Feijóo logra la aprobación de los duros del PP con su defensa de la investidura y unifica las filas del partido
Los ‘halcones’, satisfechos con su alegato contra la amnistía. Los moderados celebran su “tono respetuoso”, pero esperan que “la condescendencia con Vox” no marque un precedente
Todas las miradas del PP estaban puestas en Alberto Núñez Feijóo. Había expectación y hasta inquietud en el partido por cuál sería el desempeño del líder en su debate de investidura. “Se la juega en la réplica con Sánchez”, advertía el martes un dirigente, poco antes del comienzo de la sesión. Pero para sorpresa de todos, incluido el propio Feijóo, no hubo cara a cara con Pedro Sánchez, que delegó en el diputado por Valladolid Óscar Puente, y eso fue clave. A pesar del desconcierto inicial, la percepción general en el PP es que ese movimiento del PSOE benefició a Feijóo. Porque le ahorró un debate con el presidente que tenía riesgo y que podía ganar o perder, pero también porque el verbo agresivo del diputado socialista cabreó tanto al PP que lo unió en torno a su líder. “Que saliera Puente ha ayudado mucho a Alberto, el PSOE ha conseguido unir al partido con un portavoz tan hiriente”, resume un presidente autonómico popular. Feijóo ha superado la prueba interna también con un discurso con guiños a todos los sectores. El ala dura sale satisfecha sobre todo con su alegato contra la amnistía, mientras que los moderados confían en que la condescendencia con Vox no marque un precedente.
Nadie en el PP, ni por supuesto el propio Feijóo, esperaba que Puente fuera el elegido para darle la réplica por parte del PSOE. En el equipo del líder popular barajaban que pudiera salir el portavoz del grupo parlamentario socialista, Patxi López, en lugar del presidente en funciones, pero en ningún caso un perfil como el del exalcalde de Valladolid. El giro de guion sorprendió y descolocó a Feijóo, reconocen los suyos. Se percibió también en cómo el líder del PP ordenó la respuesta al PSOE en el debate. Primero amagó con no responder al diputado, cabreado con su tono agresivo, pero luego terminó por meter parte de su réplica a Sánchez en otras intervenciones, como cuando contestaba al líder de Vox, Santiago Abascal. El equipo directo de Feijóo estaba indignado con la intervención de Puente. “Los años de historia del PSOE no se merecen lo que ha hecho hoy Sánchez”, se quejaba uno de los colaboradores más estrechos del líder justo a la salida del hemiciclo el martes.
La indignación con el discurso del diputado socialista recorrió al PP y provocó un cierre de filas en torno a Feijóo. “Los presidentes hemos coincidido en que esto ha sido un disparate total”, apuntaba uno de ellos tras la comida que compartieron el martes después del debate. “Todo el mundo está indignado, ha puesto al partido en pie de guerra”. El discurso de Puente “elevó el de Alberto, en comparación”, defiende un barón popular, que cree que “el PSOE ha cometido un error al poner a un quintafila frente a Feijóo, que habló en cambio de forma serena”. Este presidente reconoce que “si hubiera salido Sánchez con un discurso normal, habría que haber visto cómo quedaba la cosa...”. “La clave es la comparación”, resume. La visión de la cúpula del PP también es que La Moncloa se equivocó con esa apuesta. “Ha sido un gran error de Sánchez. Le entregó el pleno a Feijóo”, defiende un miembro de la dirección popular.
Feijóo ha logrado el aprobado interno también con un discurso que hacía equilibrios entre las dos almas del partido. Al sector duro le entusiasmó su alegato contra la amnistía. “Fue maravilloso”, dicen fuentes del Partido Popular madrileño, donde vieron a Feijóo “soberbio”, como “un parlamentario temible”. El presidente del PP contentó a este sector, además, con un discurso durísimo contra Bildu, “el único partido”, dijo, “al que habría que hacerle un cordón sanitario”, y que trató como si fuera directamente ETA. “Ustedes hablan de la clase trabajadora. ¿Cuántos trabajadores se cargaron?”, espetó Feijóo a la portavoz abertzale, Mertxe Aizpurua, en línea con el discurso de los halcones de la derecha.
En el otro lado, el sector moderado del PP también aplaude el papel del líder, por haber mantenido, apuntan, un “tono respetuoso” todo el debate. Aunque los blandos vieron “condescendiente” a Feijóo con la extrema derecha, confían en que “no siente un precedente, sino que se reduzca a un debate concreto”, porque el político gallego necesita ahora los votos de Vox en la investidura. Ahora bien, algunos exdirigentes de este sector cuestionan su afirmación de que si no va a salir investido presidente es porque no quiere. “El discurso ha sido, en general, contundente”, analiza uno de ellos, “pero con un sofisma evitable: él no ha renunciado a ser presidente porque ha querido, sino porque sencilla y llanamente no puede. Los apoyos virtuales de los que habla son incompatibles con el apoyo de Vox”. “En ese sofisma”, subraya este exdirigente popular, “está su pecado y su penitencia”.
Se lo dijo también a Feijóo el portavoz del PNV, Aitor Esteban, visiblemente enfadado durante su choque parlamentario de este miércoles: “Usted no ha renunciado a una mayoría, porque nunca la ha tenido”. El líder del PP tampoco fue suave con el portavoz del PNV. Al contrario, dejó de lado el cortejo y le devolvió sus desplantes de las últimas semanas. “¿Quieren seguir siendo ustedes el kleenex del señor Sánchez en los próximos años?”, inquirió a Esteban. El PP ha pasado de fase y se lanza a tratar de disputar al partido nacionalista el electorado moderado en Euskadi en las próximas elecciones vascas, previstas para el año que viene, reconocen en la dirección popular. “¿Qué esperaba el PNV? Lleva todo el mes dándonos portazos”, confesaban después en el equipo directo de Feijóo.
El núcleo duro del PP está satisfecho con las dos jornadas de debate de investidura del presidente de la formación, a pesar de la primera derrota parlamentaria. “Objetivo cumplido”, dicen los suyos. Aunque en el entorno del líder niegan que existieran dudas sobre su liderazgo, lo cierto es que el propio Feijóo pareció respirar tranquilo tras haber superado la prueba. “¿Va a seguir usted como líder del PP en la oposición?”, le preguntó a la salida la periodista de La Sexta Ángela Vera. La primera reacción de Feijóo fue sonreír ante la pregunta, pero a renglón seguido quiso dejarlo claro: “Después de este resultado, creo que hay pocas dudas”.
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