España y Marruecos sellan la etapa “más fructífera” de sus relaciones con el compromiso de abrir las aduanas de Ceuta y Melilla
Albares afirma en Rabat que “todo está listo” para la entrada en servicio de las instalaciones por parte española mientras su homólogo marroquí alega “problemas técnicos”
El giro dado por España en 2022 en favor de Marruecos en el conflicto sobre el Sáhara Occidental mediante una hoja de ruta compartida por ambas partes ha conducido a una estrecha relación bilateral, que “nunca había sido tan intensa y fructífera como en estos momentos”, afirmó este jueves en Rabat el ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel Albares, en una comparecencia conjunta ante la prensa con su homólogo marroquí, Naser Burita. El jefe de la diplomacia del país magrebí ratificó el compromiso de su Gobierno de cumplir en su integridad con el plan acordado en abril del año pasado por el rey Mohamed VI y el presidente del Ejecutivo español, que incluía como piedra angular la puesta en marcha de aduanas comerciales en las fronteras de Ceuta —de nueva planta— y Melilla, donde permanece cerrada desde 2018.
“No es un problema político ni de compromisos, es un problema de aplicación técnica (...) para una reapertura de aduanas con una fórmula común”, alegó Burita para justificar el retraso en la entrada en servicio de las instalaciones aduaneras. Por parte española, “todo está listo para que puedan operar y no son necesarias más pruebas piloto (como las efectuadas en los últimos meses)”, puntualizó Albares, “y todos los compromisos siguen vigentes”.
Ambos ministros declararon su voluntad de solventar el principal escollo que se interpone en la hoja de ruta que puso fin al espinoso periodo de tensión surgido entre España y Marruecos, tras el ingreso en 2021 en un hospital en La Rioja del líder del Frente Polisario, Brahim Gali. El compromiso mutuo se escenificó en la sede del Ministerio de Asuntos Exteriores marroquí, donde tanto Burita como Albares aceptaron responder a preguntas de la prensa, en contra de lo inicialmente previsto. Sin previo aviso también, Albares fue recibido por el jefe de Gobierno marroquí, Aziz Ajanuch, en un gesto de deferencia diplomática a su primer viaje bilateral oficial de la nueva legislatura en España.
El ministro español reiteró, a preguntas de los medios marroquíes, que la posición del Gobierno sobre la cuestión de Sáhara Occidental no ha cambiado desde la declaración conjunta del rey Mohamed VI y el presidente Sánchez en Rabat en 2022, en la que se consideraba el plan de autonomía marroquí “como la base más seria, realista y creíble para la resolución del contencioso” en la excolonia española, para la que el Frente Polisario reclama la independencia tras un proceso de autodeterminación.
Burita, a quien Albares se refirió en ocasiones como “querido Naser”, calificó a España de “vecino ejemplar”. El clima de luna de miel diplomática entre ambos países después de haber asumido en octubre la coorganización (junto con Portugal) del Mundial de Fútbol de 2030 es patente. El ministro de Exteriores marroquí también coincidió en que las relaciones bilaterales se encuentran en su “mejor momento” y no habían llegado hasta ahora a “este nivel de fuerza, solidez y confianza”, gracias a la exclusión de las “decisiones unilaterales”, en cuestiones como el control de los flujos de migración irregular, la seguridad común o la cooperación económica y comercial.
Rabat se ha comprometido a cumplir con todos los puntos de la hoja de ruta pactada con España. Hasta ahora se han formado ya siete grupos de trabajo sectoriales, según aseguró Burita, que han ido avanzando en sus tareas. Entre ellos figuran el de la gestión conjunta del espacio aéreo del Sáhara Occidental, atribuido a España por los organismos internaciones de aviación, y los de la compleja delimitación de fronteras marítimas. Los mapas elaborados por Marruecos se superponen con los de la zona marítima de Canarias. Burita precisó que los eventuales solapamientos se solucionarán mediante “el diálogo y la concertación”, en tanto que Albares garantizó que el Gobierno de Canarias contará con un representante en el grupo de trabajo para poder salvaguardar sus competencias.
El ministro de Asuntos Exteriores español asistió también en la capital marroquí a un encuentro entre empresarios de ambos países para reforzar la nueva relación estratégica. Unas 18.000 empresas españolas están presentes en la economía marroquí. Fuentes diplomáticas en Rabat han destacado la “ambición” con la que Marruecos se dispone a abordar un programa de modernización de infraestructuras con un horizonte fijado en 2030. Mohamed VI viajó la semana pasada a Emiratos Árabes Unidos para acordar una docena de planes de financiación de proyectos.
La renovación de los ferrocarriles es uno de ellos. Marruecos acaba de sacar a concurso público la adquisición de 168 nuevos trenes, de los que 18 serán de alta velocidad, por un monto de 1.465 millones de euros. Entre las empresas interesadas en la adjudicación figuran las españolas Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles (CAF) y Talgo.
Los programas relacionados con el agua —desaladoras e irrigación— son también prioritarios para la economía de Marruecos, que desde hace tres años sufre una grave sequía, así como los de construcción de nuevos puertos y aeropuertos. El grupo español Acciona recibió en noviembre el encargo de construir y explotar, junto con dos compañías marroquíes, la nueva megadesaladora de Casablanca, presupuestada en 800 millones de euros.
En su cita en Rabat para relanzar la agenda de la hoja de ruta tras seis meses de paréntesis electoral en España, Albares y Burita destacaron la estrecha cooperación de las fuerzas de seguridad de ambos países en el control de los flujos de migración irregular. A pesar del repunte en 2023 en la llegada de pateras a Canarias (procedentes en su mayoría del área del Sahel) y, en menor medida, al Mediterráneo occidental respecto a 2022, Albares resaltó que dista mucho del incremento observado en las zonas del Mediterráneo central (Italia) y oriental (Grecia).
El jefe de la diplomacia española prosiguió en la noche del jueves su gira diplomática en dirección a Senegal, y este viernes se trasladará a Mauritania, países de salida de los cayucos que se dirigen a las costas canarias. En ambos se reuniría con su homólogo en el Gobierno y con representantes de las fuerzas de seguridad españolas desplegadas para colaborar en el control de la inmigración irregular.
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