El Gobierno abre la puerta para que la activista saharaui Aminatu Haidar se quede en España
La abogada de la afectada confirma que le ha sido concedido un permiso de residencia por razones especiales que podría convertirse en uno permanente
La activista saharaui Aminatu Haidar podrá quedarse en España, de momento, por “circunstancias excepcionales”, tal como se recoge en la disposición adicional 1.4 de la Ley de Extranjería. La Secretaría de Estado de Migraciones contactó con la afectada el pasado noviembre, poco después de que denunciase públicamente que le había sido denegado el permiso de residencia por razones humanitarias —que tenía desde hacía 16 años— para ofrecerle esta nueva vía de estancia.
“A Aminatu le pareció bien esta solución y aportamos todos los papeles para la solicitud”, explica su abogada, Fatima M. Fadel, en conversación con este periódico. No supieron más del asunto hasta el pasado viernes, cuando les notificaron que el nuevo permiso le ha sido concedido para dos años con carácter retroactivo. Lo que significa, explica la letrada, que el plazo de vigencia comenzó en enero de 2022 —cuando realizó en Jaén la solicitud de prórroga del que disfrutaba hasta entonces— y expira el próximo 29 de enero.
“Pero tenemos [un plazo de] 90 días para solicitar una modificación”, matiza. Esto le abre la puerta para pedir que se convierta en un permiso de residencia no lucrativo —el de trabajo lo descartan por razones de salud— para los próximos dos años. También podría solicitar uno permanente en el futuro.
Por una parte, Fadel interpreta esta solución positivamente. “Es como si no hubiera sucedido nada; han accedido a que continúe en el sistema legalmente”. De tal modo que Haidar nunca ha estado en situación irregular ante los ojos de la administración. “Se nos abre la vía para solicitar un permiso de larga duración”.
Sin embargo, la abogada considera que “es sangrante” que le denegasen la prórroga del permiso por razones humanitarias que tenía desde hacía 16 años y cree que, con esta “solución a medias”, el Gobierno quiere dar carpetazo al “error grave” que cometió. De ahí que su postura sea la de mantener el recurso que interpusieron por aquella decisión “para que haya una sentencia en la que se visibilice el error”. Pero continuar esta vía judicial será decisión de Haidar, subraya.
Permiso permanente
“Solicitar un permiso de residencia permanente ha sido siempre su idea”, asegura Fadel. De hecho, agrega, la activista ya lo solicitó en una ocasión y se lo denegaron “con cierta razón”, pues no cumplía el mínimo de tiempo en el país. Ahora, puntualiza la abogada, su representada tendrá que decidir si vuelve a pedir esta documentación, aunque sus periodos en España sean todavía insuficientes. “Ella viaja mucho por su activismo y quiere estar en su lucha en El Aaiún”, argumenta. Pero no han tenido tiempo de debatir las opciones antes de que Haidar volase precisamente hacia El Aaiún desde Las Palmas de Gran Canaria.
La activista supo de la concesión del permiso por razones especiales el pasado viernes, apenas una hora después de que le hubiera sido otorgada por escrito una autorización de regreso por parte de Exteriores. Haidar había solicitado esta última, pues partía ese mismo día [aunque el vuelo se retrasó hasta el día siguiente] al Sáhara occidental para despedirse en la ciudad de Dajla de su tío materno, con quien había convivido y que estaba a punto de fallecer.
Al encontrarse en situación irregular hasta ese último momento, la defensora de los derechos humanos temía que las autoridades marroquíes le impidiesen regresar después del funeral si no portaba un documento que acreditase que podría entrar en territorio español. “Le dieron la autorización porque privarle de la salida y entrada a una defensora de los derechos humanos no hubiera sido compartido por la opinión pública”, afirma Fadel. “Y necesita volver por razones de salud, porque allí [en el Sáhara Occidental] no tiene garantía de acceso al sistema sanitario”, aclara. Según su abogada, la activista sufre de fibromialgia, la han operado dos veces de la rodilla y una del codo y padece osteoporosis crónica.
Aminatu Haidar fue condenada por Marruecos a siete meses de cárcel en 2005 por defender la creación de una República Árabe Saharaui Democrática en el territorio de la excolonia española del Sahara Occidental, actualmente bajo control marroquí. Cumplió un mes y, tras presiones de la comunidad internacional, fue puesta en libertad. En noviembre de 2009 protagonizó el conocido como caso Haidar: la activista inició una huelga de hambre en el aeropuerto de Lanzarote cuando Marruecos la expulsó y retiró el pasaporte que, 32 días después, de nuevo debido a la presión internacional y ante el precario estado de salud de la activista, le devolvió.
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