El ejemplo y la petición de Irene Shashar, la niña que sobrevivió a los nazis escondida en un armario
Bolaños anuncia un plan nacional contra el antisemitismo y replica a Feijóo en el acto en memoria de las víctimas del Holocausto: “Ninguna religión incita al odio”
Irene Shashar aún no había cumplido dos años cuando los nazis invadieron Polonia. Con su madre y su padre fue enviada al gueto de Varsovia. “Mi madre y yo salíamos a la calle buscando comida. Recuerdo el hambre, los bombardeos, las botas de los nazis... Una vez, al levantar un papel del suelo, encontré el esqueleto de un pequeño niño. Era solo huesos”, ha relatado este viernes en el Senado, a los 85 años, durante el acto de Estado en memoria de las víctimas del Holocausto. “Cuando volvíamos de una de nuestras salidas”, prosiguió, “encontramos a mi padre en el piso de la cocina, sangrando. Mi madre, que me dio vida más de una vez, entendió que si lo habían asesinado en el gueto, había que escapar. Vio la entrada a una cloaca, me tiró allí con mi muñeca, saltó ella y estuvimos en la pestilencia, rodeadas de ratas felices de tenernos allí, hasta que logramos salir a la parte cristiana de Varsovia. Pasé los tres y los cuatro años escondida en armarios de diferentes familias con mi muñequita. Mi madre abría la puerta, aún veo su cara, y me traía algo de comer. Me decía: ‘si te portas bien, si no lloras, si no me llamas... todo esto va a terminar en pocos días’. Yo pensé que dependía de mí, que si me portaba bien, la Segunda Guerra Mundial iba a terminar”.
La escuchaban, sobrecogidos, como todo el auditorio, el ministro de la presidencia, Félix Bolaños; el presidente del Senado, Ánder Gil; la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, y el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo. Irene Shashar explicó “los increíbles milagros” que permitieron que ni ella ni su madre formaran parte de los seis millones de asesinados en el Holocausto, como cuando los alemanes subieron a una de las casas donde estaba escondida y al estar oscuro confundieron su pequeño pie con un saco de arena. “Soy una superviviente que habla, la voz de un millón y medio de niños como yo que no se salvaron, que jamás podrán hablar, que nunca tuvieron lo que yo tengo: dos hijos, siete nietos. Piensen conmigo y con los supervivientes. Si yo me he salvado de ese infierno y he vencido a Hitler, debo tener alguna misión, ¿verdad? Pedirles a ustedes en este momento histórico de la historia de España, como dije en Naciones Unidas, concordia, fraternidad, comprensión y recordar.... porque callar es estar de acuerdo con lo que sucedió.”
Durante su intervención, Bolaños ha anunciado que el Consejo de Ministros aprobará el próximo martes un plan para implantar en España la estrategia europea contra el antisemitismo. El ministro, como ya hiciera el pasado 18 de enero en la inauguración de la exposición Mauthausen, Memorias Compartidas, ha reivindicado “el deber de memoria con las víctimas” y la necesidad de estar “vigilante ante los discursos del odio”. El presidente del Senado ha recordado el “fracaso moral” de la sociedad que miró hacia otro lado mientras se preparaba el Holocausto, y ha advertido de amenazas presentes como “el negacionismo, los totalitarismos, los populismos, los recientes ataques al Capitolio en EEUU y a las instituciones democráticas en Brasilia y también a los derechos y libertades conseguidos con tanto esfuerzo”, en alusión a la polémica en Castilla y León, gobernada por el PP y Vox, por el intento de coaccionar a las mujeres que habían decidido abortar.
Feijóo no ha querido detenerse a responder preguntas de la prensa. El día anterior había generado una nueva polémica al referirse al ataque en Algeciras, en el que un hombre de origen marroquí asesinó a un sacerdote e hirió a otras tres personas: “No verá usted a un católico matar en nombre de su religión. Otros pueblos tienen algunos ciudadanos que sí lo hacen”, dijo. El presidente del PP matizó esa misma tarde sus palabras, aunque siguió insistiendo en que no hay un problema de terrorismo católico y sí islámico: “Lo que ha ocurrido no tiene que ver con la religión. Una cosa es el fanatismo y otra la religión. Dicho esto, creo yo que todos coincidiremos que con carácter general no hay un problema de terrorismo católico en el mundo, sin embargo sí hay un problema de integrismo islámico en algunos lugares del mundo, también en países islámicos”. Al inicio de su intervención durante el homenaje a las víctimas del Holocausto, el ministro Bolaños se refirió a lo ocurrido en Algeciras y replicó, sin citarlo, a Feijóo: “Quiero expresar, en nombre del Gobierno, nuestra más firme condena a una muestra más de fanatismo. Queremos trasladar nuestro más sentido pésame a la familia, nuestro más absoluto rechazo a cualquier tipo de violencia, de fanatismo, a cualquier discurso de odio que trate de sembrar el enfrentamiento. Ninguna religión, ninguna creencia religiosa incita al odio”.
Feijóo y Bolaños no hablaron durante el acto de Estado. El presidente del PP se reunió brevemente con Roberta Metsola, la presidenta del Parlamento Europeo, y abandonó el Senado sin responder preguntas de la prensa. Le acompañaba una nutrida representación del partido, entre ellos, Esteban González Pons, Pío García Escudero o Antonio López Istúriz. Ningún miembro del PP asistió el pasado 31 de octubre al primer acto de Estado en memoria y homenaje a las víctimas del franquismo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.