa de pactar una reforma del sistema de financiación autonómica —pendiente de renovar desde 2014— común para todas las comunidades y al mismo tiempo aprobar una financiación singular atendiendo a las especificidades de Cataluña pero también de otros territorios. La seguridad de la portavoz de la dirección federal del PSOE, Esther Peña, de que se “garantizará la igualdad entre los ciudadanos” de toda España no ha convencido a todo el socialismo.
Josele Aguilar, portavoz adjunto del PSOE andaluz, ha advertido que la federación con más militantes “no va a aceptar ningún sistema de financiación que perjudique a Andalucía y que no reconozca la propia singularidad” de la comunidad más poblada, en la que el PSOE gobernó hasta que perdió la Junta durante casi 37 años de forma consecutiva. “De ahí no nos vamos a mover”, ha remachado.
“El PSOE de Extremadura no va a aceptar que la financiación autonómica sea moneda de cambio en la negociación de ningún Gobierno. La financiación es el todo y un Estado fuerte puede ejercer la solidaridad, un Estado troceado no reparte solidaridad”, ha remarcado a última hora de la tarde su secretario general, Miguel Ángel Gallardo. “No aceptamos singularidades que tengan que ver con privilegios”, ha apostillado, al tiempo que reclamaba un modelo de financiación “justo” que “aborde la singularidad de cada territorio” y no de uno en concreto, en alusión a Cataluña. Por la mañana, el secretario de Política Educativa y FP de los socialistas extremeños, Francisco Javier Amaya, había avisado que su federación no tolerará “chantajes de ningún tipo” respecto a la negociación del modelo de financiación. Gallardo ha incidido además en que “tributan los ciudadanos y no los territorios”, una máxima que comparten con sus compañeros de partido de Castilla-La Mancha, la única comunidad donde el PSOE gobierna con mayoría absoluta y cuyo presidente, Emiliano García-Page, es uno de los más firmes detractores de una financiación singular para los catalanes: “Cualquiera que se considere progresista tiene que luchar contra todo tipo de privilegios y no ampararlos”, dijo el viernes. “De lo que se trata es de que el Gobierno de España afronte la financiación autonómica y lo haga desde una perspectiva de solidaridad y de equidad. Los criterios prioritarios en un modelo de financiación autonómica tienen que estar relacionados con el coste de la prestación de los servicios, especialmente servicios educativos, servicios sanitarios y servicios sociales”, ha observado el vicepresidente segundo de la Junta, José Manuel Caballero.
La ambigüedad y falta de concreción del Gobierno han enervado el debate en el PSOE, mientras Ferraz y La Moncloa mantienen que no hay ninguna novedad y que lo que pide Esquerra ya estaba incluido en el acuerdo de investidura de Pedro Sánchez el pasado otoño, en la que se justificaba la financiación por la “gestión singular” de la policía autonómica de los Mossos d’Esquadra o las prisiones, competencias que no están transferidas a la mayoría de comunidades. “Es compatible mejorar el sistema de financiación autonómica desde el plano multilateral y al mismo tiempo articular una financiación singular para un territorio tan importante como Cataluña”, afirmó en esa línea el presidente el domingo en una entrevista en La Vanguardia. “Todo el mundo entiende que hay que reformar la financiación en el marco multilateral, pero atendiendo a las peculiaridades”, ha esgrimido este lunes Salvador Illa en una entrevista en Hora 25 de la SER. “Yo defiendo los intereses de mi comunidad exactamente como los hacen los presidentes de otras. No se puede tratar igual a los diferentes. No busco privilegios, sino justicia”, ha asentido el ganador de las últimas elecciones catalanas.
“Es innegable que quien tiene más transferencias ha de tener más medios”, ha defendido la portavoz de la ejecutiva federal del PSOE en referencia al caso de Cataluña, aunque ha dejado abierta una aplicación similar en otras comunidades autónomas. El argumento que da Ferraz es que el Gobierno de Pedro Sánchez ha aportado 250.000 millones de euros a los ejecutivos autonómicos para financiar unas prioridades o “singularidades concretas” que varían según los territorios. Un ejemplo sería la lucha contra la despoblación en Castilla y León, gobernada por el PP y Vox, y a la que el Gobierno ha incrementado, según ha destacado Peña, la ayuda para financiarse en 8.600 millones de euros. En el caso de Andalucía, gobernada desde finales de 2018 por el PP, los socialistas subrayan que ha recibido “cuatro veces más financiación que con el Gobierno de Rajoy”.
