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Sánchez reactiva la memoria histórica ante la entrega a Vox del PP

El Gobierno prepara una gran campaña de explicación del franquismo y la II República a los jóvenes para 2025, por el 50º aniversario de la muerte del dictador

Pedro Sánchez visita los trabajos de exhumación de las víctimas del franquismo en Cuelgamuros, el jueves.
Pedro Sánchez visita los trabajos de exhumación de las víctimas del franquismo en Cuelgamuros, el jueves.Borja Puig de la Bellacasa/Pool Moncloa (Pool Moncloa/EFE)
Carlos E. Cué

El Gobierno está convencido de que la decisión del PP y Vox de presentar en varias autonomías leyes de memoria involucionistas, que colocan al mismo nivel a la dictadura franquista y el periodo democrático de la II República, es un asunto con mucho más calado político del que pueda parecer. La historia de España es una cuestión muy sensible que sigue movilizando a muchos ciudadanos y sobre todo coloca al PP en una posición muy extrema si se compara con sus homólogos europeos, que difícilmente asumirían normas que pasen de puntillas sobre una dictadura fascista como la de Franco. Este asunto, y la cercanía del PP con Vox, fueron decisivos en las elecciones del 23-J, y pueden volver a serlo, según el análisis instalado en La Moncloa.

Durante toda la semana se ha visto muy claro que Pedro Sánchez y todo el PSOE están decididos a entrar en tromba en esta cuestión de la memoria con la vista puesta en las elecciones europeas, que los socialistas plantearán como una gran batalla izquierda-derecha con el riesgo de una involución en Europa hacia posiciones de ultraderecha, como señaló Sánchez en una conversación con la prensa en su viaje a Jordania, Arabia Saudí y Qatar, donde dijo sobre esas leyes antimemoria del PP y Vox: “Demuestran de la que nos libramos el 23-J”. La Moncloa está decidida a recuperar el esquema que tan exitoso fue el 23-J de 2023, esto es, la batalla política entre la coalición progresista y una alianza ultraconservadora entre el PP y Vox que gobierna una parte importante del país y está tomando decisiones clave en cuestión de memoria.

Este será uno de los ejes de campaña, como se vio este sábado en el mitin de Sánchez en Vitoria, donde dijo que “la derecha y la ultraderecha ya no se distinguen, pretenden reescribir la historia y equiparar la democracia con la dictadura. Que sepan que a nivel nacional e internacional vamos a defender la dignidad de las víctimas del franquismo y no vamos a permitir que banalicen la dictadura”.

Pero la cuestión es más de fondo, y en La Moncloa no están pensando solo en este momento electoral. Hay preocupación en el Gobierno por el ascenso de posiciones de reivindicación de la dictadura o de negación de la memoria democrática, de la represión franquista, de la lucha para alcanzar la democracia, especialmente entre algunos jóvenes, un grupo en el que Vox tiene un apoyo importante. Y quieren aprovechar una efeméride importante que llega en 2025, los 50 años de la muerte del dictador Francisco Franco —20 de noviembre de 1975— para promover una gran campaña con todo tipo de actos de largo recorrido para explicar sobre todo a los jóvenes, que no lo vivieron y pueden tener informaciones incorrectas, qué fue el franquismo, qué fue la II República, y qué significa la democracia de la que disfrutan en contraste con la dictadura fascista que dominó España desde 1939 hasta la Constitución de 1978.

El Ejecutivo está preparando para ello una comisión interministerial que contará con expertos para aportar ideas para hacer que esta gran campaña llegue de verdad a todos los jóvenes. Dada la línea política marcada por las autonomías y los ayuntamientos gobernados por el PP y Vox, que son muchos, el Ejecutivo no podrá contar con ellos. Pero uno de los elementos centrales de esta gran campaña será propiciar en los centros de secundaria y bachillerato “actividades relacionadas con el franquismo y la pérdida de libertades”, según fuentes del Ejecutivo. En el Gobierno, en especial en el ministerio de Política Territorial y Memoria Democrática, trabajan en todo tipo de iniciativas para explicar el franquismo y sobre todo para convencer a los jóvenes de que las libertades que ahora disfrutan estaban totalmente vetadas en la dictadura que algunos reivindican o banalizan. Los que ahora tienen 20 años nacieron casi 30 años después de la muerte de Franco, y por eso en el Ejecutivo creen que hay que reactivar esa memoria.

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Los ejes de esa campaña se basarán, según fuentes del Gobierno, en explicar “el significado de la dictadura franquista para la ciudadanía española y el retroceso y pérdida de derechos y libertades alcanzados durante la II República”. Además, en reivindicar “el papel de los actores políticos y movimientos sociales que contribuyeron a la conquista de la democracia en España y la Constitución de 1978″. También se incidirá en “la necesidad de profundizar y divulgar un relato riguroso de la figura del dictador y su régimen”.

Para finales de 2024 se está preparando una gran exposición titulada “Los estudiantes contra Franco”. Además, habrá otra en la primavera de 2025 alrededor de un cómic que se ha convertido en un fenómeno editorial, El abismo del olvido, de Paco Rosa y Rodrigo Terrasa, centrado en la memoria histórica y las víctimas de la represión franquista. También habrá otra exposición sobre los 45 años de la Constitución.

El Ejecutivo intentará contar con todas las administraciones posibles. Dada la presumible resistencia de los ayuntamientos del PP y Vox, se buscará otros en manos de otros partidos para que propongan actos explicativos alrededor del 50º aniversario de la muerte de Franco. Y se organizarán mesas redondas sobre el papel de la prensa, las mujeres, los intelectuales, el cine o el teatro en la lucha antifranquista. El Gobierno pretende activar todos los recursos posibles, aunque aún no hay un Presupuesto definido, y contar con todos los expertos, historiadores, juristas, sociólogos, escritores, cineastas que han profundizado sobre la dictadura, la figura de Franco o la represión. Además, el Ejecutivo reforzará el control para que se cumpla la ley de memoria democrática de 2022, que el PP y Vox rechazan, pero están obligados a cumplir porque es una ley estatal vigente que obliga a eliminar o resignificar todos los elementos que reivindican a la dictadura.

Un asunto central de esta gran campaña será Cuelgamuros, llamado Valle los Caídos por el franquismo. Sánchez ya decidió la retirada de los restos del dictador de este descomunal mausoleo. Después se exhumó también a Primo de Rivera. Pero aún quedan pendientes varios puntos. El presidente visitó esta semana los trabajos de exhumación de las víctimas del franquismo enterradas contra la voluntad de sus familias en los columbarios de esta basílica. Pero aún queda resignificar Cuelgamuros, para que deje ser un lugar de reivindicación del franquismo para ser un centro de explicación del horror de la dictadura como son otros lugares en el mundo como la ESMA en Argentina, donde se explica con detalle el mecanismo de represión de la dictadura militar en el mismo lugar donde fueron detenidos y torturados los desaparecidos.

Habrá un concurso de ideas para crear un centro de interpretación, se eliminarán los vestigios franquistas que quedan ahí y finalmente se forzará la salida de los benedictinos que custodian la capilla y que han sido siempre un referente de reivindicación del franquismo. Lejos de minimizar el asunto de la memoria histórica, que tanto molesta a la oposición, Sánchez y su equipo han decidido darle la mayor prioridad y convertirlo en una cuestión central en 2025, un año muy simbólico para la historia de España.

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