El PSOE responsabiliza al PP de la polarización y defiende la estrategia de confrontación en las Cortes
Los socialistas respaldan a Óscar Puente y creen que evitar ir al choque en el pasado en respuesta a los ataques de los populares fue un error
El PSOE extrajo una enseñanza del descalabro de las elecciones del 28-M, en las que perdió casi todo su poder territorial: evitar el cuerpo a cuerpo con el PP, pensando que los votantes valorarían su gestión de la pandemia y la situación económica pese a la guerra de Ucrania, había sido un error fatal. El partido de Alberto Núñez Feijóo redujo su campaña a una suerte de plebiscito contra el “sanchismo” con un lema, “que te vote Txapote”, jaleado por Isabel Díaz Ayuso en la Asamblea de Madrid, en referencia al terrorista de ETA, con el que cuestionaba a trazo grueso la política de pactos del Gobierno. La estrategia de La Moncloa y de Ferraz de defenderse reivindicando su actuación contra la covid y la inflación se reveló fallida. La reacción de Pedro Sánchez, saliendo de la burbuja de La Moncloa, bajando a la arena política y rebatiendo los argumentos —y en algunos casos lugares comunes— de la derecha propició, junto al temor del electorado progresista ante los pactos de PP y Vox, la remontada de los socialistas en las elecciones generales del 23-J. “Del 28-M aprendimos que hay que poner al PP frente al espejo y que no podemos dejar que corran las noticias falsas sin atajarlas”, resumen en la cúpula socialista y del Ejecutivo.
La beligerancia que los socialistas han exhibido los últimos días en las Cortes no es puntual. Es la consecuencia, según comparten diputados y senadores rasos a miembros de la dirección federal y del Gobierno, de los ataques que el partido sufre desde que Feijóo se quedó a las puertas de La Moncloa, sin los apoyos necesarios para ser investido presidente. Todos los cargos consultados por EL PAÍS responsabilizan al PP en exclusiva de lo que Sánchez viene definiendo desde otoño como “una polarización asimétrica” que “no puede llevar a la equidistancia o a un empate entre quien ataca y quien es atacado”, como volvió a insistir el viernes en Bruselas tras el Consejo Europeo. “Quien quiere embarrar la política es porque está de barro hasta arriba”, acusó a Feijóo.
La apuesta de Feijóo por la línea dura, nombrando a Miguel Tellado portavoz en el Congreso, es para el PSOE una declaración de intenciones de que el PP ansía una legislatura corta y bronca. Los portavoces de otros grupos reprochan su actitud agresiva en la Junta de Portavoces. Diputados del PP lamentan el tono “matón” en la etapa actual del partido, al que se suponía que Feijóo le iba a imprimir un estilo moderado. En este contexto, Óscar Puente se ha erigido en uno de los referentes del PSOE por su forma de salir al choque contra el PP. “Hemos estado viviendo seis años de agresión permanente. Nos dimos cuenta en las elecciones autonómicas que había que responder porque, hasta entonces, la izquierda se resignaba. Pero eso se acabó. No vamos a aceptar estas agresiones constantes, esta falta de legitimación constante y yo he asumido mi rol de poner pie en pared y decirle a la derecha que hasta aquí hemos llegado”, explicó esta semana el ministro de Transportes en una entrevista en la Cadena SER.
El ministro ha sido muy criticado por haberse referido al novio de la presidenta de Madrid como “testaferro con derecho a roce”, un hecho que fuentes de Ferraz minimizan: “Se hace norma de la anécdota. El PP nos ha dicho de todo”. Puente se reafirmó en sus palabras en la sesión de control del Senado del martes: “Parece ser que lo que les ha molestado realmente es lo del derecho a roce. Les debería haber molestado mucho más lo de testaferro, pero eso no les molesta porque lo llevan ustedes en el ADN”, le espetó al senador Juan José Sanz. “No me voy a referir al comisionista, me voy a referir a la presidenta de la Comunidad de Madrid, partícipe a título lucrativo del producto del delito cometido por su pareja. Esa es la presidenta de la Comunidad de Madrid”, concluyó Puente entre las protestas de los senadores del PP.
El silencio del líder del PP, que no ha condenado los insultos, bulos y amenazas contra periodistas de Miguel Ángel Rodríguez, jefe de gabinete de Ayuso, ha reforzado el cierre de filas sin fisuras de los socialistas en el Congreso y el Senado. Feijóo tampoco se ha pronunciado por el fraude fiscal superior a 350.000 euros por el que ha sido imputado el compañero sentimental de la presidenta de Madrid, Alberto González Amador. “El PP nacional se ha convertido en un PP madrileño y ha copiado sus hábitos”, zanja un diputado del PSOE. “Se nos ha llamado de todo: puteros, cocainómanos, corruptos… Llevamos mucho acumulado. Los compañeros están combativos, con ganas de plantar cara tras modernos la lengua durante meses y meses sin que el PP cambiara de actitud”, apostilla otro parlamentario, que remacha: “Nuestra gente no quiere que estemos sin contestar. Tenemos argumentos de sobra. Sin insultar. Solo contestando”.
Reproches múltiples
Los reproches a Feijóo son múltiples. El sucesor de Pablo Casado no mostró su solidaridad con el PSOE por los ataques vandálicos contra las casas del pueblo, de las que se ha perdido la cuenta y que tuvieron su punto álgido en las negociaciones de la investidura de Sánchez. Y que se siguen produciendo: esta semana, un joven de 20 años fue detenido tras reventar la entrada de la agrupación de Almendralejo (Badajoz) con una excavadora. En los últimos meses, dirigentes del partido han vuelto a tener que llevar escolta, lo que no les sucedía desde que eran objetivos de ETA. El PSOE recuerda que el PP tampoco fue contundente en la condena del muñeco del presidente del Gobierno que fue apaleado en Nochevieja en la calle Ferraz entre cánticos a Franco. En los aledaños de la sede estatal del partido se siguen concentrando ultraderechistas y nostálgicos de la dictadura. “Estamos hartos de poner la mejilla ante un PP que no hace esto por casualidad. El PP trata de que no se hable de la economía ni de los tiempos en que Feijóo veraneaba con un narco, algo que siempre arrastrará, y por eso ha decidido embarrar el campo de juego”, añade un senador en alusión a Marcial Dorado.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.