Feijóo llama a los votantes de Vox, de CS y del PSOE a unirse en torno al PP para echar a Sánchez

La foto era el mensaje. El PP ha conseguido la exhibición de músculo que buscaba, llenar la plaza de toros de Valencia ―con unas 10.000 personas, según la organización, aunque sin conseguir la imagen abarrotada de otros mítines históricos― en el ecuador de la campaña electoral. Lugar icónico para el PP, el coso valenciano ha sido escenario de grandes actos electorales de José María Aznar y Mariano Rajoy. Todos los presidentes del PP han conseguido abarrotar la plaza: también el defenestrado Pablo Casado, en octubre de 2021, en una convención nacional del PP, y cuatro meses después estaba muerto políticamente. Alberto Núñez Feijóo debutaba este domingo y ha comparecido ufano sacando pecho de que el PP ha logrado adelantar al PSOE en Valencia, porque los socialistas reunieron a unas 6.000 personas el sábado en la Ciudad de las Artes y las Ciencias. “En este preciso instante hay movimientos en los pasillos de La Moncloa. Están comparando este lleno con su acto de ayer y están muy nerviosos. Este es el acto que todos los partidos querrían tener y solo lo tiene el PP”, se ha felicitado Feijóo, que ha contado al público que Aznar y Rajoy le habían dicho que si conseguían volver a llenar en Valencia les iría bien. “Y yo digo: no solo nos irá bien, esto acabará bien, en victoria y en cambio”, ha festejado. El líder del PP ha llamado a concentrar el voto en torno a su partido para echar a Pedro Sánchez del Gobierno.

Feijóo ha optado en Valencia por un discurso de poco contenido ideológico o propositivo, en el que ha tratado de cambiar el paso y dejar atrás el foco en Bildu en el que llevaba instalado los últimos ocho días. La dirección popular quiere ahora pasar página porque cree que el tema de las listas de la coalición abertzale ya se ha agotado y además es consciente del ruido que le ha terminado provocando por su división interna, con Isabel Díaz Ayuso desafiando la posición de Feijóo y defendiendo, en contra del criterio del líder, la ilegalización del partido vasco. Este domingo, Feijóo ha citado a Bildu ―”Si te indigna el sanchismo y que este sanchismo no rompa con Bildu, vota”, ha proclamado ―, pero ya no ha centrado su mensaje en este asunto. La presidenta madrileña, sin embargo, no suelta la presa, e insistió el sábado desde Bilbao en reclamar a su partido que inste en el Congreso a ilegalizar a la coalición abertzale. “O nos arrepentiremos pronto”, advirtió Ayuso, mientras Feijóo se hace el sueco.

En Valencia, Feijóo ha llamado a los votantes de Vox, de Ciudadanos y del PSOE a que voten al PP como castigo a Pedro Sánchez. Lo ha hecho citando de forma directa a los tres partidos, en una estrategia clara del PP como partido atrapalotodo. “Sé que hay votantes liberales y de centro a los que les ilusionó el proyecto de Ciudadanos”, ha expresado el líder popular. “Sé que hay votantes de Vox que desean Gobiernos fuertes y comprometidos en nuestro país. Sé que hay votantes socialistas que les avergüenzan del rumbo de nuestro país y de la utilización fraudulenta de su partido”. “Vengo a pedir una oportunidad en nombre de mi partido”, les ha exhortado.

Feijóo fía todo al antisanchismo. Tras la pantalla de Bildu, ahora el foco lo pone en desgastar al presidente socialista acusándolo de mentir, mientras anima al público a que complete sus frases coreando “tralará”. “Cuando vuelva a decir que no va a pactar con Podemos…”, decía Feijóo en la plaza de toros. “¡Tralará!”, coreaban los simpatizantes populares. “Cuando vuelva a decir que no pactará con Bildu…”, insistía. “¡Tralará!”, contestaban entusiastas los militantes ataviados con sombreros de “Mazón presidente” ―en referencia al candidato popular para presidir la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón― bajo un sol de justicia que ha terminado provocando hasta algún desmayo. Animado por el ambiente, el líder del PP se ha mostrado muy esperanzado ante las expectativas electorales de su partido el 28 de mayo. “El domingo va a hablar la mayoría. Aunque no quieran a la mayoría de los españoles, nadie puede silenciarla. Por mucho que nos manden callar, las urnas van a hablar, y van a hablar con claridad, con precisión y con determinación”.

Pero a pesar del lleno y la euforia del ambiente, el líder del PP ha evitado dar la victoria por sentada el 28 de mayo. “No demos nada por hecho. Nada está ganado y nada está perdido”, les ha advertido a los suyos. “Estamos tocando el cambio con los dedos. Sería una lástima que el cambio se nos fuese entre los dedos, no consolidarlo”.

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