Detenida tras huir a la selva colombiana la única mujer de la lista de los 10 fugitivos más buscados en España
Viviana Andrea Vallejo, que vivía en Alicante y está acusada de explotación sexual, narcotráfico y blanqueo, ha sido arrestada en Ecuador
La difusión en mayo de una lista con los 10 fugitivos más buscados en España sigue dando sus frutos: ya hay cuatro detenidos. Viviana Andrea Vallejo, reclamada por formar parte de una organización dedicada a la prostitución de mujeres en condiciones abusivas y por delitos de tráfico de drogas y blanqueo de capitales, fue arrestada el viernes en la ciudad ecuatoriana de Machala. Vallejo había estado llevando una vida “totalmente integrada” en Elche (Alicante), pero según la Policía, en cierto momento huyó a una zona de selva entre Colombia y Ecuador. La sospechosa, a la que se describía como una mujer de tez blanca, ojos verdes, complexión delgada y 1,48 metros de estatura, era la única mujer que formaba parte de esta relación de más buscados. Su foto de carné ya tiene la marca de detenida en el listado.
La justicia española reclamaba a Viviana Andrea Vallejo, de nacionalidad colombiana, por estar integrada en una organización internacional dedicada a traer a mujeres desde Colombia a España y explotarlas sexualmente. Según los investigadores, ofrecía a las víctimas venir a cambio de 1.500 euros y luego las obligaba a devolver el dinero ejerciendo la prostitución en un piso que regentaba. Una vez en el país, eran trasladadas a la vivienda, situada en Elche, y se les informaba de que la deuda contraída ascendía a 3.000 euros. Las condiciones que la ahora arrestada les imponía, según describen los investigadores, pasaban por una total disponibilidad. “Solo podían salir del piso una hora al día para hacer recados personales, pero si un cliente las llamaba tenían que volver al piso. Compartían las habitaciones donde prestaban los servicios sexuales y les retiraban el dinero que ganaban para saldar la deuda”, explica la Policía Nacional en una nota de prensa difundida el lunes. Además de vigilar a las mujeres, Vallejo se encargaba supuestamente de suministrar cocaína a la red, ya que era uno de los servicios que esta ofrecía, añaden los investigadores. Se enfrenta a una pena máxima de 32 años de prisión. El juicio no ha podido celebrarse hasta ahora porque estaba huida.
Cuando Vallejo fue incluida en la lista de fugitivos el pasado mayo, la Policía le atribuía un delito de blanqueo a través de giros y envíos de dinero. Según el perfil policial, la arrestada se caracteriza por su “empatía humana inexistente” y, además, “sus actos han generado daños irreparables en multitud de familias de diversas nacionalidades”. Junto a la descripción, destacaban que era fácil identificarla gracias a un lunar entre la nariz y el labio, situado en su lado izquierdo, un marcado acento gallego y unas manos muy cuidadas.
La única mujer de los 10 más buscados estaba perfectamente integrada en la población alicantina, adonde había traído a varios de sus familiares. Sin embargo, en algún momento —la Policía no ha detallado cuándo, aunque la reclamación judicial es de enero— se marchó a Colombia para esconderse allí y no ser juzgada. Según los agentes, se había ocultado en una zona de difícil acceso en el interior de la selva, en una localidad muy próxima a la frontera de Ecuador. Tomaba numerosas medidas de precaución; entre ellas, desplazarse en ocasiones a territorio ecuatoriano, donde finalmente parecía haberse instalado. En la operación, han colaborado la Dirección de Investigación Criminal e Interpol (DIJIN) de la Policía Nacional de Colombia y de la Oficina Central Nacional de Interpol de Quito (Ecuador), además de diferentes grupos de investigación de la Policía española. Vallejo también había sido incluida en la lista de fugitivos de EUROPOL y el programa Interpol Support to El PAcCTO, financiado por la UE para detener a prófugos en América Latina.
Apenas unas horas después de difundir la noticia de la detención de Vallejo, la Policía Nacional está pidiendo a través de las redes ayuda para localizar a otro de los seis fugitivos que quedan por detener. El individuo, de 46 años y origen belga, está reclamado por blanqueo y tráfico de armas y ha usado numerosas identidades, como Tom Michielsen, Tom Richard o Diane Michielsen. “Si tienes cualquier información, escríbenos a losmasbuscados@policia.es o llámanos al 091″, pide un mensaje oficial del cuerpo.
🛑SE BUSCA🛑
— Policía Nacional (@policia) October 31, 2022
🔹Tom Richard Diane Michielsen
👉Por #TráficoDeDrogas, blanqueo de capitales y tráfico de armas
👉De #Bélgica
➡Tu RT es importante
🚨Si tienes cualquier información escríbenos a
losmasbuscados@policia.es
o llámanos al 0️⃣9️⃣1️⃣#LosMasBuscados pic.twitter.com/OyivusQ2Z9
Los tres primeros detenidos
El primero de los fugitivos arrestado fue Manuel Bellido Moreno, de 46 años, a primeros de junio. Se le consideraba “el mayor falsificador de moneda de España” y su búsqueda estaba solicitada por ocho juzgados. Una mujer lo reconoció en la foto que se publicó, a pesar de que estaba mucho más calvo y con algo más de peso, y acudió a un agente de la Brigada Móvil del Metro de Madrid y facilitó los datos de su domicilio. Resultó ser muy querido en su barrio. Los vecinos intentaron impedir que lo detuvieran arrojando objetos a los agentes.
La Guardia Civil detuvo al segundo arrestado unos días después. Luis Martínez Calleja, de 29 años, estaba especializado en alunizajes (lanzar un coche contra la puerta o el escaparate de un establecimiento para facilitar la entrada y después huir con el botín a toda velocidad). Contaba con “innumerables” reclamaciones judiciales, por la comisión de alunizajes y todo tipo de robos con fuerza de alto perfil.
Diego Darío González Ghersi fue el tercero. Le localizaron en agosto a pesar de que había transformado notablemente sus rasgos físicos para dificultar su localización. Se había teñido de rubio, utilizaba lentillas de colores y plantillas para parecer más alto, y se modificó y aumentó los tatuajes que lo hacían reconocible para disimularlos. Estaba huido desde febrero, tras ser condenado por haber abusado de su hija cuando la niña tenía cinco años.
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