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La sequía convierte la mayor laguna de Andalucía en un desierto de sal

La reserva natural de Fuente de Piedra acoge cada año a miles de parejas de flamencos, que este año han pasado de largo debido a la ausencia de agua por la falta de lluvias

Climate change
La Laguna de Fuente Piedra, en Málaga, seca y cubierta de sal, el lunes.PACO PUENTES
Nacho Sánchez

Con sigilo, Cristian Rueda baja la ventanilla de su vehículo todoterreno. Apunta con precisión y, prácticamente en silencio, dispara. Da en la diana y sonríe. Son las diez de la mañana y este fotógrafo especializado en naturaleza acaba ya una jornada que arrancó de madrugada, en plena noche. Las últimas fotos del día son para un cantarín gorrión triguero posado en una rama junto a la laguna de Fuente de Piedra, al norte de la provincia de Málaga. El especialista repasa los nombres de algunas de las aves que ha capturado con su cámara Nikon en la zona, del gran búho real a la pequeña tarabilla, pero entre ellas no hay rastro del flamenco rosado. La estrella de esta reserva natural ha pasado de largo este año debido a la sequía, que ha convertido el humedal en un desierto salado. “Está la cosa regular”, señala Rueda mientras tuerce el gesto. Tan regular que hoy apenas se intuye a lo lejos un centenar de flamencos que solo han parado a descansar en su ruta hacia el norte. El año pasado, a estas alturas, había más de 17.000 ejemplares dedicados a criar casi 4.000 pollos.

Esta laguna de agua salada es la mayor de Andalucía y una de las más grandes de España gracias a sus seis kilómetros de longitud. Ocupa unas 1.400 hectáreas de extensión y está ubicada a pocos kilómetros de Antequera. Ha llegado a acoger 20.000 parejas de flamencos y regularmente anida en ella la mayor colonia de la península Ibérica y la segunda de Europa, según la administración andaluza. Ahora la falta de lluvias la ha dejado seca. Los datos de la Junta andaluza indican que desde que arrancó el actual año hidrológico el pasado mes de octubre hasta mediados de mayo cayeron en la zona 220 litros por metro cuadrado, la mitad de la media habitual. Cualquier otro mes de marzo las aves habrían encontrado un mínimo de 20 centímetros de agua —con eso les basta— y habrían construido sus nidos en una isla natural ubicada en el centro, pero como este año no había ni un centímetro, han pasado de largo. Por eso, la Consejería de Medio Ambiente ha decidido anular el tradicional anillamiento de crías que se realiza entre los meses de julio y agosto con fines científicos desde 1984. En 2021 también se suspendió por falta de agua y en 2020 por el coronavirus.

Cadáver de un ave en la laguna de Fuente Piedra, sin agua por la sequía, el 9 de mayo.
Cadáver de un ave en la laguna de Fuente Piedra, sin agua por la sequía, el 9 de mayo.PACO PUENTES

La laguna se evapora cada verano, pero la temporada de lluvias sirve para recargarla. En 2023 no ha sido así. “En esta época no es normal que esté tan seca”, destaca Eduardo Baca, de 63 años, que desde hace dos trabaja en el espacio natural, mientras recorre el contorno del humedal y más tarde se adentra en él para realizar labores de vigilancia y mantenimiento. Hace unos días llovió, poco, varios días, insuficiente para recuperar el humedal o para atraer a los flamencos, según la Junta de Andalucía. Los bajos niveles de agua son “el resultado de varios años acumulados de escasas precipitaciones”, según explicaba la directora y conservadora de la reserva natural, África Lupión, en la Cadena SER. Es la primera vez que este humedal se queda sin agua en primavera durante el siglo XXI, ya que solo había pasado en 1995 y 1997 desde que se comenzaron a tomar registros a principios de los años 80. Fuentes ecologistas descartan que el uso ilegal del agua o de los acuíferos cercanos tenga relación con la situación que vive este espacio natural que acoge unas 200 especies de aves diferentes.

