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Los aliados más previsibles de la investidura de Sánchez escenifican su distancia

Sumar, PNV y Coalición Canaria dejan en el aire su apoyo al líder del PSOE y reivindican su diversa agenda de exigencias

Investidura Sánchez
El rey Felipe VI, en su audiencia de este lunes con el portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban.FERNANDO ALVARADO (EFE)
Javier Casqueiro

El líder del PSOE y presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, acudirá este martes a La Zarzuela para confirmarle al rey Felipe VI que quiere ser candidato a una investidura, pero por ahora solo con los 121 votos asegurados de su partido. Ni Sumar, su socio de coalición, ni el PNV —en teoría su aliado preferencial en el Congreso—, ni tan siquiera Coalición Canaria, que admite estar dispuesta a negociar su agenda de demandas locales, han ratificado por ahora su apoyo pública y formalmente. Al contrario. Ante el clima de presión generado en particular por el nacionalismo independentista catalán, esos partidos cuyos votos se tenían como más previsibles quieren escenificar su distancia. Los primeros Sumar. Su líder y vicepresidenta actual en funciones, Yolanda Díaz, lo expresó bien claro: “A día de hoy estamos lejos de alcanzar un acuerdo”.

Nadie quiere regalar o dar por descontados sus votos. Está estrategia también estaba prevista. La negociación para la investidura de Sánchez ha tenido varias fases, hasta ahora en la penumbra y con intercambio de ideas y propuestas muy incipientes, pero ahora coge vuelo. El propio aspirante comparecerá tras verse con el Rey para fijar algunos criterios de partida, tras haber sorteado durante semanas las explicaciones directas sobre cuál será su propuesta y sus ofertas a distintas formaciones, con particular atención a las formaciones independentistas catalanas. Pero Sánchez, para seguir en La Moncloa, necesita los votos de los diputados de Junts y ERC, y también los de EH Bildu, PNV, el BNG y pretende algo más que simbólicamente el de la parlamentaria de Coalición Canaria, Cristina Valido. Todos esos diputados juntos sumarían 179 votos afirmativos, tres más que la mayoría absoluta.

Algunos de esos partidos han querido dejar fijado, en este momento clave de la negociación, sus demandas para que no se imponga el mensaje de que sus votos salen gratis o son menos importantes que otros. El portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, acudió al final de la mañana de este lunes a La Zarzuela y su grupo apenas informó de que la reunión había durado 40 minutos. Sin más detalles, como ha ocurrido en otras ocasiones. Esa decisión no quiere decir ni que el respaldo del PNV esté en la cuerda floja ni tampoco confirmado. Lo que sí aclaró oficialmente el PNV es que unas declaraciones de Esteban en las que señalaba que aún no estaba en condiciones de entregar su refrendo a Sánchez eran “de la semana pasada”. El que sí habló este lunes en la Cadena SER fue el lehendakari, Íñigo Urkullu, pero para reclamar un pacto “claro, constatable, cumplible y con compromiso” y con un horizonte que trascienda la simple investidura. Es decir, un acuerdo con “todos los votos de todos los partidos [susceptibles de apoyarle] durante todo el tiempo” para evitar inestabilidades a corto y medio plazo.

Sumar, la coalición que encabeza Yolanda Díaz, que por la tarde tuvo audiencia con el Rey, avanzó sus exigencias antes de esa cita para hacerse visible en este momento incierto de la negociación y para presionar con el aviso de que sus contactos e intercambios de documentos desde el verano con el PSOE están ahora algo atascados. El portavoz de Sumar, Ernest Urtasun, advirtió así al PSOE de que no entregarán un “cheque en blanco” y de que las negociaciones para el futuro nuevo Ejecutivo progresista deben avanzar en el “carril social” tanto como cree que ya lo han hecho en la cuestión territorial. Urtasun desgranó algunas de sus prioridades, como la reducción de la jornada laboral, la mejora del despido o el control efectivo de los alquileres, que luego refrendó tras ver a Felipe VI la propia Díaz. Ambos repitieron la misma idea. Díaz repitió en el Congreso: “No hay acuerdo, lamento comunicar que a día de hoy estamos lejos”. Y remachó subrayando que Sumar quiere “avanzar en ganar derechos y seguir mejorando el país” y el PSOE entiende que se contenta con “consolidar” los logrados en este mandato. Urtasun concluyó: “Hoy nos gustaría poder anunciar que el PSOE ya cuenta con nuestros votos, pero aún no es así. Interpelamos al PSOE a acelerar esas conversaciones y a desbloquear cuestiones fundamentales en las que aún estamos lejos”.

La diputada de CC, Cristina Valido, lleva días esperando que suene su teléfono. Ya lo comentó el viernes, tras la votación fallida de la investidura de Feijóo y lo reiteró algo más exigente este lunes, tras verse con el monarca. CC le pide al PSOE que les tenga en cuenta, que les llamen y empezar a conversar sobre la llamada agenda canaria. Valido ya adelantó hace días que quieren avanzar en infraestructuras e inversiones para las islas, en la recuperación de La Palma, en la cogestión de los aeropuertos, en que se tenga en cuenta la deuda histórica de las islas, pero también que la amnistía a los condenados del procés independentista no les convence nada. CC consultará a sus cuadros en las ocho islas Canarias si se llega a ese punto.

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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