Felipe González exige al PP desbloquear el Poder Judicial: “Si no le gusta una ley, tiene derecho a cambiarla, no a incumplirla”
El boicoteo de Feijóo a la renovación del CGPJ emborrona el 40º aniversario de la victoria del PSOE en 1982. “La Constitución se debe cumplir de pe a pa, del primero al último de sus artículos, todos los días del año, se esté en el Gobierno o en la oposición”, afirma Sánchez
La semana iba a ser redonda para el PSOE. La Moncloa y Ferraz lo tenían pensado todo al milímetro. El Gobierno superó el jueves con holgura las enmiendas a la totalidad a los Presupuestos en el Congreso y el viernes estaba reservado para la puesta en escena del acuerdo con el PP para rescatar al Poder Judicial del bloqueo en el que lleva casi cuatro años. El colofón era el acto de esta mañana por el 40º aniversario de la victoria socialista en las elecciones generales de 1982, que congregó a 4.000 personas en Sevilla en medio de un ambiente entusiasta que no tuvo nada que ver con la apatía en las elecciones andaluzas. Pero el boicoteo de Alberto Núñez Feijóo a la renovación del órgano de gobierno de los jueces, cuando el acuerdo ya se daba por hecho, impidió que la semana fuese perfecta. Felipe González, al que la derecha suele recurrir si de sus palabras se interpreta el menor signo de malestar o discrepancia con Pedro Sánchez, fue el altavoz de la indignación del PSOE por la crisis institucional: “Si a alguien no le gusta una ley tiene derecho a cambiarla, lo que no tiene derecho es a incumplirla”. “Es fácil de entender. Primero la cumples y luego propones que se cambie. Pero no primero me la salto o la condiciono a no sé qué otra cosa. Eso no sirve para estabilizar la democracia ni mejorar la convivencia”, sentenció el expresidente en una jornada en la que se volcaron la dirección federal y casi todos los ministros del PSOE, aunque hubo una ausencia sentida: la de Alfonso Guerra.
“La Constitución se debe cumplir de pe a pa, del primero al último de sus artículos, todos los días del año, se esté en el Gobierno o en la oposición”, reprochó Sánchez al otro partido que ha gobernado España desde la restauración de la democracia. “Como decía Felipe, que desde los partidos políticos se incumpla [la ley] sin pudor alguno... El incumplimiento de la Constitución es la derrota de la moderación y el triunfo del extremismo, porque deteriora nuestra democracia y la convivencia”, abundó el presidente del Gobierno.
Sánchez reivindicó al PSOE, en contraposición al PP, como un “partido libre de cualquier grupo de presión por muy poderoso que sea”. “A esos poderes que, como hemos visto estos últimos días, tienen atrapados a otros partidos políticos, les decimos que el PSOE es un proyecto autónomo que siempre defenderá y solo servirá a la mayoría social de España. Nunca a una minoría de privilegiados”, remachó. El PSOE considera una excusa del PP, para terminar rompiendo el pacto para renovar el Consejo General del Poder Judicial ante las presiones internas de los sectores conservadores más duros que lidera Isabel Díaz Ayuso y la derecha mediática, el compromiso del Gobierno de reducir las penas por sedición. “Siempre nos regimos por las leyes y observamos la Constitución a rajatabla. Si el interés del Estado está en juego, cerramos filas con la Constitución. En la oposición cerramos filas con el Gobierno”, reiteró Sánchez tras la cesión de Feijóo a las presiones del ala dura de la derecha.
El fracaso de las negociaciones para renovar una de las instituciones claves del país emborronó, pero no acaparó, la fiesta por los 40 años de la victoria del 28 de octubre de 1982 y el legado de todos los gobiernos socialistas. El PSOE tenía muchas ganas de celebración y de darse un respiro tras una legislatura en la que Sánchez ha tenido que gestionar la pandemia y ahora las consecuencias económicas y sociales de la invasión de Ucrania. La efeméride no pudo llegar en mejor momento. “Quien no sabe de dónde viene, no sabe adónde va. Tenéis que comprender de dónde venimos, para que sigamos construyendo futuro”, recomendó González a las generaciones más jóvenes antes de repasar algunos de los grandes hitos de su Ejecutivo, como la sanidad pública gratuita. “El sistema nacional de salud lo hizo Ernest Lluch. Tardó tres años y medio en llevarlo al Parlamento, queríamos que fuera de tal naturaleza que no lo pudieran revertir”, recordó al ministro asesinado por ETA. Sobre la educación universal hasta los 16 años, el expresidente ironizó que España “solo se retrasó un siglo y medio con esa ley respecto a Francia”.
