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Blogs / El Viajero
El blog de viajes
Por Paco Nadal

Cinco lugares para disfrutar del gran espectáculo de la floración de los frutales

Melocotoneros, ciruelos o cerezos están empezando a crear ya extensos mantos de color. Y muchas localidades han convertido este fenómeno cromático en un recurso turístico. Estas son cinco de ellas

La floración de los melocotoneros de Cieza (Murcia).
La floración de los melocotoneros de Cieza (Murcia).paco nadal
Paco Nadal

Entre finales de invierno e inicio de primavera, la floración de los frutales tiñe enormes extensiones de paisaje con tonalidades que van del rosa al blanco. Tras dos años en balde por la pandemia, las localidades que han hecho de este fenómeno una bandera turística se prestan a recobrar los programas que acompañaban la floración: celebraciones, citas gastronómicas, rutas culturales, mercadillos y conciertos. Un espectáculo de la naturaleza al alcance de quien quiera descubrirlo a pie o en su propio vehículo.

Floración de los melocotoneros de Cieza (Murcia)

Cieza vive de la agricultura. Sobre todo, del melocotón, que es su producto estrella, aunque también hay muchos bancales de ciruelos y albaricoqueros. Las diversas variedades de melocotón florecen entre febrero y marzo, creando un juego visual de tonalidades rosáceas. La floración en Cieza se ha convertido en uno de los mayores reclamos turísticos del invierno en la Región de Murcia. La flor del melocotonero es inconfundible: tiene un tono rosa con toques lilas y, a veces, rojos que la distinguen del resto de flores arbóreas. Los mejores paisajes en flor se tienen por la carretera local RM-B19, que va de Cieza a Calasparra por la Venta Los Reales. Son muy interesantes también los parajes de la Macetúa, el Horno, La Parra y el Olmico, todos en caminos agrícolas en torno a esa carretera. También por los caminos que bordean el río Segura. En la oficina de turismo (plaza de España, s/n) tienen unos mapas con rutas por estos parajes a disposición de los visitantes. Y ha anunciado que este año se retomarán las actividades paralelas entre el 25 de febrero y el 20 de marzo, aunque aún no las ha publicado en su web: Más información.

Floración de los melocotoneros en Aitona (Lleida)

En Aitona, una población agrícola a unos 22 kilómetros de Lleida capital, en la comarca del Segrià, también se vive en torno al melocotón. Los campos de tonos rosáceos envuelven el casco antiguo de Aitona, donde pueden verse aún huellas de las tres religiones que convivieron en esta comarca, entre otras en la iglesia de Sant Antolí, en la fachada de la ermita de San Gaietà —sede de exposiciones temporales— o en el barrio de la Morería, que guarda aún la esencia medieval. Existen varias rutas en torno al pueblo para disfrutar del espectáculo de la floración, tanto para hacer a pie como en bici. Por ejemplo, la ruta de la Serrabrisa. O el camino verde natural Aitona-Soses, en paralelo al río Segre, muy interesante también para el avistamiento de aves. Otro recorrido discurre por la colina situada junto al pueblo; es de acceso muy fácil y ofrece una de las mejores vistas panorámicas de todos los campos de frutales en flor. Se prevé el inicio de actividades turísticas en torno a los melocotoneros en Aitona (rutas gratuitas y en autocar de pago) para inicios de marzo. Más información.

Valle del Jerte
Valle del Jerte.pixabay

Floración de los cerezos en el valle del Jerte (Cáceres)

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El valle del Jerte, en el norte de Extremadura, es famoso por la floración de los cerezos: un increíble espectáculo primaveral con más de un millón de árboles tiñendo de blanco las laderas del valle. Siguiendo una tradición familiar de siglos, los cerezos se cultivan artesanalmente en bancales labrados en las altas montañas del valle del Jerte, entre manantiales y aire puro. Dicen que aquí se cultivan las mejores cerezas de España, la picota del Jerte, que es una variedad originaria de la zona. La floración en el Jerte es un fenómeno que no atiende a fechas concretas, depende de muchos factores (en 2019, 2020 y 2021 llegó en la segunda quincena de marzo). Para este 2022 se prevé que aparezca entre el 20 de marzo y el 10 de abril; suele durar unos 10 días y se puede apreciar en todos los municipios del valle. En los que están a menor altitud, los cerezos florecen antes. Conforme pasan los días, el fenómeno va subiendo de cota acabando en las zonas de mayor altitud y, en consecuencia, más frías. Existe una ruta lineal paralela al río Jerte, siguiendo la N-110 que a lo largo de 30 kilómetros atraviesa Navaconcejo, Cabezuela del Valle, Jerte, Tornavacas y Puerto de Tornavacas; y otra circular de unos 50 kilómetros de recorrido que atraviesa Valdastillas, Piornal, Barrado, Cabrero, Casas del Castañar, El Torno y Rebollar. Más información.

Floración de los ciruelos en Nalda (La Rioja)

A principios de abril se festeja al ciruelo en flor en Nalda, en el valle del Iregua, un espectáculo que promociona la variedad de ciruela reina claudia verde de este valle riojano. Los huertos de ciruelos alcanzan su máximo esplendor por delante de otros, como los cerezos o los melocotoneros, convirtiendo a esta zona en el paraíso de la floración de ciruelos de España. Hay visitas guiadas al castillo y ermita de Villavieja, emplazados en una colina con vistas sobre el valle desde donde se obtiene la mejor panorámica de la floración. Más información.

Floración de las camelias (Galicia)

La camelia es la flor nacional de Galicia. Es muy común en toda la costa oeste de la comunidad autónoma, donde encuentra las condiciones óptimas para su desarrollo: un clima húmedo, temperaturas suaves y suelos fértiles y ácidos. Fue siempre un símbolo de poder y riqueza, por lo que decoraba los parterres de los pazos más señoriales. Una docena de ellos —además de otros jardines públicos y privados— forman ahora la Ruta de las Camelias, un itinerario para disfrutar de los espectaculares macizos de camelias que crecen entre febrero y abril. Dos de los más recomendables son el pazo de Lourizán, en Pontevedra, con un magnífico jardín botánico lleno de especies exóticas y autóctonas además de una gran colección de camelias, y el pazo de Mariñán, a la salida de Sada (A Coruña) hacia Betanzos, donde además de los jardines se puede admirar esta soberbia construcción tipo torre, que data del siglo XV. Se dice que hay más de 8.000 variedades de camelias. Más información.

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