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Albares refuerza la relación estratégica con Marruecos en su primera visita bilateral de la legislatura

España busca reactivar la hoja de ruta pactada en 2022 por Sánchez y Mohamed VI tras 10 meses de crisis diplomática

El ministro José Manuel Albares (izquierda), este jueves en Rabat.
El ministro José Manuel Albares (izquierda), este jueves en Rabat.Jalal Morchidi (EFE)
Juan Carlos Sanz

El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha viajado este miércoles a Rabat, en su primera visita bilateral de la nueva legislatura, con una agenda marcada por la reactivación de la hoja de ruta pactada en abril del año pasado por el rey Mohamed VI y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que puso fin a un largo periodo de desencuentros. El jefe de la diplomacia española se reúne este jueves con su homólogo marroquí, Naser Burita, para repasar los asuntos pendientes tras el giro en la tradicional posición española de neutralidad sobre el Sáhara Occidental en favor del plan de autonomía auspiciado por Rabat.

La agenda de la reconciliación hispano-marroquí se encontraba en suspenso desde hace más de seis meses a causa de la convocatoria electoral de julio, que puso fin anticipadamente a la anterior legislatura. La puesta en servicio de aduanas comerciales en las fronteras de Ceuta y Melilla, recogida expresamente en la hoja de ruta, sigue siendo el principal escollo para su aplicación. En una entrevista con EL PAÍS, el jefe de la diplomacia española aseguró el domingo que “la voluntad es que la hoja de ruta se cumpla en su integridad”, y para ello ya se han realizado pruebas de funcionamiento de las instalaciones aduaneras. “Estamos relanzando las conversaciones”, puntualizó.

Albares tiene previsto asistir también en la capital marroquí a un encuentro entre empresarios de ambos países organizado por la Embajada española para reforzar la nueva relación estratégica. Fuentes diplomáticas en Rabat han destacado la “ambición” con la que Marruecos está abordando su programa de modernización de infraestructuras con un horizonte fijado en 2030. Mohamed VI viajó la semana pasada a Emiratos Árabes Unidos para acordar una docena de planes de financiación de proyectos.

La renovación de los ferrocarriles es uno de ellos. Marruecos acaba de sacar a concurso público la adquisición de 168 nuevos trenes, de los que 18 serán de alta velocidad, por un monto de 1.465 millones de euros. Entre las empresas interesadas en la adjudicación figuran las españolas Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles (CAF) y Talgo, junto a la francesa Alstom, que presumiblemente concurrirá a través de su filial en España ante el actual clima de enfriamiento diplomático en las relaciones entre París y Rabat.

Los programas relacionados con el agua —desaladoras e irrigación— son también prioritarios para la economía de Marruecos, que desde hace tres años sufre una grave sequía, así como los de construcción de nuevos puertos y aeropuertos. El grupo español Acciona acaba de recibir en noviembre el encargo de construir y explotar, junto con dos compañías marroquíes, la nueva megadesaladora de Casablanca, presupuestada en 800 millones de euros, destinada a suministrar entre 550.000 y 820.000 metros cúbicos de agua diarios a los siete millones de habitantes de la mayor área metropolitana del país magrebí.

Varios ministros y altos cargos marroquíes han anunciado su asistencia a una recepción posterior al encuentro empresarial ofrecida por la diplomacia española en Rabat. España es desde hace casi una década el primer socio comercial del país magrebí. Los intercambios económicos superarán previsiblemente en 2023 el récord del año pasado: 11.748 millones de euros en exportaciones españolas a Marruecos, un 23,6% más que en el ejercicio inmediatamente anterior.

Como guinda al pastel de la aparente luna de miel en las relaciones bilaterales, la organización conjunta del Mundial de Fútbol de 2030 ha estrechado en los últimos meses el entendimiento entre ambos países hasta el punto de constituirse en una de las claves que sostiene la bóveda de las relaciones. Como ha destacado el propio ministro Albares en una entrevista con la agencia de noticias marroquí MAP, “el mundo entero, que sigue muy de cerca el fútbol, va a constatar de primera mano la amistad hispano-marroquí”, en una asociación entre países que representan las puertas de Europa y de África.

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Sobre la firma

Juan Carlos Sanz
Es el corresponsal para el Magreb. Antes lo fue en Jerusalén durante siete años y, previamente, ejerció como jefe de Internacional. En 20 años como enviado de EL PAÍS ha cubierto conflictos en los Balcanes, Irak y Turquía, entre otros destinos. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza y máster en Periodismo por la Autónoma de Madrid.

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