Díaz pide a Sánchez que el Gobierno responda a la ofensiva de la derecha con “más democracia y más derechos”
La vicepresidenta segunda y líder de Sumar reclama el cumplimiento del acuerdo de coalición y aboga por “quitarle un poco de melodrama” a la política tras cinco días de incertidumbre
Tras cinco días de máxima incertidumbre en la política española, Sumar reclama a Pedro Sánchez que la crisis sirva ahora de estímulo para gobernar “más y mejor”. Pese a que el discurso del líder socialista —que ha confirmado su continuidad al frente el Ejecutivo— se traduce en una situación de estabilidad para la coalición, la falta de anuncios concretos por la mañana ha llevado a la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, a pedir responder “con más democracia y más derechos” a la ofensiva que, según Sánchez, está llevando a cabo la derecha. Con total solemnidad, en una comparecencia ante los medios de comunicación desde el Ministerio de Trabajo, la dirigente ha urgido de manera implícita al PSOE a un cambio de rumbo y enfatiza que este “punto y aparte” al que se ha referido el presidente no ha de quedarse solo en “una cuestión retórica”, sino que debe llenarse de “contenido, iniciativa y políticas públicas nuevas”. Díaz ha acudido inmediatamente después a un encuentro con él en La Moncloa, donde los dos socios han evaluado la situación.
Fuentes de Sumar han incidido a última hora de la tarde en que este “punto de inflexión” tiene que servir para sacar adelante “medidas” y “cambios decisivos concretos”. “Hay que cumplir íntegramente el acuerdo de investidura e ir mas allá. Profundizar en las transformaciones de este país”, ha afirmado Díaz, cuya plataforma pone el foco en la “democratización de la justicia”, con la reforma de la ley mordaza, la renovación del CGPJ ya sin el PP y cambios en el acceso a la carrera judicial como prioridades. La formación de la vicepresidenta recogía así el guante de Sánchez, que en su discurso asumía el “compromiso” de trabajar “sin descanso, con firmeza y con serenidad por la regeneración pendiente de la democracia”.
“No podemos perder ni un segundo más en esta tarea que nos ocupa”, han insistido fuentes de Sumar, que piden también regular los pisos turísticos y prohibir la especulación de fondos internacionales; reducir la jornada laboral hasta las 37.5 horas y abrir una mesa de diálogo para seguir acortando la jornada; ampliar los permisos por nacimiento y conseguir la remuneración del permiso parental de cuidados por cada hijo o hija hasta ocho años de edad; y recuperar la universalidad de la sanidad pública.
“Lo que ha pasado estos días debe representar un antes y un después. La ciudadanía movilizada nos pide ganar derechos, gobernar más y mejor”, ha valorado la vicepresidenta. “Hoy más que nunca el pueblo necesita serenidad, seriedad y un horizonte de país. Porque no nos han votado para convertir nuestros problemas en los suyos”, ha afirmado en tono crítico después de señalar que hay que “quitarle un poco de melodrama” a la política, en referencia a la situación inédita que ha vivido España después de que el presidente anunciara el miércoles pasado que abría un período de reflexión para decidir si continuaba al frente del Gobierno. “A los intentos de desestabilización se responde solo con dos herramientas. Más democracia y más derechos”, ha subrayado Díaz.
Sumar insistía desde el miércoles en la necesidad de preservar el Gobierno de coalición. A través de sus dirigentes, el socio minoritario había expresado que la decisión iba “más allá de Sánchez” y en privado incluso consideraban que sería irresponsable dimitir en este momento, porque supondría darle una victoria a la extrema derecha. En la plataforma reconocen preocupación por el movimiento del líder socialista, que veían ya desde el inicio con recelo, y creen que en el corto plazo puede beneficiar electoralmente al PSOE. La decisión del presidente se conoce en plena campaña catalana y a tan solo seis semanas de unas europeas que son fundamentales para la consolidación de Sumar como espacio político a la izquierda de los socialistas.
Con todo, algunas voces han expresado este lunes su desconcierto por el tono de la intervención, sin medidas concretas y sin que el mandatario vaya a someterse tampoco a una cuestión de confianza, una de las opciones que se barajaban. Estas fuentes argumentan que el gesto épico del presidente puede “quedarse viejo” muy pronto e incluso volverse en su contra si el Ejecutivo no aprovecha para implementar algunos cambios, porque lo que está en juego, añaden, es si la izquierda puede gobernar en este país. “Desde el primer minuto han tratado al Gobierno de coalición progresista como ilegítimo”, ha enfatizado la vicepresidenta, quien ha pedido muy dura al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, que “deje de cuestionar los resultados” salidos de las urnas el 23-J.
“En el punto y aparte empieza la legislatura”, incide una fuente, convencida de que la única fórmula para no generar mayor desafección entre los ciudadanos pasa por echar a andar políticas ambiciosas. “Para Izquierda Unida es el momento de iniciar una ofensiva política, legislativa y social”, reclama por su parte la formación en un comunicado de su Colegiada Federal, la dirección del partido.
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