González también destacó la modernización y democratización del Ejército, que venía de varios intentos de golpe de Estado frustrados: “Con 80 años puedo decir que tenemos unas Fuerzas Armadas de las que podemos sentirnos orgullosos de su prestigio dentro y fuera de España”. El modelo de Estado con el traspaso de competencias a las comunidades también está entre sus medallas: “Hicimos el Estado autonómico, descentralizar a España le ha venido muy bien a su desarrollo”. “Centrifugar el poder para pelearnos unos con otros no le viene tan bien”, advirtió. “El legado del triunfo de 1982 vive en quienes no pudimos votar por edad o estábamos por nacer. Somos la semilla del árbol de la libertad plantado con sangre, sudor y lágrimas por la generación previa a Felipe”, le secundó Sánchez.
El reconocimiento a aquel primer Gobierno del PSOE también llegó de Olaf Scholz, uno de los principales referentes de la socialdemocracia. “Estimado Felipe, os voy a confiar un secreto: desde mis días en la juventud socialista has sido de los hombres que más me ha impresionado por tu lucha incondicional por la libertad. Para muchos de mis compatriotas siempre serás la cara de la joven democracia española”, le dedicó el canciller alemán en castellano en un mensaje grabado en vídeo. “Somos el partido de los derechos, que siempre ha seguido el interés general. El de la apertura al mundo, la entrada en Europa, la consolidación de la democracia. Hay que agradecérselo a Felipe González y a los compañeros que lo hicieron posible. Mi reconocimiento a Felipe y apoyo a Pedro Sánchez”, no faltó José Luis Rodríguez Zapatero, también en un mensaje de vídeo, al encontrarse en Brasil para seguir las elecciones entre Lula da Silva y Jair Bolsonaro.
El aprecio y muestras de afecto también llegaron de otros de los dirigentes actuales del PSOE en sus distintos estratos. “Cuando se produjo la victoria yo era un universitario, el primero de la familia, nos pasamos toda la noche bailando. Creo que nunca ha habido un eslogan en la democracia española tan acertado para sintetizar las expectativas, las ansias de cambio que el que tuvo el partido: Por el cambio”, señaló el alcalde de Sevilla, Antonio Muñoz. “Era un entusiasmo que iba más allá de las personas que nos habían votado. Había entusiasmo porque salíamos de una época negra. Muchas gracias, Felipe, por aquella victoria inconmensurable”, apreció Cristina Narbona, presidenta del partido.
“El PSOE del 82 y este PSOE de 2022 tienen todos los elementos comunes que conforman los valores del partido: el compromiso con España y el compromiso constitucional”, intervino Juan Espadas, secretario general del PSOE andaluz. “Yo estaba en el instituto, lo viví con muchísima emoción, era alegría, la sensación de que algo bueno se avecinaba y una invitación a toda la sociedad para que participáramos en el cambio”, recordó la ministra de Hacienda y vicesecretaria general socialista, María Jesús Montero, a la que González animó a aplicar una reforma fiscal profunda: “Hay que hacer un esfuerzo equitativo, pidiendo más a los que más tienen y menos sacrificios a los que menos tienen”. “Nos reconocemos en la labor de Felipe, como vosotros lo fuisteis de aquellos socialistas de la Segunda República y de nuestro fundador. Nuestro patrimonio es compartido por muchas generaciones. Por el PSOE de ayer, por el PSOE de hoy y por el PSOE de mañana. Gracias Felipe”, resumió Sánchez el sentimiento de una jornada aguada por la marcha atrás del PP en la renovación del Poder Judicial.
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