Hace justo un año pasear junto a la laguna permitía escuchar una sinfonía donde el característico sonido del flamenco destacaba sobre las demás especies. Hoy en el interior de la reserva natural hay sobre todo silencio y un manto de sal que parece de nieve. Con el brillante reflejo del sol, molesta a la vista. Desde los distintos observatorios situados en su contorno, el paisaje duele. Junto al mirador de Las Latas apenas unas cuantas amapolas destacan sobre los terrones de tierra en los que crecen los olivos y algún lagarto ocelado sorprende al cruzar con velocidad el camino. Ni rastro de los flamencos, que se han buscado la vida para reproducir en otros humedales como el de cabo de Gata, en Almería, donde hay medio millar de ejemplares. También otras especies, como ya ocurrió en 2022 con las pagazas piconegras, que aunque lo intentaron, tampoco tuvieron éxito reproductor.

 Eduardo Baca, vigilante y trabajador de mantenimiento en la laguna y el centro de visitantes.
Eduardo Baca, vigilante y trabajador de mantenimiento en la laguna y el centro de visitantes.PACO PUENTES

Menos visitantes

La laguna es el máximo atractivo turístico de Fuente de Piedra, tranquilo pueblo junto a la autovía A-92 que roza los 3.000 habitantes. Más allá de la dramática situación medioambiental, la ausencia de la singular colonia de aves es también un mazazo para la economía. “Las visitas al centro de visitantes caen y eso se nota. Las temperaturas de las últimas semanas, más altas de las habituales, también hacen que vengan menos personas a practicar senderismo por el contorno del humedal”, explica el alcalde, Siro Pachón. “La sequía está causando estragos”, insiste el regidor, que no descarta ningún tipo de medida ni restricción según avancen los próximos meses. Los vecinos confiaban en que lloviera en abril, mes en el que en 2022 cayeron 300 litros que salvaron el verano, pero este año ha sido seco. La temporada estival, también. El olivar y otros cultivos de la zona también lo sufren.

Vista desde uno de los miradores.
Vista desde uno de los miradores.PACO PUENTES

Pachón, al menos, respira con cierta tranquilidad porque un nuevo sondeo y una pequeña planta de tratamiento permiten a su pueblo acceder a agua potable de manera estable. Hasta el año pasado todo dependía de la lluvia, porque su tradicional acuífero ya no daba para más. Por si acaso, el municipio ha lanzado un bando para prohibir el uso de la red de abastecimiento para llenar piscinas, regar huertos, baldear fachadas o limpiar vehículos. “Buscamos prevenir. Quizá en el futuro sean medidas más exigibles o incluso hay que realizar restricciones porque no sabemos cómo responderán los nuevos acuíferos”, advierte el regidor. Es lo mismo que dijo hace unos días el presidente andaluz, Juan Manuel Moreno Bonilla, que no descartó “medidas dolorosas” a partir de septiembre si no llueve antes. Los que saben que ya no pasarán aquí unos meses son los flamencos.

Un grupo de flamencos en una charca formada por agua traída de a estación depuradora de la localidad de Humilladero, el lunes.
Un grupo de flamencos en una charca formada por agua traída de a estación depuradora de la localidad de Humilladero, el lunes.PACO PUENTES

Denuncian pozos ilegales en Antequera

El pasado mes de febrero, Ecologistas en Acción denunció la existencia de “numerosos” pozos ilegales en los alrededores de Antequera cuyo uso, creen, está dedicado a cultivos intensivos como espárragos, olivos, almendros y hortalizas. “Consideramos bastante grave esta proliferación y descontrol de supuestos pozos ilegales en la comarca de Antequera, que sigue padeciendo una falta de agua estructural, y no por la falta de precipitaciones, sino como consecuencia de la sobreexplotación de las masas de agua subterráneas y la no adecuación de la demanda a los recursos disponibles”, explican desde la organización ecologista. La existencia de puntos irregulares de extracción de agua ha sido recientemente motivo de una de las operaciones más llamativas de la Guardia Civil en la comarca de la Axarquía, también en la provincia de Málaga, en la que han sido detenidas 26 personas e investigadas otras 44 personas por la utilización ilegal de recursos hídricos.  


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