Camps se escuda en el PP de Rajoy en el juicio de Gürtel: “Yo no sabía quiénes eran Correa y Crespo”
El expresidente valenciano afirma que la dirección nacional del partido decidió la contratación de las empresas de la trama para sus actos de campaña
Francisco Camps ha desplegado toda su línea de defensa este miércoles, durante el juicio que se celebra en la Audiencia Nacional por su presunta implicación en el caso Gürtel, la gran trama de corrupción vinculada al PP. En la undécima sesión de la vista, tras escuchar durante semanas las declaraciones de los otros 25 acusados (incluido las de los miembros de la red corrupta, que señalan a Camps como la vía de entrada en la región), el expresidente de la Generalitat valenciana ha negado durante horas cualquier relación con Francisco Correa y Pablo Crespo, jefes de la trama. “Yo no sabía quiénes eran”, ha repetido. Tenso y con continuos reproches a la Fiscalía, el exdirigente popular ha atribuido a la dirección del PP nacional la contratación de las empresas de Gürtel. E, incluso, ha negado que tuviera una relación cercana con Álvaro Pérez, El Bigotes, el hombre de Correa en Valencia y al que se refería en una llamada intervenida por la Policía como “amiguito del alma”.
Francisco Camps ha trazado así claramente su estrategia para intentar echar por tierra las imputaciones de Anticorrupción, que pide que se le condene a dos años y medio de cárcel por prevaricación y fraude. Según ha reiterado, no pudo favorecer con adjudicaciones a las empresas de la trama porque no sabía quiénes eran Correa y Crespo —pese a que admite que se vio con el primero en un hotel (“dos minutos”) y pese a que el segundo fue secretario de Organización de los populares gallegos—; y porque no sabía que detrás de aquellas compañías se encontraba Álvaro Pérez, que organizaba los actos del PP valenciano.
Una tesis que no comparte Anticorrupción. En su escrito de acusación, la Fiscalía sostiene que el expresidente facilitó a El Bigotes, debido a la cercana relación que tejieron, “el acceso a altos cargos de la Administración [regional] con poder decisorio” en la concesión de contratos públicos, que siguieron sus órdenes para amañar adjudicaciones en favor de la red corrupta. Es más, el ministerio público subraya que “dio verbalmente instrucciones a la directora general de Promoción Institucional, Salvadora Ibars”, para que concediese a Orange Market, una de las empresas de Correa, los trabajos relativos al montaje del stand de Grandes Proyectos” de la feria de turismo Fitur de 2009.
—¿No dio indicaciones a Ibars para que contratara con Orange Market? —se ha lanzado la fiscal Concepción Nicolás de forma directa en el interrogatorio.
—No. Y ella lo ha dicho claramente. Llevamos 14 años diciendo lo mismo —ha contestado el político.
Sin embargo, su versión contrasta con la de los cabecillas de la trama. Sin ambages, Pérez señaló a Camps como la mano que les abrió la puerta de la Generalitat: “Él me ofrece irme a la Comunidad Valenciana [...] Yo le pedí a Camps que me ayudara, y él me ayudaba […] Me protegió y me cuidó, así como yo a él”, dijo al tribunal. Unas palabras que respaldaron los líderes de Gürtel: “Yo le insistía a Álvaro para que hablara con Camps, para que le diera más trabajo. Y yo creo que lo hizo porque le dio trabajo. Imagino que a través de Camps es como vino lo del Papa, [una adjudicación irregular concedida durante la visita de Benedicto XVI en junio de 2006 a Valencia], y lo de Fitur”, dijo Correa.
Las contrataciones del partido
El expresidente valenciano ha señalado al PP nacional cuando le han preguntado por la contratación de las empresas de Gürtel para organizar los actos del partido regional, incluido los de sus campañas electorales. Correa, Crespo y Pérez detallaron que la trama desembarcó en la Comunidad Valenciana después de que el propio Camps se lo ofreciera, después de que su relación con la dirección nacional de la formación se complicara tras la llegada de Mariano Rajoy en sustitución de José María Aznar, en 2004. Pero el acusado ha repetido que no sabía qué empresas hacían esos actos. Según él, porque se las imponían desde Génova, 13.
Así se ha defendido Camps: “Nuestro partido es un partido centralizado en su totalidad. Hay un solo NIF para toda España. Quien me lleva la campaña electoral de presidente de la comunidad es el partido de España. Todo está diseñado desde la dirección nacional”. La fiscal Concepción Nicolás le ha insistido entonces: “Pero, ¿usted no sabía qué empresa era?”. “No, ni idea”, ha dicho. ¿Y no le explicaron por qué la habían elegido? “A mí no se me ocurre jamás preguntar quién está haciendo los actos”.
Advertencias del tribunal
Camps se ha defendido con uñas y dientes desde el principio, arremetiendo reiteradamente contra la fiscal Concepción Nicolás, a la que ha dedicado reproches y comentarios irónicos, y a la que incluso ha tratado de contrainterrogar en varios momentos. Por ejemplo, cuando el ministerio público le ha sacado dos facturas que reflejan el supuesto pago de empresas de la Gürtel de una estancia del dirigente del PP en un hotel.
—¿Hay más papeles de estos? [...] ¿Me puedo decir qué es lo que entiende de aquí? —le ha inquirido, visiblemente tenso, el político a la representante de Anticorrupción.
—¡No! Señor, la Fiscalía no tiene por qué explicarle nada —le ha advertido entonces el presidente del tribunal, José Antonio Mora, que ha vuelto a avisarle más adelante: “Por un tema de orden, usted no haga preguntas a la Fiscalía”.
Camps reniega de El Bigotes
Durante el interrogatorio, ha vuelto a salir a relucir la charla telefónica que Pérez y Camps mantuvieron en la Nochebuena de 2008, grabada por la Policía por órdenes de la Audiencia Nacional. En esa conversación, el expresidente se dirige a su interlocutor con expresiones cariñosas (”amiguito del alma”, “te quiero un huevo”...) y le exige “lealtad” para “toda la vida”. Pero el expresidente ha negado este miércoles que fueran amigos. Ha dicho que El Bigotes solo era un “colaborador del partido”. “Ricardo Costa, [entonces secretario general del PP valenciano y condenado a cárcel en otras causas de Gürtel], me pidió que llamara a Álvaro Pérez ese día porque habíamos tenido un congreso del partido, y había sido muy bonito y lo había organizado él. Y yo se lo agradecí de esa manera. Se ha sacado de quicio esta cuestión”, ha alegado el exdirigente popular.
Camps ha añadido en la misma dirección: “Este señor tenía una relación política conmigo, de lealtad política”. “Nunca tomé un café con Álvaro Pérez, ni estuvo en mi casa, ni me fui de viaje con él. No teníamos una relación personal”, ha insistido. “Nunca jamás he comido con Álvaro Pérez, salvo el día de su boda. Nunca jamás, para tranquilidad de su señoría”, ha remachado irónico ante las preguntas de la Fiscalía, que ha recordado también la asistencia del entonces presidente valenciano a la boda de El Bigotes, que dedicó a Camps unas palabras de aprecio en su discurso. Según el político, él solo fue a la celebración de ese enlace matrimonial porque le dijeron “que era una reunión del partido, donde iba solo gente del partido”.
Este jueves, el juicio continuará con la segunda parte del extenso interrogatorio al expresidente. Tras acabar este miércoles la Fiscalía, Camps responderá a las preguntas de su defensa.
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