Comienza la floración de dos millones de cerezos en el Valle del Jerte
La comarca extremeña espera la visita de unas 70.000 personas durante las próximas semanas con una ocupación que colgará el cartel de completo los fines de semana
El Valle del Jerte, en el norte de la provincia de Cáceres, acoge durante estos días uno de los momentos más esperados del año, la Fiesta del Cerezo en Flor, declarada de Interés Turístico Nacional. Un evento que se celebró por primera vez en 1972 y que este año conmemora su 50º aniversario. La festividad, que arrancó el pasado viernes, se prolongará hasta el próximo 1 de abril con diferentes actividades, actuaciones musicales, y rutas senderistas, que acompañarán el espectáculo de la floración. Desde la oficina de turismo del Valle del Jerte esperan que a lo largo de la fiesta más de 70.000 visitantes acudan a esta zona de Extremadura llegados de diferentes puntos del territorio nacional, principalmente madrileños y andaluces, pero también de otros países como Francia o Portugal.
Según pronostica Esperanza Izquierdo, técnico de la oficina de turismo, durante el periodo de la floración los fines de semana la ocupación hotelera estará al 100%, mientras que los días de diario las reservas van a rondar el 70%. El turismo, unido a la agricultura y procesado de la cereza, son los motores económicos de la zona. Desde diferentes instituciones y organizaciones piden a los visitantes que cuando salgan al monte a visitar la floración no arranquen ramas de los árboles o quiten flores, ya que daña el desarrollo del árbol y su posterior recolección.
El Valle del Jerte es una “ventana para que se conozca al resto de Extremadura”. Así lo dicen los promotores turísticos de la zona, que explican que una vez que el visitante llega hasta este lugar se sorprende de lo que supone la floración. Los cerezos se ven en pendiente, favorecidos por los bancales construidos por sus habitantes a lo largo de los años, lo cual hace del sitio una postal singular. Una vez que todos los árboles están en ebullición la estampa se asemeja a una montaña nevada por el color blanquecino de la flor.
Desde la Mancomunidad del Valle del Jerte, su presidente José Ramón Herrero estima que entre la última semana de marzo y la primera de abril se alcanzará el momento clave de la florida estampa, pero todo dependerá de la climatología “que puede hacer cambiar todo de un día para otro”. Herrero lo explica para los que no hayan visto nunca el lugar: “Imaginad dos millones de cerezos floreciendo, en un terreno hecho con bancales de piedra, en un valle con dos laderas, las cuales parecen que están nevadas”. Los interesados en acudir a esta cita podrán comprobar el estado de la floración con datos actualizados diariamente desde el blog y la web de la Mancomunidad del Valle del Jerte. Esta zona del norte de Extremadura, además de congregar a visitantes durante la fiesta, atrae turistas a lo largo del año por sus actividades de aventuras o por sus gargantas naturales, a las que se acude en verano para sofocar el calor.
Desde el sector del turismo aseguran que la pandemia ha cambiado la manera de organizarse de los visitantes. “Antes lo hacían con mucha previsión, actualmente las reservas llegan a última hora”, explica la Asociación de Turismo del Valle del Jerte. Su presidenta, Leticia Romero, añade que otros lugares que cuentan con cerezos intentan explotar este momento, pero lo singular de la zona es el enclave en el que están los árboles.
El Valle del Jerte congrega a una población de unos 11.000 habitantes. De ellos, el 90% depende de sus recursos agrícolas, entre recolección de cerezas y empresas dedicadas a la transformación, así como negocios relacionados con el sector servicios, hoteles, casas rurales o establecimientos de hostelería.
Una “maravilla natural” que alimenta a toda una comarca
A Sonsoles Blanco, trabajadora de una cooperativa en la comarca, los cerezos la acompañan en el día a día: “Son muy importantes para nosotros porque son los que mueven el valle, hemos crecido con ellos y alimentan a la comarca. Es importante que se mime a la naturaleza y se cuide”. Uno de los agricultores de la zona es Ángel Prieto. “Nací debajo de un cerezo y sigo allí; es un lugar bonito para vivir, pero es complicado trabajar”, destaca. Este agricultor considera difícil que los foráneos comprendan el sentimiento que tienen los habitantes de la comarca hacía esta “maravilla natural”. La cereza estrella, explica, es la picota del Jerte, aunque su problema es su gran tamaño, por lo que están investigando “para poder conseguir que esta calidad se traslade a una cereza más pequeña”.
Mónica Tierno, directora general de la Agrupación Valle del Jerte, que aglutina a pequeños agricultores de la comarca para ganar “fuerza”, informa de que comercializan entre 16 y 20 millones de kilos de cereza por campaña, lo que les da “músculo financiero para invertir en innovación y en procesos para su desarrollo”.
Además del paisaje, la Fiesta del Cerezo en Flor ofrecerá un amplio programa de actividades que incluye degustaciones, teatro en la calle, mercados tradicionales, rutas comentadas, talleres artesanales, exposiciones, cuentacuentos y actividades infantiles, y actuaciones musicales de grupos de folclore como Las Chispas.
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