Las explicaciones de Ferraz, y el rechazo expreso a un concierto en Cataluña similar a los cupos vasco y navarro, no han contenido los avisos que algunas federaciones han lanzado a propósito de un tema tan sensible como el de la financiación. Sobre todo porque ERC sí exige dentro de su concepción de la financiación singular una especie de concierto vasco con una cuota de solidaridad a las comunidades autónomas más pobres. Incluso Felipe González se ha pronunciado sobre la financiación singular y ha puesto como condición que “se llame como se llame”, la financiación que ERC negocia con el Gobierno “tiene que ser justa”. De lo contrario, ha expresado el expresidente, “habría que cambiar el estatuto de autonomía, reformular el modelo de financiación de la Ley Orgánica de Financiación de las Comunidades Autónomas” y a su juicio modificar “también la Constitución”, ha señalado tras el acto por el IV Premio Rojana-Alfredo Pérez Rubalcaba que se ha celebrado en la Residencia de Estudiantes en Madrid.
“El PSOE no está en el concierto que propone [Alberto Núñez] Feijóo, sino en el desarrollo del Estatut de Cataluña”, ha reseñado al mediodía Peña, que ha desempolvado de la hemeroteca unas declaraciones del líder del PP en 2016 en las que planteaba un modelo similar al de País Vasco y Navarra para Cataluña. “No es fácil de explicar que a Cataluña no se le dé un concierto económico cuando lo tienen vascos y navarros, estoy de acuerdo. Estas cosas se pueden cambiar, plantear y discutir. El problema es cómo nos ponemos de acuerdo en los contenidos del concierto, cómo se mide y qué se pondera”, dijo Feijóo, que entonces presidía la Xunta de Galicia, en el Círculo de Economía de Barcelona, dentro de la conferencia Estabilidad y sostenibilidad en un Estado descentralizado. La Moncloa y Ferraz reprochan al PP que carezca de una posición común y que no haga ninguna propuesta cuando preside 11 comunidades autónomas, además de Ceuta y Melilla, y cogobierna en Canarias.
Pese a los intentos del PSOE de quitarse de encima el foco por el revuelo ocasionado con la apertura de Sánchez a una financiación singular y para enredarlo todo aún más, Puigdemont ha acusado al presidente de “chantajear” a ERC con la financiación para poder investir a Illa. En este contexto, Juan Espadas, el secretario general de la federación, ha abogado por “hacer compatible la singularidad de Cataluña con la de cada territorio” en un futuro modelo “común” de financiación. “El PP solo se acuerda del modelo de financiación autonómico cuando no gobierna. En Andalucía, con Mariano Rajoy y el modelo vigente, 11.000 millones menos y con Pedro Sánchez, 34.000 millones más en cinco años”, ha contrapuesto Espadas.
Frente a los planteamientos más críticos, otros dirigentes, como el presidente de Asturias, Adrián Barbón, se han mostrado más receptivos con el Gobierno. “Yo he dicho siempre lo mismo, acuerdo multilateral y beneficiar a todas las comunidades porque todas están infrafinanciadas. Esa posición no mía, es la posición del Parlamento de Asturias votada la legislatura pasada”, ha aseverado el presidente del Principado, la otra comunidad de régimen común que preside el PSOE. José Ramón Gómez Besteiro, secretario general de los socialistas gallegos, ha negado que el Gobierno plantee una financiación “a dos” con Cataluña, sino que apuesta por un modelo que atienda las “singularidades” de cada territorio. “En Galicia también pedimos una financiación singular”, ha abundado sobre problemas muy particulares como el envejecimiento de la población y su dispersión geográfica en una orografía complicada. Besteiro ha subrayado que “lógicamente” cada autonomía debe estar “al mismo nivel” pero que al mismo tiempo se deben atender sus “singularidades” para que ejerzan de “factores correctores”.
En la misma línea se ha pronunciado José Muñoz, portavoz del PSPV en las Cortes valencianas y secretario de Organización durante el mandato del expresidente autonómico Ximo Puig: “Nosotros tenemos una situación de infrafinanciación y hemos sido tratados con singularidad. La clave de todo es que haya multilateralidad a la hora de reformar el sistema de financiación porque los ajustes son precisamente la manera de tratar singularmente. El modelo es el que se negocia de manera multilateral y los ajustes al modelo son las singularidades de cada territorio”, ha añadido Muñoz, que ha concluido haciendo hincapié en que la igualdad “no es tratar a todo el mundo por igual, sino darle a cada uno lo que necesita y lo que le corresponde”.
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