Liberada Ana Baneira, la española detenida durante las protestas en Irán

La española Ana Baneira Suárez, de 24 años, presa en Irán desde noviembre, está ya camino de España. La joven activista coruñesa fue liberada el sábado por las autoridades iraníes, según ha confirmado el Ministerio de Asuntos Exteriores, y ha tomado un avión a Dubái, para desde allí volar a Ginebra, antes de llegar a su destino final en A Coruña, a donde se espera que llegue el lunes por la mañana. El sábado, tras ser excarcelada, la recogió el embajador español en Teherán, Ángel Losada, y habló por teléfono con el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, a quien le dijo que se encontraba bien, le expresó su alegría por regresar a casa y agradeció las gestiones que han concluido con su liberación, según las mismas fuentes.

En cambio, todavía sigue en una prisión iraní el también español Santiago Sánchez Cogedor, quien fue detenido el 2 de octubre después de visitar en Saqqez, en el Kurdistán iraní, la tumba de Zhina (Mahsa) Amini, la joven kurda cuya muerte bajo custodia a finales de septiembre por llevar mal puesto el velo desató una oleada de protestas que se ha saldado con 500 muertos, 20.000 heridos y 17 condenados a muerte, cuatro de ellos ejecutados en la horca, según Iran Human Rights.

Albares se ha felicitado este domingo por la liberación de la joven, asegurando que “hoy es un día muy feliz”. “La felicidad será completa cuando Santiago [Sánchez] sea también liberado de lo que es una retención que no tiene a mi juicio fundamento ninguno”, ha añadido. Y se ha comprometido a seguir “insistiendo y haciendo gestiones” hasta conseguir este objetivo.

La familia de Baneira ha hecho público un comunicado en el que agradece la discreción y el apoyo de los medios de comunicación durante estos meses y señala que será ella quien decida cuándo y cómo comparecer públicamente. La joven coruñesa, colaboradora de una ONG defensora de los derechos humanos, se encontraba en la prisión de Shiraz, a más de 900 kilómetros al sur de Teherán. Según informó la agencia Reuters cuanto se conoció su detención, fue arrestada durante una manifestación de protesta por la muerte de Amini.

Baneira es graduada en Administración de Empresas por la Universidad de A Coruña e hizo un Erasmus de tres meses en Tblisi (Georgia). Además, ha desarrollado trabajos de voluntariado en Cáritas, ha apoyado el cuidado de personas con capacidades especiales en el Reino Unido y colaboró en las obras de un colegio en Francia. En 2020, adquirió cierta notoriedad por recorrer a pie la costa gallega recogiendo residuos durante su ruta, de casi 1.500 kilómetros.

El Ministerio de Asuntos Exteriores asegura que continúan las gestiones para conseguir la liberación de Santiago Sánchez. Al principio parecía que sería más fácil lograr la excarcelación de éste, ya que los representantes de la Embajada española en Teherán tuvieron menos problemas para contactar con él y visitarlo en prisión, pero finalmente se ha adelantado la puesta en libertad de Baneira, a lo que ha podido contribuir el hecho de que se trate de una mujer, según las fuentes consultadas.

Sánchez fue localizado preso en Irán a finales del mes de octubre, tras haber permanecido en paradero desconocido desde el día 2 de ese mes. El aventurero viajaba a pie desde Madrid a Qatar para presenciar los partidos de la selección española en el Mundial de fútbol. Las autoridades iraníes les acusaron tanto a él como a Baneira de espiar para una potencia extranjera, lo que el Ministerio de Exteriores ha negado rotundamente.

Las conversaciones para lograr la liberación de los dos españoles, en las que ha participado tanto Albares como la secretaria de Estado de Exteriores, Ángeles Moreno, con sus homólogos iraníes, se han visto dificultadas por la tensión entre Teherán y la UE, que ha impuesto sanciones al régimen de los ayatolás por el suministro de los drones que está utilizando Rusia para atacar Ucrania y la represión de las manifestaciones por la muerte de Amini. La república islámica mantiene presos a decenas de europeos, muchos de ellos con doble nacionalidad, en lo que fuentes comunitarias interpretan como una forma de chantaje.