El PSOE cierra filas en torno a la campaña de las generales para superar el duelo del 28-M

El PSOE sale poco a poco del estado de abatimiento en que le dejó el 28-M. El anticipo de elecciones generales el 23 de julio ha forzado al partido a salir del ensimismamiento en que se refugió tras la pérdida de casi todo su poder territorial. Los socialistas han entrado en combustión con el adelanto de las legislativas, que ha tenido varios efectos automáticos. El primero es que el PSOE se ahorra una agonía de medio año de la que saldría más debilitado, como se aprendió con el precedente en 2011 en la etapa final del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. La siguiente es que se ha cortado de cuajo el debate interno por “haber caído en la trampa de nacionalizar la campaña, como quería el PP”, como reconocen varios miembros de la dirección federal y lamentan alguno de los barones caídos. La precipitación de las elecciones tiene una tercera consecuencia: obligar a la izquierda del PSOE a ponerse de acuerdo en un plazo exprés de menos de diez días. “El duelo que había que hacer lo hicimos el domingo por la noche. Ir a elecciones a diciembre no tendría ningún sentido, ahora hay una esperanza. Es mucho mejor que quedarte lamentándote. La decisión del adelanto electoral es el mejor torniquete a la herida y vamos a por todas el 23 de julio”, resume una ministra.

La prueba de que el PSOE va saliendo del estupor es que no se lo pondrá nada fácil al PP. El presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, que ganó en su comunidad pero que perdería la Junta por un acuerdo entre PP y Vox, puso a Alberto Núñez Feijóo ante su espejo: el líder del PP, que se resiste a explicitar los pactos con Vox —el 17 de junio, cuando se constituyen los ayuntamientos, no tendrá más remedio— ha defendido que se respetase la lista más votada. “Vamos a intentar gobernar. El que gana no se abstiene para que el que pierde gobierne”, ha manifestado tras la reunión de la dirección socialista regional. Fernández Vara pretende activar cuanto antes el proceso para fijar la fecha para constituir el Parlamento autonómico frente al interés del PP en retardar una coalición con Vox. El PSOE de Aragón tampoco da por perdida la comunidad que Javier Lambán gobierna desde 2015. El secretario de Organización, Darío Villagrasa, ha resaltado la disposición de conformar una mayoría de gobierno en el caso de que el PP no llegue a un acuerdo con la ultraderecha. “Si el PP es incapaz de conformar una mayoría, nosotros estamos en disposición de sumar más diputados y una alternativa de gobierno”, ha remarcado.

El 23-J ha reseteado al PSOE, donde las cuentas pendientes han quedado relegadas por el “todo o nada” en que se han convertido las generales. “Hay que ponerse a trabajar para sacar el mejor resultado posible en las generales”, se ha conjurado Emiliano García-Page, alineado con Pedro Sánchez en la celebración de elecciones dentro de ocho semanas. “Me parece una decisión oportuna, hasta final de año habría una situación muy anormal, una especie de barbacoa política en la que no iba a dejar de haber incendios y llamas. Es bueno afrontar los próximos meses con un escenario despejado, el que sea. Yo defenderé el que corresponde a mis siglas y me gustaría que el 23 de julio gane el PSOE y lo haga con una mentalidad mayoritaria”, ha observado. Sánchez felicitó este martes por la tarde al barón socialista más crítico con los pactos con los independentistas y con Unidas Podemos. “Yo también llamo a mucha gente y empiezo primero por aquellos que encuentro que estén en peor situación anímica. Hay que entenderlo todo en su contexto, [el presidente] está gestionando un resultado hostil o muy adverso”, le ha restado importancia García-Page en declaraciones a Cuatro a que no hubieran hablado antes.

Otro peso pesado del Gobierno piensa que “ya habrá tiempo para lamerse las heridas” y que ahora lo que toca es “salir a ganar” el 23-J en unos comicios en los que cree que habrá una “concentración de voto útil” en torno al PSOE y al PP. “El adelanto electoral ha tapado lo que hay. La gente se pondrá las pilas, unos con más ganas y otros con menos, pero nadie niega que ha sido un revulsivo porque no lo esperaba nadie. Y hay opciones. En diciembre todo saldría peor, sería un escenario terrible con el permanente mensaje del ‘váyase, señor Sánchez aunado con el problema orgánico interno. Cuanto antes, mejor”, reflexiona un senador. “Si esto tiene una virtud es que todos nos hemos puesto en modo campaña, en mirar las listas que es un apretón. Hemos perdido muchísimo poder institucional y las listas van a ser el último refugio para mucha gente”, observa un diputado con un profundo conocimiento del territorio.

Un alcalde que ha ganado las elecciones y mejorado sus resultados respecto a 2019, pero ha perdido el Ayuntamiento debido a la desunión entre IU y Podemos, reconoce que ha llorado muchísimo “por la injusticia” que siente. “Estoy supermotivado para hacer campaña. Por algún lado tiene que salir toda esta rabia que llevo dentro”, añade sobre el adelanto electoral, a su juicio, ”valiente e inteligente”. “Conozco a Pedro. O muere como secretario general y nos deja con un centenar de diputados y un expediente socialdemócrata impecable o le sale la jugada y hay Gobierno para cuatro años”, concluye el regidor. “Este partido no se rinde”, comparte un alcalde en las mismas circunstancias. Ahora el plebiscito es Feijóo-Vox sí o no. Y que la izquierda decida si quiere seguirse quedando en casa y ponerse exquisita o sale a defender los derechos de los españoles. Yo voy a dar el do pecho y voy a ir a degüello”, cierra.