El Ejército sanciona a los organizadores de la rifa de una prostituta en el cuartel de El Bruc

El Ejército de Tierra ha sancionado a un sargento y un cabo como autores de la supuesta rifa de los servicios de una “dama de compañía” en el cuartel del Bruc (Barcelona) en diciembre de 2022. Aunque el sorteo nunca llegó a materializarse, el instructor del expediente disciplinario los ha considerado responsables de una falta grave consistente en llevar a cabo “actos contrarios a la dignidad militar susceptibles de producir descrédito o menosprecio de las Fuerzas Armadas”. Es decir, se les castiga por dañar la imagen de la institución.

Fuentes del Ejército han explicado que, una vez archivada la causa judicial por estos mismos hechos, se reactivó el expediente disciplinario abierto en su día y este ha concluido ya. Dichas fuentes no han desvelado cuál ha sido la propuesta de sanción alegando que el expediente tiene carácter reservado por afectar a datos de carácter personal.

No obstante, según ha revelado el diario Ara, la sanción propuesta es de 15 a 30 días de arresto, una de las previstas en el código disciplinario militar para las faltas graves (categoría intermedia entre las leves y las muy graves), junto a la pérdida de destino y la multa de entre 8 y 15 días de sueldo.

El 7 de diciembre de 2022, los dos militares propusieron en un grupo de WhatsApp al resto de integrantes de su compañía participar en una rifa para pasar un rato con una prostituta el día de la Inmaculada Concepción, con el objetivo de recaudar dinero para las fiestas de la unidad. En este chat se compartieron fotografías de la prostituta y los servicios que ofrecía. También se colgó un cartel en la cantina del cuartel anunciando el sorteo de los servicios sexuales de la joven, aunque nunca llegó a realizarse.

“Esas personas tienen que estar fuera de las Fuerzas Armadas”, sostuvo al conocer los hechos la ministra de Defensa, Margarita Robles. El Ejército de Tierra abrió una investigación interna para esclarecer lo sucedido e identificar a sus responsables. Los resultados de dicha investigación fueron entregados a la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, por si los hechos fuesen constitutivos de delito.

El Juzgado de Instrucción Número 30 de Barcelona abrió una investigación, pero acabó archivándola a petición del propio fiscal, que consideró que “nunca hubo una intención real a contratar los servicios de ninguna prostituta ni se realizó ningún trámite para ello, sino que el premio real y efectivo fue una cesta de Navidad”. Pese a ello, se les ha impuesto una sanción disciplinaria.