Pedro Sánchez pide “tolerancia cero con el racismo” tras los insultos a Vinicius

Los insultos racistas que recibió el jugador del Real Madrid Vinicius Jr. en el partido de este domingo en Mestalla entre su equipo y el Valencia han irrumpido en los mítines y entrevistas de los políticos. Tanto miembros del Gobierno como candidatos a las elecciones autonómicas de todo el espectro ideológico se han pronunciado para rechazar los ataques proferidos por una parte de la afición valencianista al jugador brasileño, que lo llamó “mono”. El presidente, Pedro Sánchez, la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, así como los ministros Alberto Garzón, Ione Belarra, Irene Montero, o el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, y la de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, han mostrado su rechazo a las expresiones. Pero la polémica salido de las fronteras y también el presidente de Brasil, Lula da Silva, denunció este domingo los cánticos proferidos contra el jugador brasileño. La Fiscalía de Valencia ha abierto este lunes diligencias de oficio para investigar lo sucedido en Mestalla por un presunto delito de odio y discriminación, y el Valencia ha anunciado en un comunicado que “aplicará la máxima severidad contra los aficionados que estén implicados expulsándolos del estadio de por vida”.

Sánchez ha pedido “tolerancia cero con el racismo en el fútbol”, en un tuit en el que ha señalado que “el deporte se fundamenta en los valores de la tolerancia y el respeto”. El presidente ha asegurado que ni el “odio” ni la “xenofobia” deben tener cabida en la sociedad española. Por otra parte, Díaz ha mostrado una condena absoluta de los hechos a los que ha calificado como “intolerables en una democracia sólida” como la española. “Esto no puede volver a suceder en democracia. Si ante una agresión machista, si ante una agresión racista, no se actúa, ya sabéis cuáles son las consecuencias. Quedar callados no es la respuesta”, ha dicho la también ministra de Trabajo desde un mitin en Sevilla, y ha instado a La Liga a tomar medidas en el asunto.

El presidente valenciano, Ximo Puig, también ha condenado los ataques, que ve con “preocupación”, aunque ha querido matizar que “en absoluto” todo el público de Mestalla, el estadio del Valencia, sea racista o haya proferido esos insultos, porque los cánticos provenían solo de un sector de las gradas. Puig los ha ligado con el “caldo de cultivo que genera la extrema derecha”.

Por su parte, el alcalde de Valencia y candidato de Compromís a la reelección, Joan Ribó, ha aplaudido la decisión del Valencia de expulsar para siempre de su estadio a todos aquellos aficionados que estén implicados en el asunto. “La mejor fórmula para que nadie se atreva a generalizar injustamente a una ciudad o a una afición por los ataques racistas de unos energúmenos es evitando el enraizamiento de esos comportamientos. Bienvenida sea la identificación de esos individuos y la sanción impuesta”, ha escrito Ribó en un tuit.

La secretaria general de Podemos, Ione Belarra, ha señalado en un tuit que la “normalización del racismo y el fascismo en los grandes medios de comunicación y en la política” es el “caldo de cultivo” en el que se dan las agresiones como los insultos recibidos por el jugador del Real Madrid. Por su parte, la ministra de Igualdad, Irene Montero, ha enfatizado que estas expresiones “no se pueden banalizar ni normalizar” y ha abogado por crear un cordón social frente a estos comportamientos para “proteger a la sociedad, que es diversa”. El ministro de Consumo, Alberto Garzón, ha asegurado de no estar “muy convencido” de que el presidente de La Liga, Javier Tebas, “esté muy por la labor” de acabar con los insultos racistas en los campos de fútbol.

La presidenta de la Comunidad de Madrid y aspirante a revalidar el cargo, Isabel Díaz Ayuso, ha recalcado que España “no es un país racista”. Ha condenado los ataques y ha pedido que se tomen medidas para evitar trasladar la una imagen de España que “no es real”. Un discurso similar ha mostrado el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, también del PP, quien, al ser preguntado, ha dicho que “hay que tomar medidas de inmediato para atajar cualquier comportamiento racista que se produzca en un campo de fútbol”. “Creo sinceramente que España no es racista. Es decir, que haya unos cuantos indeseables que tengan comportamientos racistas no quiere decir que España o que Madrid sea racista. Y lo que tenemos que hacer es perseguir con todas las consecuencias a los que tienen ese tipo de comportamientos”, ha añadido el regidor.

En un acto de campaña en Cádiz la secretaria general del PP, Cuca Gamarra, ha expresado su rechazo a los actos de xenofobia “se produzcan donde se produzcan”, y ha animado a actuar porque “en nuestro país no tiene cabida el racismo, el odio ni el insulto”. “Somos un país tolerante donde el racismo no tiene cabida ni el rechazo por el color de piel”, ha dicho la secretaria general de los populares, que ha definido España como “un país de acogida, tolerante, donde los ciudadanos sabemos convivir, por lo que eso es lo que hay que proteger”.

Las reacciones no han dejado de sumarse a lo largo del día. La candidata de Ciudadanos a la alcaldía de Madrid, Begoña Villacís, ha denunciado en un tuit que insultar a Vinicius Jr. “por su color de piel o dejar caer que es el provocador y no la víctima es asqueroso”. En una entrevista en el programa Al Rojo Vivo de La Sexta, Villacís ha insistido en denunciar la gravedad de los hechos, y, aunque ha asegurado que España no es un país racista, ha recalcado que “no se puede mirar a otro lado cuando estamos presenciando algo así”. “Tiene que ver mucho con el racismo, pero también tiene mucho que ver con el antimadridismo”, ha destacado Villacís, que ha instado a actuar porque, sino “los racistas están encontrando unos cómplices perfectos en quienes no están actuando con la contundencia que debiera”.

En Vox se han sumado a la condena de este episodio. La presidenta de la formación en la Comunidad de Madrid y candidata a presidir la región, Rocío Monasterio, ha tachado de “intolerables” los insultos proferidos a Vinicius, y ha señalado que el problema de la intolerancia está en la falta de educación.