La Diputación de Albacete tendrá que pagar 11 millones por no cumplir con la última voluntad de doña Purificación

Hay herencias y herencias y después está la de Purificación Urrea, que va a suponer que la Diputación de Albacete tenga que devolver todos los bienes que recibió de esta millonaria mujer —fallecida el 17 de febrero de 1966— y pagar 11 millones de euros por los frutos que dieron las tierras heredadas. La institución celebrará un pleno el día 20 para aprobar el pago de ocho millones de euros que se sumarán a los tres que ya se han abonado y se cerrará así un capítulo judicial que se ha alargado durante décadas.

Para llegar a este escenario, la Diputación renunció el año pasado a recurrir una sentencia que le obligaba a devolver todas las tierras y bienes heredados hace 55 años por no respetar la voluntad de Purificación, una mujer que murió sin tener hijos y que decidió legar todos sus bienes. También condenaba a la Administración a indemnizar a los herederos, sobrinos de Purificación, con 11 millones de euros por los rendimientos que se habían obtenido de esas tierras. El testamento de Purificación tenía una condición para sus herederos: la construcción de “un hospital que albergara y sanara a los niños pobres y desvalidos”. Para llevarlo a cabo, se le encargó esta tarea primero a la Orden Religiosa de los Hermanos de San Juan de Dios Arcángel, que fue la primera heredera.

Esta orden religiosa no aceptó la condición de construir el hospital y renunció a la herencia en 1967. Así que la Diputación de Albacete, segunda heredera, aceptó su condición con el compromiso de cumplir con la voluntad de Urrea, que dejó escrito que sería esta institución la que asumiera la tarea de construcción de este hospital si fallaba la orden religiosa. El padre de esta mujer, Pedro Urrea, había sido presidente de la Diputación de Albacete a principios del siglo XX.

Fuentes de la Diputación explican que lo que se recibió hace 55 años fueron bienes valorados en casi 30 millones de euros. Tras el pago de una serie de deudas, la herencia quedó cifrada en 28 millones. Se heredó todo el ajuar doméstico de Purificación, sus joyas, el dinero en metálico depositado en varias cuentas, acciones y tres fincas: Las Tiesas, La Casa del Pozo, en Valdeganga, y San Gregorio, en Alpera, todas en Albacete. Las tierras eran de secano y actualmente son de regadío, lo que dispara su valor al poder obtener mayores rendimientos. La Diputación argumenta que durante todos estos años se han modernizado estos terrenos hasta convertirlos en la actualidad en una fuente de ingresos.

El problema surgió cuando los descendientes de la mujer empezaron a ver que la voluntad de Purificación no se llegaba a cumplir nunca. La Diputación no construyó ese hospital para niños que pedía Urrea en su testamento, aunque la institución argumenta que se cumplió con lo escrito por esta mujer con la construcción del hospital psiquiátrico de Las Tiesas —hoy cerrado— o con la institución de beneficencia que actualmente es la Residencia de Mayores San Vicente de Paúl, que sigue dependiendo de la Diputación. Pero ninguno de los dos era un hospital para niños.

A partir del año 2000 empezaron a salir los primeros herederos

Hace 23 años empezaron los conflictos judiciales entre la Diputación y los que aseguraban que eran los herederos de Purificación Urrea. Los primeros en iniciar los procedimientos en los tribunales fueron las sobrinas de Purificación, María Antonia Bleda Urrea, Amparo Falcón Colmenero, Dolores Falcón Colmenero, Aurora Urrea Ródenas y Gloria Urrea Moreno. La Audiencia Provincial de Albacete aseguró en una primera sentencia que tenía que haberse constituido una fundación para cumplir con la voluntad de esta mujer, algo que nunca ocurrió.

El abogado Mariano López Ruiz ostenta la representación legal de María Antonia, Amparo y Dolores, a las que la justicia reconoció su condición de herederas. En total, hay reconocidas siete personas como herederas. La primera sentencia es del año 2001, sin embargo, la Diputación no hizo nada argumentando que no la condenaba a nada, así que los herederos volvieron a demandar en 2017 solicitando la entrega de los bienes. Los tribunales dictaron una nueva sentencia en 2020 en la que se concluía que la Diputación había actuado de mala fe, con lo que no solo tenía que devolver los bienes a los legítimos herederos, sino que también tenía que hacer frente al pago de los frutos que había obtenido con la explotación de las tierras: 11 millones de euros.

Los herederos han solicitado la ejecución de la sentencia. La Diputación asegura que ya ha iniciado ese proceso con el pago de tres millones de euros en dos plazos, y que abonará el resto en el siguiente plazo, hasta completar esos 11 millones. La institución también afirma que no ha habido mala fe en este caso.

¿Qué pasará con la herencia?

La gran pregunta ahora es si se cumplirá de verdad con la voluntad de Purificación. Hace casi 60 años la sanidad no era lo que es hoy en día y sí se podía justificar la construcción de un hospital para atender a niños pobres. En 2023 la sanidad es universal y no se deja a ningún pequeño sin atender. La Diputación de Albacete, por otro lado, deberá trasladar la actividad de investigación agrícola que venía realizando en las fincas propiedad de Urrea a través del ITAP (Instituto Técnico Agrícola Provincial). Fuentes de la institución explican que ya saben dónde tendrá lugar esta actividad y que no supondrá apenas inconvenientes.

Actualmente, se está trabajando en la constitución de la Fundación Purificación Urrea, que será la que reciba todo el patrimonio de esta mujer y los 11 millones de euros procedentes de la Diputación de Albacete. La institución formará parte también del patronato, ya que en 2013 compró a una de las herederas su cuota hereditaria. El abogado de parte de ellas, Mariano López Ruiz, asegura que se está trabajando en los informes periciales para documentar todos los bienes, y prevé que “en uno o dos meses podría estar todo hecho”. Ninguna de las herederas tendrá acceso a los bienes de su ascendiente, ya que deberá formar parte del patrimonio de la fundación, que se encargará de la construcción del hospital.